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 EL GUIÓN TRANSGENERACIONAL - 1ª parte



Febrero 03, 2013, 06:18:29 am
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EL GUIÓN TRANSGENERACIONAL - 1ª parte
« en: Febrero 03, 2013, 06:18:29 am »
EL GUIÓN TRANSGENERACIONAL DEL ANÁLISIS TRANSACCIONAL
(Escrito por Gloria Noriega)


Los individuos y sus familias manifiestan en su comportamiento la influencia de su ancestros, aún sin haberlos conocidos. Esto se debe a la comunicación inconsistente que corre entre sus miembros de una generación a otra. Las organizaciones no son una excepción, éstas también tienen un guión de vida basado en la personalidad de su fundador.

Resumen:

Los individuos y sus familias manifiestan en su comportamiento la influencia de su ancestros, aún sin haberlos conocidos. Esto se debe a la comunicación inconsistente que corre entre sus miembros de una generación a otra. Las organizaciones no son una excepción, éstas también tienen un guión de vida basado en la personalidad de su fundador. Tomando como base los datos biográficos y las recientes discusiones sobre la personalidad de Eric Berne, la autora pretende analizar el guión transgeneracional del análisis transaccional. La finalidad es comprender la manera como dicho guión puede estar afectando el desarrollo de las organizaciones de AT, mejorar la difusión del análisis transaccional y enfocar nuestro trabajo profesional en lograr el reconocimiento académico que se merece. La propuesta es modificar la lectura de dicha narrativa, tomado conciencia del papel fundamental que ocupamos los analistas transaccionales en la manera como enseñamos y difundimos esta teoría. Podemos reconstruir la parte limitante de este guión al tiempo de reforzar lo positivo del mismo y reconocer el valor de las aportaciones de Eric Berne a la humanidad.

Palabras clave: Guiones transgeneracionales, guiones organizacionales, genealogía, Eric Berne, análisis transaccional

Algo que desde estudiante siempre me llamó la atención mientras estudiaba las diferentes teorías de la personalidad fue el conocer los datos biográficos de su autor, ya que en su teoría proyecta su personalidad, creencias, valores y sentimientos, así como la situaciones por las que atraviesa en su vida, es decir su propio guión de vida.

Sin embargo, por lo que se refiere a Eric Berne hasta hace poco tiempo he empezado a reflexionar sobre la influencia de su personalidad, sus experiencias y el contexto en el que él vivió en relación al desarrollo, formas de enseñanza y difusión de su teoría, tal vez porque yo misma sin darme cuenta estaba siguiendo el guión transgeneracional del análisis transaccional.

De manera similar a los individuos, las organizaciones también tienen un guión de vida. El guión de una organización se encuentra basado en la personalidad de su fundador, en su motivación inicial, el origen de sus decisiones y sus actitudes al momento de su creación.

Al igual que uno puede estar siguiendo el guión de sus abuelos, aún sin haberlos conocido, es posible que una organización, o los seguidores de una teoría, en este caso los analistas transaccionales, podamos estar siguiendo, sin darnos cuenta, el mismo guión de competencia, arrogancia y aislamiento de Berne.

Entiendo que esto suena muy duro, sin embargo al menos en mi experiencia, he visto como se bloquea el posible intercambio colegial y académico cuando algún colega se resiste a someter un manuscrito a consideración para ser publicado en una revista internacional, que facilitaría el intercambio colegial y académico.

Además, ¿cómo es que podríamos superar este guión organizacional si no tomamos conciencia de su existencia? El análisis transaccional en efecto es una teoría efectiva y sumamente útil para trabajar en todos sus campos de aplicación, ¿qué nos sucede entonces para que el AT no haya logrado tener el reconocimiento académico que se merece? Creo yo que una de las respuestas es el estar siguiendo de manera inconsciente el guión de su fundador transmitido a través de una comunicación consciente por medio de actitudes, creencias y sentimientos a través de los años.

La Asociación Internacional de Análisis Transaccional (The Internacional Transactional Análisis Association) comúnmente conocida como la ITAA, fue fundada por Eric Berne en 1964, como una continuidad de los Seminarios de San Francisco en donde semanalmente él discutía su teoría con sus primeros discípulos los martes por la noche.

Los Seminarios de San Francisco fueron de gran importancia tanto para el mismo Berne como para otras muchas personas y para el desarrollo inicial del análisis transaccional. La personalidad de Berne, aunque controversial en sus confrontaciones, era atrayente y sus ideas, los sabemos todos, sumamente brillantes y avanzadas para su época. Berne fue un genio y tal vez como muchos otros genios su personalidad resultaba ser controvertida.

