Señor:
“Que quede tan poca cosa de mí mismo que pueda llamarte mi todo,
que quede tan poco de mi voluntad que pueda sentirte en todas partes
y venir a ti para todo, y ofrecerte mi amor en todo momento.
Que quede tan poco de mi mismo, que no pueda ocultarte un instante.
Que queden solo los lazos que me une a tu voluntad,
A través de los cuales envíes a mi vida tus designios
Sea este el lazo de tu amor”
(R. Tagore)