Sabias palabras son las de aquellos que saben dar luz y fuerza para poder guiarte en la vida.
Grandes son los que con su sencillez son capaces de mostrar su ser sin pedir a cambio más que una sonrisa, y lo bello es que hay los suficientes para enseñarnos día a día a crecer, a cómo empezar cada día con una sonrisa, a hacernos evolucionar sin decaer en el intento.
Sabias personas son las que saben expresar lo que sienten y no les duele gritarlo porque no tienen miedo a que les confundan con otra cosa.
Sabias son las personas que con su sencillez muestran que hay más por lo que reír y luchar que por lo que llorar y hacerse el mundo de dentro oscuro por creerse víctimas de algo que no merece la pena.
La sabiduría es aquella que se lleva dentro y se expulsa hacia afuera de una forma natural y sin creerse más que nadie ni menos. Cada uno es como es y todos podemos tener esa sabiduría de saber cómo, cuándo, por qué y de qué manera llevarla a la luz.
Sabiduría es la de aquel que da lo mejor de si mismo, olvidándose de su egocentrismo y dando a los que le rodean lo mejor que tiene que es su tesoro, su forma y su ser.
Para llegar a ella solo hace falta silenciar tu alma para poderla escuchar y valorar todo lo que sucede a tu alrededor de una forma diferente y realista pero con ganas de aprender de ello; con fuerza para saber que nada es fácil, pero que no por ello es imposible; con coraje para saber que tienes luz suficiente para llegar a los sitios que de verdad importa, a los corazones de las personas que amas, que compartes y que están.
Ser sabio es saber llegar, saber estar, saber que todo cuesta, pero que siempre se puede empezar y averiguar día a día que la vida es como es y no más, pero que hay que agradecerla porque estamos y la contamos, la vivimos y no nos vive ella a nosotros; es sentirse pequeño aunque te adulen, y ser tolerante, dialogar y escuchar a los que te rodean.
Quizás no siempre tengas la solución al instante, no, pero sí tienes la posibilidad de pensarlo, de comportarte como un verdadero humano dando lo mejor a pesar de no ser siempre reconocido lo que haces, pues con que lo sepas tú ya es más que suficiente.
La vida nos va llevando por esos camino, duros, tristes y peligrosos, pero también nos da la oportunidad de renovarnos e intentarlo, con las equivocaciones correspondientes, pero con la fuerza y la luz suficiente para ser dignos de vivirla, digerirla y darle ese sentido necesario para estar y ser como somos.
No siempre es fácil, siempre tropiezas, pero lo bello es que te puedes levantar porque a tu alrededor hay personas que lo necesitan, necesitan de tu luz y de tu coraje para salir a flote y con ello te levantas tú y sigues adelante teniendo ese motivo para vivir.
EstheR SO., sé feliz.
(Esther Sánchez Orantos)
