3 Pasos sencillos para enfrentarte a retos y problemas.
Todos tenemos retos y situaciones que resolver en nuestras vidas. Y en muchas ocasiones nos sentimos abrumados o incapaces de ver con claridad de que modo deberíamos actuar o proceder. Si quieres controlar tu enfoque mental para que te ayude a situarte en estados de máximo rendimiento, te recomiendo que sigas este simple proceso de 3 pasos. El poder de esta dinámica de actuación es sencillamente excepcional.
1.-Ver la situación como es, no peor de lo que es.
2.-Visualizar la situación mejor de lo que es, como quieres que sea.
3.-Desarrolla un plan para transformar la situación y toma acción.
1.-Ver la situación como es, no peor de lo que es.
Muchas personas, ante cualquier situación que suponga un reto o un esfuerzo, tienden a verla mucho más difícil o peor de lo que realmente es. Haciendo esto, lo único que consiguen es ver más complicada su resolución, y entrar en un estado emocional carente de recursos.
Mira siempre objetivamente las situaciones. Obsérvalas como realmente son, ni mejor ni peor. De este modo podrás enfrentarlas desde una posición en la que las falsas percepciones sobre su dificultad, no te resten recursos.
2.-Visualizar la situación mejor de lo que es, como quieres que sea.
En este segundo paso, el objetivo es crear una imagen mental lo más clara posible de como queremos que llegue a ser la situación una vez hayamos actuado. Crea una visualización poderosa que te muestre un resultado positivo que te atraiga y te motive a tomar acción.
Eso se llama enfocar en la solución. La mayor parte de las personas, ante un problema, pasan el 90% de su tiempo pensando en el problema, y solo el 10% pensando en la solución a ese problema. Las personas de éxito lo hacen justo al contrario. Dedican solo el 10% de su tiempo al problema, y se enfrascan durante el 90% restante en encontrar soluciones y transformar el problema.
3.-Desarrolla un plan para transformar la situación y toma acción.
Una vez hemos determinado como queremos que llegue a ser la situación, hemos de trazar con la mayor claridad posible el plan que seguiremos para llegar hasta allí. Haz un esbozo de las cosas que tendrás que hacer e inmediatamente comienza a tomar acción.
Este es el elemento crítico: LA ACCIÓN. Sin acción las cosas nunca llegan a suceder. Sin acción no importa lo bueno que sea tu plan. Toma acción de forma poderosa, corrigiendo el rumbo cuando sea necesario, y el avance hacia tus objetivos quedará asegurado.
© 2011 José María Vicedo –
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