ÉXITO, FELICIDAD Y EVOLUCIÓN
¿Qué es el éxito?
¿Qué es ser una persona exitosa?
¿Has triunfado realmente en la vida?
¿Qué es la felicidad para ti?
¿Te sientes verdaderamente feliz?
Sin duda estas son preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez.
Tener éxito es lograr un resultado feliz en cualquier actividad que uno realiza.
Técnicamente una persona exitosa es la que triunfa en algún área de su vida.
El verdadero éxito es en definitiva triunfar en la vida, una persona exitosa es una persona feliz.
Algunos dicen que el éxito es el resultado de contar con salud, dinero y amor.
Los materialistas dicen que el éxito es la acumulación de bienes materiales y que la felicidad es la abundancia de los placeres sensoriales.
Pero falta algo, hay algo que ellos no pueden o no quieren ver. Existe algo que va más allá, pero es ignorado completamente por la sociedad de hoy. Aunque lo tengas todo, si no tienes ese algo, siempre te sentirás vacío e infeliz.
Y ese algo se llama “Conciencia Espiritual”, el Espíritu del ser humano, la fuente inagotable del conocimiento.
El ser humano es un ser espiritual que está viviendo una experiencia material.
Para evolucionar el espíritu necesita vivir experiencias a través de sus encarnaciones, necesita aprender lecciones para elevarse, ser mejor y poder ayudar a otros.
"Nosotros" (El Ego) le pertenecemos al Espíritu, "el yo" no es dueño de un espíritu, al contrario le pertenece a él.
El Espíritu es más que una parte de nuestra vida, ES nuestra vida.
EL ESPÍRITU Y EL YO
Nosotros somos un medio para el espíritu que nos guía.
Nuestro cuerpo físico es "la ropa" de aquel espíritu. Y el espíritu al igual que nosotros se cambia permanentemente de ropa, según la actividad que vamos a realizar.
Entonces, ¿como le va a interesar al espíritu, por ejemplo, la acumulación sin sentido de bienes materiales?
Al espíritu lo que le interesa es evolucionar, crecer en sabiduría y realizar servicio desinteresadamente. Para eso fue creado.
En la dimensión espiritual no hay diferencias esenciales entre los espíritus, todos los espíritus son iguales, tienen las mismas capacidades y no existen lo sexos.
Los espíritus se diferencian únicamente en su nivel de evolución o aprendizaje.
En la dimensión espiritual existen planos de vibración, donde los espíritus más evolucionados habitan en los planos sutiles, en los planos de luz.
Los espíritus poco evolucionados habitan en los planos densos, en la oscuridad. Nuestro planeta está habitado en su mayoría por espíritus del error de planos densos y los espíritus de luz son pocos, por eso el desafío de cambiar a este mundo es enorme.
SER ESPIRITUAL
El éxito para un espíritu es servir permanentemente.
El verdadero éxito en la vida humana es lograr convertirse en una persona espiritual. Lograr el éxito en una sola área de la vida (trabajo, pareja, actividades recreativas, etc...) no es lograr el éxito completo, el verdadero éxito es triunfar en todas las áreas de tu vida y esto se logra solamente siendo una persona espiritual.
Una persona espiritual es una persona que está 100% al servicio de su Espíritu y no de su Ego.
Ser una persona espiritual es amar compartiendo el conocimiento de la vida y realizando servicio desinteresado a los demás (recuerden que el servicio es amor hecho obra).
Si logras comprender esto, serás una persona que experimentará el poder del verdadero amor.
El amor es la fuerza que da la vida, la felicidad y la abundancia.
Todo lo que tu entregues al universo, éste te lo devuelve multiplicado.
Las personas espirituales, aquellos seres que tienen bondad, compasión y amor puro siempre triunfarán en la vida y podrán cumplir todos sus sueños.
Las cosas materiales y emocionales solo te dan alegría momentánea, no te garantizan la felicidad.
La felicidad es una cualidad del Espíritu, que es permanente e inmortal.
La verdadera felicidad no se logra con el éxito material, se logra con el éxito espiritual.
EL PRÓJIMO
“Ama a tu prójimo como a ti mismo” esa es la mayor máxima de nuestro querido Maestro Jesús.
Pero, ¿quién es tu prójimo?, tu prójimo no es todo el mundo como veremos a continuación.
Tu prójimo es quien sirve a los demás desinteresadamente, es quien levanta al caído y siempre está dispuesto a dar una mano.
Y no hay que olvidar que para amar a tu prójimo, primero tienes que amarte tu mismo, porque si tu no te amas ¿cómo vas a entregar el amor que no tienes?, no puedes ayudar a los demás si estás en el suelo, debes estar siempre de pie con valor y optimismo para vivir plenamente el presente, proyectando tu futuro con amor y esperanza de lograr un mundo mejor para todos.
Aquellos que no son tu prójimo están perdidos en el camino o han elegido el camino del mal y la ignorancia.
A ellos sólo los podemos orientar en la medida de lo posible, ya llegará el momento de su iluminación, ellos deben decidir cambiar por sí mismos.
Ama con compasión a quienes no son tu prójimo y con pasión a quienes sí lo son ("pasión espiritual").
LA NUEVA ERA
Sólo de nosotros depende lograr dar el gran salto espiritual de la humanidad hacia la Nueva Era, poniendo la tecnología al servicio del espíritu y dejando atrás las obsoletas Religiones que aún existen hoy.
El espíritu necesita servir, no necesita de religiones mediocres inventadas por el ser humano para el lucro.
Las religiones son un conjunto de dogmas asfixiantes y primitivos que tienen por objetivo someter a las personas ignorantes, las religiones y filosofías obsoletas sólo adormecen y estancan al espíritu en su evolución. Las religiones son muletas innecesarias para el espíritu, simplemente él no las necesita porque él es libre y no tiene límites.
En el mundo de la Nueva Era no habrá guerras ni fronteras, sólo paz y hermandad. Y todos llegaremos a ser maestros espirituales. "Maestro Espiritual" es quien inspira, enseña y guía a los demás a descubrir su propio Camino de Luz. "iluminado" es quien vive plenamente cada instante de su vida en el Camino de la Luz.
Todos deberíamos ser "Maestros Espirituales iluminados" para que este mundo sea un Paraíso de abundancia en riqueza espiritual, es decir un mundo de verdadero Éxito, Felicidad y Evolución.
(Desconozco el autor)
