Aun cuando la desesperanza se adentra en tu corazón por las circunstancias tan adversas que aparezcan, tienes que saber que debes serenar el alma y no dejarte llevar por la ira de la impotencia, que lo único que hace es poner trabas a tu estado y empeorar lo que hay a tu alrededor, porque los nervios son muy traicioneros y no siempre ayudan a buscar opciones, movimientos, sentidos y rumbo, sino que ponen grandes piedras que obstruyen y nos llevan a actuar de una forma incoherente y sin sentido, perdiendo ese motivo que te impulsa a ser luchadora, con coraje, fuerza y luz, pues la desesperanza es para aquellos que no ven mas allá, que solo se miran a ellos y no son capaces de mirar con los ojos del corazón y se pierden en medio de un ego, y así les impide ver que su camino recorrido ha sido de grandes logros -a veces de una manera dura, otras, tapando agujeros hechos por el agobio-, pero que de todo se ha salido en el momento que uno se da cuenta de lo que es, de cómo es, y de todo lo que lleva dentro.
Aun cuando el desasosiego es tan inmenso que crees estar naufragando en un mundo sin sentido, aun cuando tú misma te cierras las puertas, siempre hay algo que te hace levantarte y parar y dejar tus miedos y plantar cara a la vida, porque te das el permiso de confiar en tus posibilidades, en no cegarte en lo que te gustaría, sino que miras la realidad , la analizas, y empiezas a sentir que puedes hacerlo, porque no hay un bache tan enorme que no puedas saltar cuando dejas de pensar en pequeñeces y cosas absurdas y de verdad quieres vivir coherentemente, no pidiendo algo excesivo pero sí lo más digno, y así nunca dejarás de ser tú misma, y aportarás esa luz a ti y a los que te rodean, porque todo es lucha, no de fuerza, sino de dar un sentido y querer mirar adelante dejando atrás lo que fue o dejó de ser, o lo que pueda pasar o no, porque así es la única manera que no cerrarás puertas ni construirás grandes murallas para evitarte el dolor, pues este siempre está ahí, pero tu aprenderás a sacar hacia afuera lo mejor, para marcar la diferencia y seguir aprendiendo y avanzando en medio de una noche oscura sin luna, pues ésta está de todas maneras.
Aun cuando estás rodeada de tenebrismos, de estafas, de cosas injustas, de algo que piensas que no puedes con ello, te das cuenta que no se trata de salvar a un mundo entero , sino de saber estar en tus posibilidades, con esos pequeños detalles, con esos mensajes cortos, con ese saber sentir y expresar lo que llevas dentro, dando una oportunidad siempre y sin juzgar, sabiendo escuchar al que lo necesita, porque muchas veces damos por hecho cosas que son necesarias decir y mostrar, porque creernos dioses e imprescindibles no es bueno ni bello, mostrarnos intolerantes por no saber salvar situaciones que nos suceden no ayudan a aportar soluciones, solo cierran pasos en el sendero de la vida que empobrecen nuestra existencia, la agarrotan, y no te dejan sentir ni mirar el horizonte para llenarlos de expectativas buenas, aunque te puedas equivocar y no saber reaccionar siempre, pero en el fondo sabes que la luz está en donde tú la busques y siempre que no te dejes llevar por la corriente del río que más fuerza lleva, que no siempre es la más indicada.
Aun cuando todo parece una utopía difícil de conseguir, aun cuando todo está en tu contra y nada parece ir bien, siempre tendrás la oportunidad de vencerte a ti misma, olvidarte de los “no puedo”, o “soy lo peor”, para vencerte a ti misma que eres tu pero enemiga, pues si tú no crees en ti nadie lo hará, y siempre has dado pasos, siempre lo has intentado, con ayuda o sin ella, y estás aquí contándolo, y aunque nadie lo crea tú si lo sabes y así has aportado tu luz, fuerza y coraje, y has hecho de algo imposible algo posible para los que más quieres y te rodean, y para esas personas que siempre han estado y merecen la pena siempre, dejando atrás a las cometas que solo hieren como hienas pero que se hunden en su propio barco por no saber ser y estar.
Y aún los aúnes que existan hoy doy gracias por haberlo intentado.
Hoy parece un día más y no lo es; hoy estoy, mañana no sé, y hoy lo hemos conseguido que no es poco.
EstheR., sé feliz.
Esther Sánchez Orantos
