El deseo, cuando es auténtico, lleva implícito una energía constructora y una fuerza capaz de obrar milagros.
Pero no basta con tener un deseo y esperar que se realice él solo. Obligatoriamente tienes que colaborar.
Los deseos han de ser coherentes, y tener una buena cantidad de posibilidades de llegar a convertirse en realidades. Es absurdo desear convertirse en la Reina de Saba o en el inventor de la rueda.
Hay una serie de condiciones que se han de juntar para que un deseo pase de la fantasía o del sueño a la realidad.
HAY QUE DESEARLO
Parece muy obvio, pero hay que desearlo de verdad y con fervor.
Si es simplemente una idea difusa, leve, algo que sólo calificamos como utopía, y añadimos con un tono de derrota “que nunca se realizará”, efectivamente, nunca se realizará.
Uno puede desear tener un puesto más elevado, o más poder, pero al mismo tiempo le puede asustar la responsabilidad que implicará, por lo que no pondrá el empeño suficiente o, simplemente, lo boicoteará.
Cuando deseas algo de verdad y con intensidad, todo se pone en marcha y a tu favor para que se realice.
CONFIANZA PLENA EN LOS RECURSOS
La autoconfianza te va a proporcionar la seguridad en que podrás llevar a cabo lo que te propongas. Es una sensación de poder interno que es imprescindible, porque te afirma que todos tus recursos y capacidades se van a poner de parte del logro.
La falta de una autoestima correcta te va a poner zancadillas: si no sientes con firmeza que tienes derecho a que se cumplan tus deseos, que te los mereces y eres digno de ellos, no se cumplirán.
TENER OBJETIVOS CONCRETOS
No creas que te vale con algún sueño fugaz de lo que te gustaría alcanzar, ni con generalidades (felicidad, estar bien, etc.) tienes que concretar, tienes que definir, hacer un proyecto sólido, tienes que “darle forma” insistiendo en ello.
También es bueno que lo digas en voz alta, para cosificarlo.
TIENES QUE ELABORAR UN PLAN DE ACCIÓN
Tienes que pasar a la acción. Sin tu esfuerzo no va a ser posible. No te quedes esperando a los Reyes Magos. No va a aparecer el hada con la varita mágica. A trabajar.
ATENTO A LAS OPORTUNIDADES
Estate muy atento. Que se cumplan tus deseos es un asunto lo suficientemente importante como para que le des prioridad en tu atención. Deja la antena puesta para que te avise cuando sea un momento de hacer. No siempre va a ser obvio y evidente, ni tendrá un letrero que indique dónde es.
SI FRACASAS, NO PASA NADA
Tienes que estar preparado para la posibilidad de que no salga como tú quisieras; puede haber decepciones, pero conviértelas en nuevas oportunidades. Entiéndelas como paradas para tomar aliento y seguir, y no para estancarte. Cambia la palabra “fracaso” por experiencia que lleva una lección incorporada.
SÁCATE PROVECHO
Conoce y maneja tus recursos: talentos, habilidades, energía, relaciones, conocimientos…
