EL VERDADERO PERDÓN
Publicado por Uhtred
El verdadero perdón no juzga, ni condena, ni encuentra razón alguna para perdonar. El verdadero perdón lleva la oscuridad del sueño ante la luz de la verdad, y en ella, la oscuridad se desvanece y el sueño desaparece.
El verdadero perdón no perdona nada, pues reconoce el sinsentido de perdonar una ilusión, y en ese reconocimiento, todo queda perdonado.
El verdadero perdón utiliza el sueño como un instrumento, pues sabe que este mundo es el vehículo que te conducirá de regreso a tu verdadero Hogar… puedes retrasar tu vuelta, pero de ningún modo podrás evitarla.
Sólo cuando percibamos la inocencia en todos y en todas partes, estaremos preparados para unirnos con Dios en la eternidad de su amor, y esa inocencia, es la que se observa en la medida en que practicando el perdón, retiramos la culpa que se mantiene oculta en nuestra mente inconsciente. Una vez retirados todos los obstáculos que hemos puesto en el camino hacia el amor, nuestro retorno a la unidad es inmediato y definitivo.
El verdadero perdón es la mano que descorre el velo que ocultaba la presencia del amor eterno e inmutable. El perdón que niega la realidad de lo que en tu mundo parece suceder, es el verdadero perdón.
No es perdón reconocer el “error” para a continuación perdonarlo. Cuando perdonamos desde una actitud de otorgar realidad al error, o lo que es lo mismo, cuando percibimos la ausencia de inocencia, no hacemos más que situarnos en un lugar que no nos corresponde, pues el de jueces, no es un papel que se encuentre entre nuestras verdaderas funciones.
El perdón tal como habitualmente se conoce, no es verdadero perdón, pues se asienta sobre las bases de la arrogancia propia del ego...
Cuando perdonamos el error, nos estamos situando por encima de la otra persona. Estamos diciéndole al otro: mira, tú estás equivocado, y yo tengo razón, pero como soy mucho mejor que tú, y también más espiritual, estoy dispuesto a perdonarte…
Esto no hace sino aumentar la distancia entre tu hermano y tú, y por tanto, perpetuando en tu interior la falsa idea de que eres un ente separado.
Así es como se comportan muchas de las llamadas "personas espirituales". Así es como nos enseña la religión que debemos actuar a fin de alcanzar el cielo, y así es como el mundo del ego prolonga su existencia.
Perdona a tu hermano, pero desde el reconocimiento de su total inocencia, que es la tuya también, y así, llegará el día en que ya no tendrás más nada que perdonar, pues la paz y el amor habrán recuperado el lugar que les corresponde, y del que nunca se han ausentado, excepto en la ilusión.
Perdona a tu hermano, y llegará el día en que ya no tendrás más necesidad de percibir el universo de las formas, y las formas desaparecerán, y ante ti, se revelará el verdadero Universo, el Universo de la Luz.
No más sombras, no más culpa, no más proyecciones, no más percepción. Demos paso a la verdadera creación fruto de un pensamiento de amor total, y de la dicha de compartir nuestra santidad.
Por Anna Horno
"Eres Espíritu.
Eres total e inocente.
Todo está perdonado
y liberado".