Si miramos hacia muy lejos, allá donde nuestros ojos no pueden llegar, nos daremos cuenta que siempre hay que hacer y construir ese camino para poder seguirle sin decaer ni desfallecer, porque allá es donde están todas las ilusiones, todas las esperanzas, todo nuestro sentido y nuestra forma, y según lo vayamos haciendo así será, no sin dificultades, pero tampoco tan retorcido como para que no se pueda acceder.
Si miramos hacia adentro nos daremos cuenta de todo lo que llevamos y eso nos hace movernos con una seguridad, y una templanza, que siempre se puede considerar que estás haciendo posible lo imposible, pues lo intentas, no decaes, no sigues la corriente , sino que sabes mantener esa sonrisa, sabes tener esa fortaleza que te caracteriza, y sabes que lo más importante es discernir entre vivir o ser vivido, la diferencia entre uno y otro es que con la primera opción aunque te equivoques siempre estarás junto al camino que has decidido; la segunda te lleva al riesgo de arrastrarte y meterte en un mundo lleno de oscuridad donde no se ve el final, ni la luz, que siempre tiene ese largo túnel.
Si caminas por un camino resbaladizo tienes que ir preparado, porque en cualquier momento puedes caer, pero si llevas bien tus aparejos conseguirás levantarte tantas veces como sea necesario y sentir y expresar que tú vales mucho más que ese camino y serás capaz de cambiarlo echando tierra, para que los que vengan detrás no se caigan o tengan menos caídas que las que tú has tenido, porque mostrarás que la vida es cruda, que no es nada fácil, pero que aun así se puede conseguir cuando vas con la conciencia tranquila y sabes que tienes que preparar todo para no sentirte destruida antes de tiempo, porque nada merece la pena si te rindes, y nada vale si tú no crees que puedes llegar.
Si el camino esta lleno de piedras, utiliza buenas botas y salta tantas veces como puedas, porque cada piedra es algo especial que te enseña a sobrevivir, a llevar lo que tengas, pero con dignidad , pues el coraje que tienes que echar es mucho, pero tu sabiduría y tu forma aumentará y serás capaz de ir quitando esas piedras, pues darás amor, ternura, confianza y todo lo bello, dejarás alguna, para que se sepa que no todo es bello, pero que tampoco es tan sumamente horroroso para no poder quitarlas y aprender lo suficiente y así poder ser mejor persona cada día.
Si es de muchas rosas el camino quizás creas que es lo mejor, pero por cada rosa hay una espina, y tendrás que cuidar de no pincharte con ella, y si pasase sabrás que siempre puedes curarla y tienes la opción de sembrar mas rosas y margaritas junto con muchos claveles de todos los colores para que la alfombra tenga muchos colores y así no te creas que todo es bello, pero que tienes lo suficiente para poder crear una bella alfombra en la que unos días sean mejores y otros no tanto, unos momentos sean tristes y otros alegres, algunos dolorosos, pero siempre dando y cogiendo fuerzas, pues siempre hay un motivo para ello, siempre habrá personas que estén y sepan lo que eres sin tener que sacar o quedarte dentro toda la impotencia, o que salga con violencia, que es algo que hará que toda esa alfombra se marchite y no sepa nunca florecer, y con ello podrás aportar a la vida algo diferente, pues los que estén a tu lado conocerán lo que eres, tu coraje, y tu manera de estar en ella, y tendrán la posibilidad de crecer y evolucionar como es debido.
Si cada día aportamos un poquito de esa tolerancia, de ese cariño, de esa manera todo podrá mejorar, porque de peores hemos salido, y estamos y somos, que es lo que te va a dar esa seguridad de que el rumbo que has tomado, aun siendo duro, es el que debes tomar.
Y hoy somos, estamos, queremos vivir, y lo hemos conseguido.
EstheR, sé feliz.
Esther Sánchez Orantos