¿HAY VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?
Aun te parezca que esta es una de las preguntas trascendentales –de esas que hay que hacer o hacerse de vez en cuando-, será mejor que la desmitifiques y la cambies por otra que sí es realmente importante:
¿HAY VIDA ANTES DE LA MUERTE?
Hay personas que son capaces de soportar cualquier cosa que les suceda porque, en su creencia, esta vida es sólo un trámite para la auténtica, la realmente importante, que comienza tras la muerte.
Pero es un asunto arriesgado confiar en ello y sacrificar las delicias y oportunidades de esta vida en la suposición de que luego haya algo mejor. Es mucho riesgo, y además un desperdicio, no vivir esta vida en la confianza de otra posterior.
Si hay algo después de la muerte y es bueno, mejor.
Si no lo hay no pasa nada. Ya se ha vivido esta vida.
Lo importante es el ahora, que estamos aquí.
Que estamos vivos.
Que hay vida.
Lo que haya después en ningún caso tiene que condicionar el presente. No hay que conformarse con una resignación dolorosa pensando que a esta vida se viene a sufrir, que las desgracias son “una prueba que Dios nos manda” –como dicen los sacerdotes-, que este mundo es “un valle de lágrimas” –como dicen los salmos-.
La vida es un regalo de Dios y es un excelente regalo.
Por eso hay que vivirla con atención y con felicidad.
¿Hay vida antes de la muerte?
¿Hay vida en mi vida?
Cuando tengas resueltas estas preguntas encontrarás otra distinta, y auténtica, a la duda de si hay vida después de la muerte.