Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 DICCIONARIO DE PSICOLOGÍA - 1ª parte



Febrero 04, 2013, 05:56:57 am
Leído 1858 veces

Desconectado elisa

  • Hero Member
  • *****

  • 708
    Mensajes

  • Karma: 1

DICCIONARIO DE PSICOLOGÍA - 1ª parte
« en: Febrero 04, 2013, 05:56:57 am »
AGORAFOBIA

Se trata del miedo a espacios abiertos, a salir de casa o de lugares reconocidos como seguros, sin estar acompañado/a. La permanencia en espacios amplios donde hay tumulto, o donde no se encuentra una salida fácil o a la vista, desencadena el miedo. De este modo, la persona con agorafobia comienza a dar las consecuentes respuestas de evitación, al medio que considera amenazante, agudizando los síntomas, por lo que es muy importante un tratamiento de exposición progresiva y des-aprendizaje de la ansiedad.

ANGUSTIA

Con este término se suele definir la sensación o percepción subjetiva de la ansiedad, por lo que se consideran sinónimos. La angustia, es muy similar al estado que domina a la persona con miedo. En ambos casos, existe una sensación subjetiva y psicológica de temor y amenaza, así como una serie de síntomas corporales y respuestas del organismo, que son muy similares a las que presentan los animales cuando tienen que huir de una amenaza. Entre el miedo y la angustia hay una serie de matices que nos permiten diferenciarlos. El miedo es una reacción normal ante un peligro "real" externo, mientras que la angustia, aparece por un sentimiento aparentemente inmotivado y en la mayoría de los casos, ajeno a las circunstancias externas. La angustia es un miedo indefinido, no concreto y desproporcionado. Existen periodos en el desarrollo evolutivo de la persona, en los que la aparición de la angustia es considerada una respuesta normal y acorde a las circunstancias vitales adversas, tales como pérdidas, separaciones de seres queridos, problemas laborales, etc.

ANOREXIA NERVIOSA

La anorexia nerviosa se caracteriza por la pérdida de peso debido a la restricción drástica y voluntaria de comer. La excesiva preocupación por la imagen en nuestra sociedad actual, en la que la delgadez es un valor o requisito fundamental del actual canon de belleza, tiene como consecuencia, en algunos casos, el miedo desproporcionado a engordar.

Este miedo aparece, en una alta frecuencia, durante la adolescencia, etapa en la que la opinión de los demás y la aceptación social adquiere en ocasiones demasiada importancia, sobre todo en la mujer, culturalmente más expuesta a las exigencias estéticas. No obstante, en la actualidad, se está generando una tendencia similar, en cuanto a exigencias, hacía el modelo estético masculino, por lo que cada vez son más los hombres que pueden llegar a desarrollar una preocupación desproporcionada por el peso, con la consecuente restricción alimentaria.

Factores ambientales y rasgos de personalidad, como una elevada auto exigencia y necesidad de control así como una tendencia al perfeccionismo, aumentan considerablemente la posibilidad de padecer este trastorno.

ANORGASMIA

Dificultad para alcanzar el orgasmo. Si hasta hace apenas unas décadas la mujer tenía prohibido desear y por lo tanto sentir placer durante la relación sexual, parece que en las tres últimas décadas, una mujer realizada es una mujer sexualmente activa, lo que se mide, erróneamente, por su capacidad de llegar al orgasmo y el número alcanzado.

Esta variable de presión, junto a una actitud negativa hacia la sexualidad, ya sea por factores de educación, de religión o personales, influye de manera determinante: la ansiedad por alcanzar el orgasmo impide la suficiente relajación como para que se derive de la respuesta sexual.

ANSIEDAD

La ansiedad es una reacción normal en el ser humano, siempre que ésta sea proporcionada al estímulo que la desencadena. Sentiremos ansiedad antes de un examen, en una entrevista de trabajo o ante una situación objetivamente tensa. Por lo general la ansiedad es una respuesta adaptativa. Unos niveles bajos de ansiedad pueden ser óptimos para nuestra vida cotidiana, de este modo, acordarnos de mirar a un lado y a otro antes de cruzar la calle, hasta coger un paño antes de tocar la cacerola que está en el fuego, son buenos ejemplos de como la ansiedad influye sobre nuestra conducta de forma positiva. La ansiedad, entendida como proporcionada con respecto a la exigencia u obstáculo a afrontar, ayuda incluso a aumentar el rendimiento. La ley de Yertes-Dobson (1908), describe la relación existente entre ansiedad y rendimiento: ante un determinado problema o situación estresante como presentarse a un examen, la ansiedad aumenta, pero también la eficacia, atención y rendimiento en la respuesta, siempre que no se pase de unos límites,que no harán sino bajar nuestra atención y bloquear los procesos de recuperación de la información. En cambio, cuando aparece de forma injustificada, sin razón aparente o ante estímulos o situaciones que no suponen una amenaza real, hasta el punto de interferir en nuestra vida diaria, se habla de una ansiedad des-adaptativa.

Esta ansiedad desproporcionada y por lo tanto dará lugar a las distintas manifestaciones o cuadros de ansiedad, como son:

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)
Crisis de Ansiedad
Agorafobia
Crisis de pánico
En la actualidad, el tratamiento de la ansiedad desde la psicología cognitivo-conductual, está dando resultados muy positivos, mediante la exposición progresiva al estímulo que genera la alerta y el desarrollo de habilidades de afrontamiento y des-aprendizaje de la ansiedad.

