Una clave para generar cambios positivos.
En muchas ocasiones me he preguntado porque a muchas personas les cuesta tanto realizar cambios positivos en sus vidas. Y he llegado a la conclusión de que el principal motivo que les retiene, son las “etiquetas negativas” que a lo largo de sus vidas se les han ido colocando.
Desde nuestra más tierna infancia, todos vamos recibiendo a través de los comentarios de nuestros padres, amigos, profesores,… una serie de “etiquetas”, algunas positivas y otras negativas, que poco a poco comienzan a condicionar nuestro comportamiento.
Y es así como llegamos a etiquetas del tipo de: “demasiado serio”, “informal”, “muy tímido”, “nervioso”, “incapaz de concentrarse”, “antipático”,… llegando con el tiempo a confundir esas etiquetas con nuestra propia identidad.
De ese modo, comenzamos a actuar en sintonía con esas “etiquetas” que nos han asignado. Así que por ejemplo si estamos etiquetados como serios, evitaremos hacer comentarios divertidos o comportarnos de algún modo que denote ligereza.
Se produce una batalla en nuestro interior apareciendo preguntas del tipo:
¿Cómo voy a comportarme de otro modo si soy una persona seria?
¿Cómo voy a decir algo brillante si soy una persona torpe?
¿Cómo voy a practicar deporte si soy un patoso?…
Y otras muchas preguntas limitantes como estas.
Porque desafortunadamente, esas etiquetas terminan siendo como una profecía de obligado cumplimiento. Y obviamente cuando se trabaja para mantenerse en congruencia con las etiquetas que se nos han asignado, resulta muy difícil cambiar. Y ahí es donde está el problema: en todo proceso de mejora es imprescindible generar cambios, explorar nuevos caminos más positivos, hacer las cosas de un modo diferente.
Tal vez ha llegado el momento de reflexionar un poco sobre este tema , y comenzar a darte cuenta de cuales son las etiquetas que te están paralizando en tu avance hacia esos resultados que tanto anhelas. Piensa en ellas y toma conciencia de que ninguna persona ES su comportamiento. TODO se puede cambiar. Repito: TODO.
Comienza a crear tus propias etiquetas para ti mismo, pero esta vez en la vertiente positiva. Autoetiquétate como entusiasta, dinámico, emprendedor, visionario, creativo, divertido, apasionado, soñador,… o cualquiera que sean las etiquetas que creas que necesitas para lograr tus sueños, y comienza a actuar en consecuencia.
Rediseña tu “imagen corporativa” colocando conscientemente aquellas etiquetas que te conviertan en la clase de persona que tu sabes que puedes llegar a ser.
© 2012 José María Vicedo –
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