Caminar con el Corazón adelante. Por Alejandro Corchs.
Como Hombre Medicina, a lo largo de estas entregas en la revista UnoMismo, tengo la intención de acercar el entendimiento nativo americano hacia nuestra cultura occidental. No con el fin de cubrirnos de plumas y volvernos gente de ciudad disfrazada de indios, sino con mi agradecimiento a los pueblos ancestrales de América, por la oportunidad de sanarme que me dieron. Acerco esta sabiduría milenaria pasada por mi corazón, para que cada lector tenga la opción de llevarla al suyo, o no.
Mi compromiso es con la paz y la diversidad. Estoy muy lejos de querer convencer a alguien para que elija un camino en particular. Mi intención es apoyar a todas las personas que salen a buscar sus respuestas, sin violentar a los otros, pero ejerciendo la autoridad de cuestionar su vida hasta hallar su verdad. A esa manera humilde pero integra de plantarse ante La Vida, la llamamos caminar con el corazón adelante.
A los humanos nos cuesta diferenciar a La Vida de nuestra experiencia personal de vida. Buscamos de manera desesperada explicar a la creación através de nuestro estado de conciencia. Somos como un niño que observa una fotografía familiar, anterior a su nacimiento, y le pregunta a sus papás:
-¿Dónde estaba yo?
Y los papás hacen su mejor esfuerzo para calmar al pequeño y explicarle en dónde creían que estaba él antes de nacer.
-¿No estaba en la panza de mamá? –Pregunta el niño con angustia.
Nunca falta un hermano, o un primo mayor, que aprovecha la dulce venganza:
-¡No, ni siquiera estabas en la panza de mamá!
Con la misma dificultad que los niños no pueden entender cómo la vida existía antes que ellos nacieran. Nosotros buscamos explicar a La Vida, a Dios,al Gran Espíritu, o como le quieras llamar, desde nuestro pequeño lugarcito interior. Una y otra vez le adjudicamos deseos, intenciones y juzgamientos a la fuerza creadora del Universo, sin percatarnos de un pequeño detalle que repetimos hasta el cansancio:
Por las características de nuestra conciencia, impregnamos todo lo que vemos con nuestro estado interior. Vemos como estamos. Estamos como vemos.
Eso no quiere decir que el afuera no exista, el afuera existe, pero nosotros estamos acostumbrados a ver una parte de la historia en todo lo quevemos. Nuestra historia interior.
¨Por la mañana, al despertarte, da gracias por la luz del día, por tu vida y por tu fuerza. Da gracias por los alimentos y la dicha de vivir. Si no encuentras razón para dar gracias busca la causa en timismo.¨
Tecumseh,jefe shawnee - 1768-1813
Ponemos afuera la parte que no pudimos comprender de nuestra propia historia personal. Nuestra conciencia no pudo digerir algo de nuestra vida y por eso una y otra vez hace foco en esa parte del cuadro. El resto del cuadro también está ahí, pero la persona no lo puede ver. Si por alguna extraña razón, la persona se encuentra en una situación que no expresa su conflicto interior, la conciencia lo buscará y/o generará, para poder repetir afuera lo quenecesita ser ordenado adentro.
¿Por qué lo repetimos? Es igual que con el alimento, repetimos lo que no pudimos digerir, buscando asimilarlo. Comprenderlo. En un estado superficial intentamos entender porqué nos pasó lo que nos pasó. En una capa más profunda, anhelamos descubrir quiénes somos y cuál es nuestro propósito aquí en la tierra.
Comprender la importancia del papel del corazón es fundamental en nuestras vidas, porque el corazón es el filtro de lo que percibimos. Es la luz del proyector de nuestra película.
Hace muchos años, un nativo americano sabio dijo en una entrevista:
- El blanco está loco porque cree que se piensa con la cabeza.
Y el entrevistador, que era blanco, le preguntó.
- ¿Y con qué se piensa?
- ¡Con el corazón, con qué se va a pensar!
Esto fue tomado como ignorancia, pero hoy la ciencia descubrió que el corazón tiene un pequeño sistema neurológico independiente del cerebro*. Es más, el gran sistema neurológico cerebral responde de manera directa al pequeño sistema neurológico del corazón. Y no a la inversa. O sea, el estado de nuestro corazón dirige nuestro pensamiento. La intensidad de la luz del proyector, da la calidad de la imagen. Por eso es imprescindible alimentar al corazón.
Todas las culturas nativas, y no sólo las americanas, hacen ceremonias para alimentar al corazón a través de la pureza de los seres de la naturaleza: la tierra, el agua, el aire, el fuego y las estrellas. Su propósito, ya sea através de una ceremonia, una meditación, una carrera, una danza, un canto, etc., es dar alimento al corazón, para que la persona se ilumine desde adentro. Para que el corazón recupere la fortaleza de la pureza.
Podés pasarte años peleando con las sombras en las penumbras, donde es peor el remedio que la enfermedad. Ó podés encender la luz de tu corazón, lo que sacará al veneno de la enfermedad y te permitirá ver con claridad.
Hay una gran parte de La Vida que no podré ver hasta que no limpie mi visor distorsionado. Esto no quiere decir que La Vida sea sólo lo que yo veo. O que La Vida sienta como yo siento. Esto quiere decir que necesito alimentar a mi corazón.
Un ejemplo: cuando te encontrás con un amigo engripado, no pensás que tu amigo es gripe. No, porque sabés que tu amigo es tu amigo, y que ahora está viviendo un proceso que se llama gripe. Proceso que, acompañado de los cuidados necesarios, lo devolverán a su estado natural. Lo mismo ocurre con nuestro corazón. La manera en que siento, forma parte de lo que me hizo y hace daño, ya que todo lo que percibo es filtrado por mi corazón.
Ojalá encuentres una buena manera de alimentar a tu corazón.
¡Hasta el mes que viene!
Alejandro Corchs Lerena es Hombre Medicina, Custodio del Fuego de la Unión.
Es tanatólogo y terapeuta de pareja, grupo y familia. Es cofundador de la Quebrada del Yerbal, comunidad, reserva de flora y fauna, y cofundador de Purificación, centro de crecimiento psicoespiritual.
Todos sus libros se transformaron en best seller. Es autor de El camino a la Libertad, 13 preguntas al Amor, El Regreso de los hijos de la Tierra, capítulo uno, El camino del Puma; capítulo dos, La unión de la familia. Editados por Vergara en Argentina y demás países de habla hispana.