Me sentí motivada para escribir sobre este tema después de la lectura fascinante de algunos colegas, reflexionando y discutiendo sobre la evolución del análisis transaccional, debido a que a pesar de tratarse de de una eficiente teoría de la personalidad y de las relaciones humanas, no ha logrado el reconocimiento y difusión que han alcanzado otras teorías de la misma época, como es el caso de las terapias coginitivo conductuales y del psicoanálisis contemporáneo.

Fanita English, inició un diálogo en el Script (English, 2007) el periódico mensual de la ITAA, con un artículo titulado “Ahora yo soy una Analista Transaccional Cognitiva y ¿Tú lo eres? “donde comparte de una manera apasionada y valiente, sus sentimientos de disgusto, celos y competencia cada vez que lee en la prensa, en las revistas psicológicas o en los programas académicos artículos de investigación que prueban la efectividad de la “terapia cognitiva”.

Esta experiencia llevo a Fanita a preguntarse:

“¿Por qué el análisis transaccional no ha sido reconocido por su efectividad junto con las terapias cognitivas? ¿Será que nosotros como un grupo especial estamos pidiendo ser ignorados? “(p.6).

Fanita recuerda en su artículo, que Berne tenía una formación como psicoanalista y fue rechazado de su grupo debido a su libro La Mente en Acción (The Mind in Action), (Berne, 1947), donde planteó la teoría psicoanalítica en un lenguaje más accesible para el público en general. ¡Berne nunca se recuperó de este rechazo! Dicho rechazo provocó su arrogancia defensiva que lo llevó a determinar:

“¡Yo les voy a demostrar a ellos y al mundo el valor del análisis transaccional, y ellos lo van a lamentar!. ¡Los psicoanalistas pueden analizar la psique, yo puedo analizar transacciones y probar que puedo hacerlo mejor que ellos. Al igual que Freud yo puedo fundar una organización y excluirlos de la manera como ellos me han excluido a mi!” (English, 2007, p.6).

Además Fanita agrega:

“Nuestras actitudes de aislamiento que iniciaron con Berne y su rebelión en contra del psicoanálisis, ahora son parte de nuestra cultura y necesitan ser revisadas, así como le decimos a un cliente que revise sus conclusiones arcaicas y contraproductivas de sobrevivencia. Berne fue un genio creativo al proporcionar una enorme contribución al campo de la psicoterapia, pero también tenía un Niño muy lastimado y enojado que quería darle un golpe en la nariz al entorno psicoanalítico que no lo había aceptado” (English, 2007, p.6).

Fanita concluye su artículo diciendo: “La ITAA-la organización fundada por Berne- debe de soltar su epiargumento de arrogancia defensiva que nos aísla. Debemos de encontrar maneras de conectarnos con otras escuelas de terapia y comunicación afines, así como incrementar nuestras relaciones públicas” (English, 2007, p.6).

Bill Cornell (2007, p.2), en su artículo “No, Fanita, Yo no soy un Analista Transaccional Cognitivo”, respondió coincidiendo con la tesis de Fanita por lo que se refiere al aislamiento del AT, sin embargo difiere en cuanto a identificarse a sí mismo como un terapeuta cognitivo, porque considera que el análisis transaccional proporciona un modelo comprensible, que actualmente tiene más en común con el psicoanálisis contemporáneo.

Cornell (2007), menciona que las declaraciones de Fanita amplifican la preocupación que ha tenido sobre el análisis transaccional con respecto a sus tendencias de aislamiento y superioridad: “Las actitudes de aislamiento que prevalecieron en los inicios del AT todavía crean serios problemas en la percepción del análisis transaccional dentro de varias comunidades profesionales “(p.2).

Finalmente, en su respuesta Cornell agregó: “Nuestro legado de Berne es complicado. Por un lado hemos recibido grandes regalos, tales como su determinación para crear una psicoterapia transcultural, su comprensión del guión, el uso de contratos, su teoría de grupos y sus esfuerzos para crear un sistema accesible y amigable. Sin embargo también tenemos el legado de sus aspectos problemáticos “(p.2).

Considero importante aclarar que Eric Berne estaba únicamente en contra del psicoanálisis ortodoxo, dado que él mismo reconoció que Fairbairn, con su teoría de relaciones objetales, era el puente entre el análisis transaccional y el psicoanálisis (Berne, 1974). Por lo tanto, no es una casualidad que los últimos avances del análisis transaccional se encuentren relacionados con el psicoanálisis contemporáneo mismo, que se encuentra basado en la teoría de relaciones objetales.

