CÓMO TENER DISCIPLINA
Para conseguir lo que queremos en la vida es necesario proponernos metas.
Lo cierto es que si deseamos cumplir nuestras metas se necesita actuar con paciencia y persistencia hasta que el cambio se dé.
Lamentablemente tenemos la tendencia de dejarnos llevar por la tentación del placer inmediato, de esta forma nos olvidamos lo que nos propusimos.
¿Cuál es la receta en contra esto?
La respuesta es disciplina, como conseguirla es de lo que se trata este artículo.
Tenemos que reconocer que en principio nos dejamos llevar por la comodidad en nuestro ambiente. Por esto mismo creamos hábitos y terminamos adaptándonos a un estilo de vida el cual es difícil cambiar por la costumbre. Así que lo estable es lo cómodo y las acciones que llevan a cambiar tu vida son lo incómodo.
Al principio de proponernos una meta actuamos porque nos parece emocionante la novedad de ella, hacemos los planes con entusiasmo y tenemos la energía para actuar a pesar de las incomodidades. La mala noticia es que esta emoción se pasa, y cuando se va dejamos de actuar de acuerdo al plan, ahí es que vienen los momentos de debilidad, puede ser que decidas hacer dieta y te provoque comer comida basura o no ir al gimnasio un día que te toca.
Con los momentos de debilidad hay que aceptar que son inevitables, siempre van a llegar, y lo más importante es saber que caer en ellos nunca es razón para rendirte, vale mencionar aquí el adagio: lo importante no es caerse sino siempre levantarse !No puede ser más cierto esto!
La disciplina significa hacerte actuar cuando no quieres, por eso los momentos de debilidad son la oportunidad perfecta para fortalecer tu disciplina, no al principio cuando estás todo emocionado por tu meta, actuar es muy fácil así.
Una forma efectiva de hacerte actuar cuando no quieras y fortalecer tu disciplina es buscar regresar al estado emocional que tenías los primeros días de haberte propuesto la meta. Esto se hace pensando en los beneficios de cumplir la meta y en las consecuencias de no cumplirla. Tienes que estimular tus emociones, de esta forma se consigue determinación. Siente indignación de tu situación, di fuertemente, no quiero seguir así, quiero cambio ya y si no hago nada nunca lo conseguiré. Mira las razones que te motivaron a crear tu meta una y otra vez hasta que en tu mente sientas los beneficios del mañana como si fuesen para hoy.
Si logras hacerte actuar cuando no quieras se convertirá en un hábito hacerlo, es una decisión. La disciplina es indispensable para el éxito, y ¿por qué esperar un día más para luchar por los cambios que quieres en tu vida?
Cada día es una oportunidad para decidir ser disciplinado ¿qué esperas?
Pedro García
