Cuando sabes que la vida es un gran momento para estar y saber lo que hay a tu alrededor, es entonces cuando todo empieza a tomar otra forma de la que es y comienzas a luchar realmente por lo que es importante para ti y los que te rodean.
Cuando caminas y sabes hacer frente a las adversidades, es porque la vida te ha dado suficiente coraje y sabiduría para hacer de tu camino algo diferente a lo que es, y se siente porque darás todo lo bello que hay en ti; lo menos bello procuraras esquivarlo, porque dentro de ti resurgirá esa luz tan bella que todos llevamos dentro y que no siempre queremos ver y sentir.
Cuando te das la oportunidad de ser feliz te estás mostrando un camino que, aun siendo difícil, lo puedes hacer porque adquieres confianza seguridad y creces cada día al valorar cada paso que das y aportas a los que te rodean; paz, amor, tolerancia, respeto y porque respetándote a ti mismo y queriéndote avanzas en todos los sentidos más que tratando de hacer una vida que no es la tuya ni por asomo.
Cuando tienes paciencia y sabes esperar tu momento es duro, porque tienes que subir muchas montañas y girar las piedras, pero aprendes a reconstruir cada paso porque vas encontrando un sentido a tu vida, la vas proyectando olvidándote de ti para mostrar que la vida es algo que cuesta y no se sabe nunca cómo va a ser, pero aun así tú puedes dar ese paso para que no sea tan difícil como parece.
Cuando en tu camino encuentras piedras también encuentras sonrisas, manos, para que sea más sencillo aunque no siempre sean las manos que tu buscas o deseases, pero las manos que se acercan en ese momento son las que tu necesitas, y te aportan luz fuerza y coraje.
Cuando valoras lo que eres, tienes y consigues un proyecto en el que tú y los que están sois un conjunto de fuerzas; es una manera de saber que la vida en su laberinto se puede vivir dignamente aunque haya gente, que no personas, que sean capaces de vender su alma al diablo por adquirir cosas que nunca se llevaran a ningún sitio, y que, por muy aparente que sean, no quiere decir que sean más felices que tú, pues, al fin y al cabo, tú duermes tranquilo y miras a los ojos, y muestras lo especial que eres sin miedo y sin tener que esconderte cosas que esa gente nunca podrán hacerlo por mucho bien material que tengan.
EstheR SO, sé feliz.
(Esther Sánchez Orantos)
