Contribuyeron al desarrollo de la agrimensura, cartografía, construcción de caminos y la navegación. Poseían sus propios puertos, astilleros y flotas comerciales y militares, pioneras en el uso de la brújula magnética. La Orden mantenía sus propios hospitales, con sus propios médicos y cirujanos. Era famosa la utilización en ellos del extracto de moho predecesor del antibiótico. Fueron los primeros en considerar la epilepsia como una enfermedad y no como una posesión demoníaca.
Desaparecieron las bailías, las encomiendas, las granjas, el poder templario. Sin embargo, en todas las instancias del proceso instaurado, no apareció el oro alquímico que sus detractores buscaban, ni los tesoros, ni nada.
Y menos aún aquello que trajeran en 1128 los caballeros cruzados desde Jerusalén. Que seguramente es el verdadero tesoro de la Orden.
¿Dónde se encuentran, entonces, los testimonios del conocimiento que los Templarios adquirieron provenientes de la Ciudad Santa...?
Algunos sostienen que el día preciso en que se logre descifrar el contenido de los bajorrelieves de la Catedral de Chartres, surgirá con luminosidad la gloria de quienes, "temerosos de Dios", siguieron las enseñanzas de San Bernardo
Se disuelve la Orden
Al amanecer del Viernes 13 de Octubre de 1307 todos los templarios de Francia serían apresados por hombres del rey y quedarían detenidos; sus receptorías fueron incautadas en nombre de la corona; sus bienes confiscados. Pese a que la orden se cumplió el monarca no consiguió su objetivo principal: apoderarse de la inmensa riqueza de la Orden, nunca dieron con ella, y hoy en día nadie sabe que suerte corrió el famoso “tesoro de los templarios”.
Parece ser que los templarios fueron advertidos, y antes de las detenciones el Gran Maestre Jacques de Molay hizo quemar muchos de los libros y reglas de la Orden.
No existe en Francia ninguna evidencia de que la Orden opusiera resistencia a los senescales del rey, pero hay pruebas de que un grupo de caballeros todos vinculados al tesorero de la orden protagonizaron una fuga organizada.
Los templarios detenidos fueron procesados y sometidos a múltiples torturas; se les arrancaron confesiones extrañas, incluso circularon rumores de que adoraban a un demonio llamado Bafomet, se decía que en sus ceremonias se postraban ante una cabeza barbada de varón que les hablaba y les investía de poderes ocultos; los testigos no autorizados no eran vistos otra vez. Pero de todas las acusaciones lanzadas contra estos soldados de Cristo, que habían luchado, y dado sus vidas por Cristo, sobresale la más extraña de todas: negar ritualmente a Cristo, repudiar, pisotear y escupir la Cruz.
La suerte de los Templarios quedó echada. Fueron atormentados salvajemente y muchos fueron quemados, tras resistirse durante algún tiempo, el papa declaró en 1312, oficialmente disuelta la Orden de los Caballeros Templarios. A raíz de la desaparición del tesoro, en Francia continuaron los procesos e indagaciones durante dos años más, finalmente en 1314 el Gran Maestre Jacques de Molay y Geuffroi de Charnay, preceptor de Normandía, fueron quemados vivos a fuego lento. Con su ejecución los templarios desaparecieron ostensiblemente del escenario de la historia.
El único país que no respetó los decretos papales de 1312 fue Escocia y allí se refugiaron el mayor número de sobrevivientes quienes continuaron la Orden pero ya bajo otro nombre, existen pruebas de que cuatro siglos después todavía existían: En 1689 Jacobo II fue depuesto por Guillermo de Orange, y los escoceses se sublevaron en la batalla de Killiecrankie bajo el mando de John Claverhouse, vizconde de Dundee quién murió en ella, cuando recogieron su cadáver bajo la armadura tenia la sobrevesta con la Cruz Paté, distintivo exclusivo de los Caballeros Templarios.
El baphomet o bafomet templario.
El término bafomet lo encontramos en ensayos históricos, novelas tratados ocultistas desde el siglo XVIII a nuestros días. Lo podemos ver incorporado a diversas prácticas neotemplarias antiguas o modernas, de sociedades secretas o discretas como la Teosofía, la Aurora Dorada y sus derivadas. Hoy en día utilizan la figura del bafomet muchas sectas satánicas y luciferinas.
Sin embargo y en contra de de todas estas habladurías, lo cierto es que en las actas medievales de procesos contra los templarios la alusión al baphomet resulta casi anecdótica. Es más, ni siquiera hay un común acuerdo entre todos los interrogados acerca de cómo llamar a esa figura extraña de cuya veneración fueron acusados.
