Es curioso lo que es la vida: unas veces parece recta y otras parece con muchas curvas enrevesadas y no sabes por dónde salir.
Es tópico estar viviendo en una vida en la que es más fácil sentir la derrota que la gloria cuando no se tiene claro el rumbo y nos fijamos más en lo que se ve superficialmente que en lo que realmente merece la pena.
Es una calamidad cuando en vez de construir puentes para unir se construyen murallas y baches para poder decir que somos los mejores del mundo.
Es sumamente alarmante que ante un asesinato por unos locos, que se creen que con la violencia van a salvar al mundo, o van a conseguir un país o un trozo de tierra y lo hacen a través de la violencia, haciendo un daño gratuito a personas inocentes, que solo muestran su buen hacer de cada día, luchan por salir a flote, buscan ese rumbo que tanto nos cuesta a veces.
Es curioso que nos pongamos a la moda de algo cuando no se ha vivido de cerca y no se sabe lo que es; es tremendo que no nos sepamos poner en lugar del otro y nos sintamos valientes porque a nosotros no nos ha tocado.
Es tremendamente doloroso que te creas fuerte por tus circunstancias y no valores la vida lo suficiente para darte cuenta que si todo esto tienen un sentido es porque hay personas suficientes que lo hacen posible en su día a día, y no eres tú la única que luchas y que estás en este mundo, y que la tierra gira no porque estés tú sino porque hay muchas personas que están y lo hacen posible.
Es grande y bello cuando no te derrumbas ante todo esto, ante un mundo que parece estar al revés, y tratas de mostrar tu luz a pesar de que puedas pasar por una loca o una que vive en el mundo de Yupi.
Es poderoso cuando sabes que puedes aportar algo más de lo que se ve a tu mundo, que puedes aportar eso que falta, no a gran escala pero si a tú medida, que esta es la que te rodea, la que tienes y la que es, pero nunca olvidarte que la vida puede dar muchas vueltas y lo que ahora es bueno puede convertirse en menos bueno, pero en ti esta la posibilidad de valorarlo y serenarte para llegar a la cima de la montaña como una gran persona que ha tenido en cuenta a todas las demás.
Cuando muestras tu dolor, cuando dejas de pensar solo en ti, cuando eres capaz de mostrar tus sentimientos, cuando en vez de dar lo peor que hay en ti, lo vano, el orgullo, o la intolerancia, das lo mejor, estás aportando algo diferente a la vida, estás mostrando que puede haber esperanza para aquellos que no saben encontrarla, estás diciendo que merece la pena intentarlo cada día, que con la violencia, con la intolerancia, con la falta de respeto, con todo lo malo del ser humano no se llega a ninguna parte; que para salir adelante hay que luchar con el corazón, con tus manos trabajando, con tus palabras ayudando a serenar las almas, con tus piernas para andar el camino juntos, pero no se puede utilizar todo tu ser para hacer lo contrario a todo ello, pues entonces es cuando no habrá esperanza para nada ni para nadie, y sin embargo la vida te ofrece oportunidades para caminar, para dialogar, para amar, para reír y llorar, para hacer puentes, y unir fronteras, de una forma pacífica y sin sufrimientos.
Todo puede ir como nosotros queramos que vaya porque somos nosotros mismos quienes nos creamos el infierno o el cielo, quienes si utilizamos bien todo lo que tenemos, que es mucho, podemos conseguir algo más bello de lo que estamos viendo y tenemos todas las capacidades para ello.
El coraje se muestra caminando, el valor subiendo montañas, la luz saltando y rodeando los baches, la fuerza cuando das amor en vez de odio, la esperanza es cuando escuchamos, toleramos, y no echamos culpas a nadie de lo que nos sucede; la perseverancia es algo olvidado pero que ayuda a creer en lo que es importante y conseguir aquello que nos proponemos a pesar de equivocarnos: la vida es vivir dignamente y honestamente pensando que no eres tú, somos más, que tu universo no es tuyo: es de muchos y que según lo hagas así te responderá.
EstheR., SO sé feliz.
Esther Sánchez Orantos