Por cada vez que tropiezas y consigues levantarte, una rayita se hace en tu corazón, para advertirte que tienes mucho por lo que luchar y ser lo que eres, para decirte que no siempre va a ser fácil, pero que está en ti el poder serenarte y dar sentido ,y así poder fortalecer y valorar todo lo que te rodea, siendo cada día un mundo diferente donde te tienes que ir superando porque es así la forma de poder vivir y ser digna.
Por cada lágrima derramada con dolor por lo que te está sucediendo, hay un mar de esas lágrimas que te van diciendo que puedes con eso y más, porque dentro de ti tienes algo bello que te hará resurgir y sacar lo mejor de ti, dejando atrás todo lo que obstruye tu camino, porque averiguarás que siempre hay varios caminos, unos sencillos que te llevan a la deriva y otro más difícil, porque es el que te hace sacar tu fuerza, tu coraje, tu forma, y vencer a las cosas que surgen con una sonrisa aun sangrando por dentro, porque es el signo de que te valoras lo suficiente, de que te has sabido mirarte en el espejo y no solo has visto lo de fuera, que es superfluo, que se va con el tiempo, si no lo de más adentro, que va renaciendo día a día, y es lo que te hace avanzar y saber quién eres y por qué eres, y te va dando un motivo para rehacer y levantarte en tu día a día.
Por cada puerta que cierras, por cabezonería, o por aburrimiento, o por no saber qué hacer con tu vida, es algo que vas perdiendo poco a poco, que vas dejando pasar y perdiendo cosas que valen mucho y que te dejarán una mella muy grande dentro tuyo, pero también es cierto que si pones de tu parte se pueden abrir y dejar de dar por hecho muchas cosas, y siempre podrás irradiar tu forma para que se vuelvan a abrir de una manera diferente, y siempre habrá un antes y un después, porque tenemos lo suficiente para hacer posible lo imposible, pero has de aprender a valorar de verdad lo que sientes y lo que hay a tu alrededor.
Por cada vez que hieres por no saber mantener tu impotencia, es una herida grave, pero siempre se puede recuperar cuando puedes a tu ego y sabes que el mundo esta aquí no porque tu estés, sino porque hay muchas personas a tu alrededor que necesitan que estés y des lo mejor sin esperar grandes cosas, porque no siempre es como a ti te gustaría, pero aprenderás a leer entre líneas, a sentir mas allá de lo que se ve, porque hay cosas que no se pueden evitar, pero hay otras que siempre las puedes esquivar y ser tu cada día mejor, porque no hay nada tan doloroso que no puedas superar aunque lo parezca, pues la vida es tan sabia que da oportunidades de saber de conocer, de avanzar, de buscar, de ser, y de empezar una y otra vez.
Por cada vez que dejas de volar por tus miedos, temores, por la oscuridad que reina en tu ser, vas dejando momentos, detalles, horizontes nuevos, oportunidades perdidas, pero cuando dejas hablar a tu corazón mezclado con tu razón te das cuenta que si no lo intentas nunca podrás saber si llegas; que si lo haces, aunque te equivoques, evitarás tenerte que comparar y dejar de ser tú misma para conseguirlo, que no hay prisa ni tiempo posible más que el que tu quieras darte porque lo necesitas, pues aprenderás a volar alto cuando dejas atrás las miniaturas de lo superficial y te das la oportunidad de ser feliz, que no es poco, es suficiente, es aprender a respirar de verdad, es dejar de decirte no no no, es empezar a decir sí, soy lo que soy y puedo porque no estoy sola y aunque lo estuviese.
Por tantas veces que has dejado de decir un te quiero, tantas que has dejado de tolerar porque te angustia lo que ves, por las veces que en vez de buscar actuaciones y soluciones has dejado llevar tu alma por los caminos oscuros de los que no dejan ser como eres y te destrozan por dentro, hoy merece la pena ser un poquito mas coherente, mirarte por dentro y apreciar que cada paso que das no solo repercute en tu ser, sino en los que te rodean. Y saber eso es algo importante.
Y hoy somos, estamos, y queremos, y eso es algo que se puede contar y gritar.
EstheR., sé feliz.
Esther Sánchez Orantos