Observando las actas de interrogatorio del freire sargento Guillaume Collier de Buis-les-Baronnies mencionó en su declaración a una cabeza a la que llamaba Magometum. Otro freire interrogado en Florencia llamó al ídolo Maguineth.
El freire de Clermont, lo citaba como Mandaguorra. Por su parte, los freiresGaucerand de Montpézat y Raymond Rubei durante cruentos interrogatorios afirmaron venerar una figura baffometi y el segundo, además recalcó que era aclamado en árabe como Yalla, en lo que parece ser una clara alusión a la divinidad islámico Alá.
A pesar de tanta diversidad, todos esos vocablos parecen encerrar una cierta esencia común puesta de manifiesto por los historiadores. En concreto, entienden estos especialistas que el baphomet responde a una corrupción latinizada de Muhammad – Mahoma – Mahomet: el fundador del Islam. De este modo, los inquisidores torturadores del rey francés habrían intentado hacer de dicha figura templaria la expresión de un culto secreto al profeta Alá. Con lo cual, automáticamente, toda la orden sería culpable de apostasía y su disolución, inevitable al ser partícipes de una doctrina infiel.
En conclusión, la Orden del Temple nunca utilizó dentro de la Orden la figura del bafomet, siendo todo una calumnia impuesta por los barbaros torturadores del rey frances para acusar a los templarios de herejía.
Grados e Insignias de los Templarios en la actualidad
En la actualidad existen muchas Órdenes que insinúan poseer el Legado Templario, diseminados por Europa, el Nuevo Mundo.
En el Perú existen dos vertientes que mantienen fraternales lazos de amistad y reciprocidad.
Los grados e insignias son los siguientes:
Postulante.- Persona menor o mayor de 18 años, que está interesada en participar en las actividades de la Orden con la idea de postular posteriormente su ingreso en la misma.
Escudero – Novicio.- Persona, mayor de 18 años que estando interesada en profesar, aún no se considera suficientemente preparada, bien por estimación propia o por los Oficiales de la Orden.
Se Considera Escudero - novicio, una vez aceptado su ingreso en la Orden,
Sargento.- Quien adquiere y los derechos del Grado de Sargento y contrae las obligaciones correspondientes a su status.
La insignia o distintivo de los Sargentos consiste en la Cruz del Temple al cuello. En los actos oficiales usan dalmática negra.
Su uniforme es: traje azul marino, corbata a rayas blancas y negras, camisa blanca y escudo del Gran Priorato del Perú en el bolsillo de la chaqueta.
Tratamiento: Señor o Don
Caballero de Capítulo.- quienes habiendo ascendido de Sargentos, o habiendo sido admitidos directamente por el Concilio Prioral al haberse valorado positivamente su documentación y circunstancias, se encuentran pendientes de la celebración de su Investidura e iniciación
Al realizarse ésta, pasarán a ser Caballeros Profesos.
Caballero Profeso.- La insignia de los Caballeros Profesos es la Cruz del Temple Coronada.
En los actos oficiales llevan el Manto Blanco con la Cruz roja del Temple en el costado izquierdo y guantes blancos.
El uniforme de gala se compone de: Pantalón negro con dos bandas rojas a los lados, guerrera abotonada blanca (cuello y bocamangas rojas y hombreras negras) y cinturón negro; pudiendo llevar espuelas y espada.
La vestimenta para otros actos se compone de: Traje gris marengo, corbata a rayas blancas y negras, camisa blanca y escudo del Gran Priorato del Perú en el bolsillo de la chaqueta.
Tratamiento: Ilustrísimo Señor
Comendador.- es aquel Caballero profeso que ha ascendido a este grado por decisión del Concilio Prioral. El distintivo es la Encomienda de plata y la banda negra.
El uniforme de gala, traje o vestido igual que el de los Caballeros.
Tratamiento: Ilustrísimo Señor
Gran Oficial.- es el comendador que ha ascendido a ese grado por decisión del Concilio Prioral. El distintivo de grado es la Cruz Paté Coronada con trofeo militar.
El uniforme de gala, traje igual que el de los Caballeros.
Tratamiento: Excelentísimo Señor
Prior.- es aquel Caballero que el Concilio Prioral ha estimado debe ascender a ese grado. El distintivo es la Encomienda de oro y la banda roja.
El uniforme de gala, traje igual que el de los Caballeros.
Tratamiento: Excelentísimo Señor