Si te digo que intentes tomar un lápiz de la mesa, seguramente lo tomarás en tu mano con facilidad y rapidez, pero fíjate que te he dicho que "intentes tomarlo", no he dicho "que lo tomes".
No es lo mismo intentar una cosa que hacerla.
Ten desde ahora muy clara la direferencia.
Algunas veces pensamos que es lo mismo y nos conformamos sólo con intentarlo, y nunca llegamos a hacerlo.
Hay intentos que nos llevan al logro de los objetivos, pero hay otros que nunca dejan de ser intentos.
La pregunta clave es: ¿Lo intento con la suficiente intención de lograrlo o simplemente trato de acallar mi conciencia?
Y, ahora, piensa... ¿eres de lo que lo intentas o de los que lo hacen?
(de la Revista Psicología Práctica)