LA DEPRESIÓN
Escrito por Psicóloga Jaquelina Pievaroli
Ante todo, hacer una salvedad muy importante antes de continuar, sobre la diferencia que hay entre vivir un trastorno de depresión clínica y pasar por un estado depresivo como reacción a una situación dolorosa, como puede ser la muerte de un ser querido, un divorcio, una mudanza, cambio de país, etc., y que se caracteriza por ser puntual en relación a nuestra vida.
Es tan importante reconocer la diferencia como no dejar de ocuparnos de ninguno de los dos estados.
El trastorno depresivo tiene la dificultad de que no es fácil de reconocer por parte de la persona que lo está sufriendo, y por ésta razón es normal que pidan ayuda a los profesionales cuando ya han pasado años padeciéndola.
Existen algunos signos que pueden ayudarnos a identificarla, como pueden ser:
TRISTEZA PERMANENTE
SENSACIÓN DE INCOMPRENSIÓN
AISLAMIENTO.
PÉRDIDA DE INTERÉS O PLACER EN ACTIVIDADES QUE SUELE DISFRUTAR O DE CARÁCTER COTIDIANO.
PÉRDIDA O AUMENTO DE PESO.
DIFICULTAD PARA DORMIR O SUEÑO EXCESIVO.
DIFICULTADES DE CONCENTRACIÓN.
CANSANCIO EXCESIVO.
PÉRDIDA DE ENERGÍA.
QUE LAS ACTIVIDADES SENCILLAS REQUIEREN UN ESFUERZO EXTRA.
SENTIMIENTOS DE DESVALORIZACIÓN, BAJA AUTOESTIMA, DESVALORIZACIÓN CONSTANTE.
IDEAS DE MUERTE O DE SUICIDIO.
FALTA DE ESPERANZA EN EL FUTURO.
Es decir, vemos como quedan afectados diversos y múltiples aspectos de nuestra vida, influyendo en la manera de percibir la realidad.
La sensación que acompaña a estos síntomas es la de que no hay salida, que no hay camino por donde seguir.
Muchas veces podemos creer que es una cuestión de voluntad, de que “tienes que…”, y no es así, es importante reconocerla como una enfermedad que requiere intervención profesional.
La intervención es importante sostenerla desde la psiquiatría, con una medicación adecuada en tipo y dosis, y con intervención psicológica con la psicoterapia para realizar cambios de patrones y así evitar el riesgo a recaídas.
Al principio puede haber mucha resistencia a tomar la medicación o a empezar la psicoterapia, por la creencia de ser un fracasado o un loco. Pero también sabemos que cuando se da un paso hacia adelante y se toma la decisión de mejorar, los efectos se van viendo paso a paso lo que anima al sostenimiento de los tratamientos. Son tratamientos que llevan tiempo y que no son recomendables abandonarlos totalmente.
Quisiera compartir con ustedes un video que nos habla de la depresión desde la vivencia de algunas personas, y plantear una pregunta que me ha resonado durante todo el artículo y que es: ¿por qué aguantar el sufrimiento, si no hace falta?
Reconozcámonos como humanos, pidamos ayuda, revisemos nuestra adicción al sufrimiento,
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=JryfLVQwZJ0 Un saludo para todos
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