El análisis transaccional fue importado a Latino América por el Dr. Roberto Kertrsz, quien fundó en 1976 la Asociación Latino Americana de Análisis Transanccional (ALAT), alcanzando popularidad rápidamente a través de su libro Manual de Análisis Transaccional (1977), que escribió junto con Guillermo Induni. Ellos realizaron una simplificación adicional al AT, presentándolo como un sistema integrado por “Diez Instrumentos” con un enfoque cognitivo conductual, a la vez que ALAT creó su propio programa de entrenamiento y certificación de analistas transaccionales.

Desde mi punto de vista, la popularidad del libro de Kertesz e Induni en Latino América, fue muy similar a la popularidad que alcanzó en Estados Unidos la publicación del libro de Berne (1964), Los Juegos en que participamos; al mismo tiempo que ALAT fue creada como una asociación réplica de ITAA en Latino América, rompiendo el vínculo directo con la ITAA.

En el prólogo de este libro, Guillermo Induni hace mención al lenguaje sencillo y claro del AT, considerándolo como: (….) el aporte más importante de la ciencias de la conducta para la población en general, agregando (…) por su misma sencillez ha sido rechazado en varios círculos científicos y académicos” y propone la “Verificación experimental y estadística en el plano de la validación filosófica que involucre la comprensión del hombre."

Sin embargo nada de esto realmente ha sucedido, a la sencillez de la teoría de Berne , se le sumó una simplificación todavía mayor de sus conceptos teóricos, que lejos de ayudar contribuyó más al aislamiento del análisis transaccional. Este es el caso actual de Latino América, que por muchos años se ha encontrado llevando a cabo un entrenamiento y certificación “diferente” del resto del mundo.

Creo yo que este aislamiento de ALAT de la comunidad internacional no se debe nada más al idioma, sino a un guión transgeneracional, el cual ha venido atravesando generaciones. Podemos observar este guión desde Freud, seguido por Berne y otros más, en contra del psicoanálisis ortodoxo freudiano, y culminado con Kertész en Latino América al crear una teoría con normas de entrenamiento y certificación diferentes a las de la ITAA y por ende al resto del mundo.

Por supuesto todo esto ha sucedido de manera inconsciente, como suele suceder con los guiones transgeneracionales, al tiempo que nos enganchamos en una papa caliente, que en este caso produce un juego psicológico inconsciente con una fuerte necesidad subyacente de reconocimiento y legitimidad, a la vez que produce un rechazo como pago final, donde además los “rebeldes” o resistentes terminan haciendo lo mismo a lo que originalmente se rebelaron, un manejo ortodoxo de sus propias teorías.

Mis primeros conocimientos del AT los recibí de maestros certificados por ALAT. Recuerdo que en aquel tiempo se despreciaba al psicoanálisis y se hacían bromas con respecto al tiempo que uno puede “perder” analizándose, el eslogan era: “Cúrate primero y analízate después”.

Yo no conocí a Eric Berne, sin embargo he leído sus biografías y he escuchado múltiples anécdotas de personas que lo conocieron. Fue a través de Muriel James cuando posteriormente yo entré en contacto con ITAA y descubrí una gran parte de la teoría y del manejo del AT que hasta entonces no conocía, ella fue mi entrenadora y supervisora por varios años. Por esta razón yo resulto ser parte de la tercera generación de analistas transaccionales. Dado que Muriel fue discípula de Eric Berne.

A través de los años, diversos autores hemos contribuido a la evolución del análisis transaccional. Los premios Eric Berne reflejan el desarrollo de la teoría a través de los años, así como la integración del AT con las terapias cognitivo conductuales, el psicoanálisis contemporáneo y otras teorías psicológicas afines.

El AT está cambiando y nosotros, los analistas transaccionales, también necesitamos reflexionar sobre nuestras formas de pensar y actuar, así como revisar la manera como enseñamos el AT. Necesitamos soltar los aspectos negativos inconscientes del guión transgeneracional del análisis transaccional y reforzar los aspectos positivos del mismo en donde se incluye el aspecto transcultural, humanista y existencial de esta teoría.

A través de los años, diversos autores hemos contribuido a la evolución del análisis transaccional. Los premios Eric Berne reflejan el desarrollo de la teoría a través de los años, así como la integración del AT con las terapias cognitivo conductuales, el psicoanálisis contemporáneo y otras teorías psicológicas afines.

El AT está cambiando y nosotros, los analistas transaccionales, también necesitamos reflexionar sobre nuestras formas de pensar y actuar, así como revisar la manera como enseñamos el AT. Necesitamos soltar los aspectos negativos inconscientes del guión transgeneracional del análisis transaccional y reforzar los aspectos positivos del mismo en donde se incluye el aspecto transcultural, humanista y existencial de esta teoría.

 

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