Los días pasan y cada uno vamos averiguando qué es diferente y distinto, que uno es como es, que avanzamos a veces con mucho dolor y otras con alegría, pero cada uno de los días son importantes porque aprendemos a ser un poquito mejor.
Se va llenando el corazón con todo lo bello y te vas dando cuenta que las complicaciones se hacen más pasajeras, porque es algo bello sentir tu propio coraje, tu luz que se va irradiando allá donde estás, porque tenemos esas perlas que se forman de cada situación que pasamos, de cada adversidad que pasamos, de cada detalle que sabemos valorar, y desde que aprendemos a mirarnos de frente sin tener más miedo que el de que no hay nada que no podamos hacer.
Cada peldaño que subimos en nuestra escalera de la vida es a base de esfuerzo, sí, pero también cada uno de ellos representa un cambio que hace que lo de nuestro alrededor sea cada vez algo más bello, porque no cambiaremos todo, no, pero le vamos dando sentido, y eso ayuda a confiar, a crecer, a saber que el respeto es lo más bello, que amar no es fácil, pero que no es imposible.
Nuestro ser se va formando cada día, va enriqueciéndose de aquello que nos rodea, sabiendo separar lo bello de lo menos bello, valorando cada instante, porque de cada uno siente su grandeza, y así poder ir haciendo un proyecto que va resurgiendo, va tomando su forma, pues, a pesar de las adversidades, tus perlas van siendo cada día mas preciosas y mas resistentes, y así consigues llegar a irradiar esa luz fundamental para que esta vida no sea un simple lugar de paso, sino que tu vas dejando tus huellas y vas intentando hacer que sean profundas, y no para esperar grandes cosas sino para mostrar que ella es en sí bella, y que no siempre la tratamos como debemos.
Los sueños siempre son sueños, pero, cuando estos son bellos y sabes manejarlos, a lo mejor todos no se hacen realidad, pero los suficientes sí, y con ellos vas creando tu propio yo, vas creando posibilidades para salir a flote, vas promoviendo la vida y dando motivos para seguir, para gritar que merece la pena intentarlo, porque sabes que así nunca habrá fracaso, sino días más duros y otros más blandos, pero que son tu día a día lo que hace posible que los sueños se conviertan en algo que tú has creído y has ido forjando con perseverancia.
La realidad es dura, sí, pero más duro es quedarte parado sin hacer nada, llorando por las esquinas o provocando la desilusión, la mentira, o la violencia, allá donde estés; la realidad es la que hay y no más, pero está en ti poderla hacer más llevadera o menos, pues cuando aportas esperanzas, cuando puedes mirar a los ojos, cuando haces tu trabajo y tu buen hacer, y no buscas comparaciones, ni envidias, ni rencores, y sabes perdonar y manejar tu vida, es cuando realmente puedes irradiar luz y fuerza a ti y a los que te rodean, pues todo lo que vas cargando a tus espaldas son obstáculos que te vencerán a ti si no los dominas.
Si te miras adentro verás que todo lo que tienes es bello, que aunque no lo quieras ver tienes lo suficiente para levantar cabeza y luchar por lo que crees; que si alcanzas con la mano tu meta es porque eres capaz de valorar de creer que puedes, de caminar aun siendo el camino pedregoso, que habrá días mejores y otros menos, pero que tú lo vas haciendo posible porque eres grande, porque sabes lo que eres, porque conoces lo que hay a tu alrededor y sabes mostrarlo, sabes ir contra corriente y hacer de lo menos bello algo grande porque lo crees y así lo merece, porque a veces se está arriba y otras abajo, pero lo importante es estar, ser y tener tu forma, que es lo que hará que ante los reflejos tú seas la más bella o, por lo menos, tu forma será diferente pero no por eso la peor.
Hoy tienes esa oportunidad, no la rechaces por un simple enfado o porque no es como te gusta; muestra tu fe, tu fuerza, y tu coraje expresando lo que no has hecho durante un tiempo. Muestra que todo puede ser de forma distinta, porque merece la pena intentarlo y porque la vida es mucho más de lo que aparenta.
EstheR., sé feliz.
Esther Sánchez Orantos
