¿Sabes lo que te importa de verdad?
Aprende a diferenciar las cosas importantes de las que no lo son y emplea tu tiempo sólo en las primeras.
Hace poco, escribí un artículo para la revista COSMOPOLITAN, sobre la fundación “Lo que de verdad importa”, cuya fundadora María Franco, creó tras leer el libro “What really matters”, de Nicholas Fortsman, un multimillonario americano que se enteró de que tenía una enfermedad terminal y escribió sus últimas reflexiones sobre las cosas que de verdad le importaban en la vida, para que sus hijos pequeños tuvieran su guía cuando hubiese muerto.
Tras escribir mi artículo, empecé a pensar en la cantidad de veces en que las personas nos preocupamos y nos ocupamos en cosas que no tienen importancia ninguna. Malos rollos; discusiones inútiles; personas que nos cargan de negatividad; envidias; comparaciones absurdas; intentar defendernos de quien nos ataca estúpidamente y sin fundamento; intentar que nos conozca realmente quien en el fondo no nos quiere conocer; preocupación por lo que piensen los demás sobre nosotros; etc.
Seguro que tú recuerdas más cosas que no son importantes, pero en las que has malgastado tu tiempo y tu energía, tu esfuerzo y tu tenacidad, para después no obtener ningún resultado positivo y sí muchos negativos. Pero, ¿te has hecho la pregunta necesaria, antes de exponerte a perder tu dignidad y tu autoestima? “¿Esto me importa realmente?” Podríamos añadir unas cuantas más: ¿Me merece la pena? ¿Me llevará a algún sitio? ¿Tiene que ver conmigo? ¿Quiero que esto tenga que ver conmigo?
Cuando te respondes, es cuando dejas de perder el tiempo y ya no lo malgastas nunca más en tonterías. Y si alguien intenta atraparte en las redes de su juego, para que malgastes tu tiempo en una discusión o en algo negativo que te hará sentir mal, haz como enseñan en el programa de televisión “Supernanny, no prestes atención al comportamiento negativo y valora, sin embargo, todas las actitudes positivas que tienen las personas que conoces. Seguramente, serán otras personas, por supuesto. La sabiduría popular es muy sabia: “A palabras necias, oídos sordos.” Como aparecía en un reloj en la película Lo que el viento se llevó: “El tiempo es la materia de la que está hecha la vida”. Eso está claro, pero ¿cuántas veces nos olvidamos de ello, tras la cotidianidad del día a día? Y no hace falta comparar tu vida con la vida de personas con un problema tan grave que hace que sea fácil darse cuenta de esto. Puedes ser consciente ahora mismo. Sólo necesitas discernir, diferenciar, y descubrir tus prioridades en la vida. Sígueñas y deja a un lado lo demás. Ocúpate sólo de seguir y trabajar por tus sueños; lo que amas; lo que te hace feliz. Aprender esta lección es indispensable para avanzar. De otro modo, los caminos se cruzan sin que lleguemos a recorrer ninguno. Para llegar al final del mismo, debemos elegir y desechar lo que no nos interesa o lo que no nos conviene, y esto significará que habremos avanzado.
Mar Cantero Sánchez
Escritora, coach y asesora literaria
www.marcanterosanchez.com