AUTOESTIMA

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. El ser humano se percibe a nivel sensorial; piensa sobre sí mismo y sobre sus comportamientos; se evalúa y los evalúa; siente, en consecuencia, emociones relacionadas consigo mismo. Todo ello evoca tendencias de actuación acordes con sus percepciones pensamientos, evaluaciones y sentimientos. Puede ocurrir, por ejemplo, que una persona se vea con unos kilos de más, y piense de sí misma que es fea y poco atractiva, y que su aspecto "no da la talla" para ser apreciada por los demás; lo cual puede provocar sentimientos de vergüenza y una tendencia a evitar la compañía de otras personas. Esta actitud formaría parte de su autoestima, negativa en este caso. Todo ser humano tiene unas actitudes, positivas o negativas, hacia sí mismo. Nadie puede dejar de pensar sobre sí mismo ni de evaluarse. Todos, pues, desarrollamos una autoestima suficiente o deficiente, positiva o negativa, aunque no seamos conscientes de ello. Ocurre que es necesario un entorno facilitador de la toma de conciencia y el desarrollo de esas potencialidades.

CONTROL DE ESFÍNTERES

En la mayoría de los niños, el control de los esfínteres ocurre espontáneamente siguiendo una secuencia evolutiva que comienza con la adquisición del control intestinal durante la noche seguido del control diurno entre los dieciocho y los veinticuatro meses. Casi de inmediato se sucede el control diurno de la vejiga seguido del nocturno. Entre los cuatro y los cinco años de edad, un gran porcentaje de niños han adquirido el control voluntario de los procesos de eliminación de esfínteres. La enuresis es la descarga involuntaria de orina, que persiste después de que el niño ha alcanzado los tres o cuatro años de edad, sin que existan indicios de patología orgánica.

CRISIS DE ANSIEDAD

Se caracteriza por la aparición progresiva y en aumento de los síntomas físicos de la ansiedad, como taquicardia, hiperventilación, sensación de ahogo, dilatación de las pupilas, sequedad de boca, rigidez muscular, temblores, escalofríos, etc. Suelen seguir a pensamientos preocupantes para la persona, e incluso al pensar en la propia ansiedad y sus síntomas, antecediendo el malestar hasta acabar generándolo. A diferencia de la crisis de pánico los síntomas aparecen más lentamente y no suelen ir acompañados de miedo a morir.

CRISIS DE PÁNICO

Se caracteriza por la aparición de los síntomas de la ansiedad, en pocos segundos y sin encontrar un motivo aparente que lo justifique. La intensidad de los síntomas fisiológicos como la taquicardia, hiper-ventilación, sensación de ahogo, tensión muscular, etc., es tan intensa, que la persona puede llegar a pensar que esta sufriendo un ataque al corazón o que corre peligro de morir.

La reacción más frecuente es la de acudir a urgencias, donde se le diagnosticará ansiedad y se le medicará con ansiolíticos. La persona al no entender qué le esta pasando y sentirse incomprendida, puede empezar a desconfiar de los médicos y a temer cualquier enfermedad, desarrollando una hipocondria que no hace sino mantener la ansiedad y aumentar las crisis de pánico.

El tratamiento de la ansiedad mediante las técnicas cognitivo-conductuales ha demostrado ser eficiente en la mayor parte de los casos, reduciéndose los síntomas progresivamente hasta su desaparición. Otros síntomas físicos de la crisis de pánico son: sudoración, temblores, náuseas, mareos, miedo a perder el control, miedo a la locura y desorientación.

DEPRESIÓN

El término depresión hace alusión a tres conceptos, según el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) relacionados entre sí pero diferentes:

por un lado es un síntoma (tristeza o estado de ánimo deprimido) y como tal, está en la mayor parte de los trastornos psicopatológicos. Sentirse triste o deprimido es una de las condiciones del malestar psicológico más frecuente en las personas, pero debe diferenciarse del puntual "bajo estado de ánimo" tan frecuente en personas sin patología alguna.
también hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas relacionados: tristeza, pérdida de interés, sentimientos de inutilidad, insomnio, hipersomnia, ideación suicida, pérdida de apetito o de peso, dificultades de concentración, etc.
finalmente, el término depresión alude también a un trastorno para el cual se han especificado unos parámetros de duración: los síntomas descritos aparecen, la mayor parte del día o casi todos los días durante un periodo mínimo de dos semanas. Los síntomas más frecuentes son:
Falta de interés, de motivación y/o esperanza.
Tristeza.
Ideas suicidas o de muerte (deseo de morir).
Según el manual de diagnóstico DSM IV, el trastorno depresivo se caracteriza por la aparición de uno o varios episodios depresivos mayores. El episodio depresivo mayor se caracteriza por mantener un periodo de duración de al menos dos semanas, tiempo durante el cual existe un estado deprimido o pérdida de interés, junto a la incapacidad para disfrutar del placer en casi todas las actividades. A esto se añaden al menos 4 síntomas de la siguiente lista:

Pérdida de peso sin que se esté realizando un régimen o aumento de peso.
Insomnio o hipersomnia.
Agitación o enlentecimiento psicomotor.
Fatiga o pérdida de energía.
Sentimiento de inutilidad o culpa.
Disminución de la capacidad de pensar.
Pensamientos recurrentes de muerte.
DEPRESIÓN INFANTO-JUVENIL

En la adolescencia, los síntomas de la depresión se suelen parecer más a los de los adultos, sin embargo en los niños no sucede lo mismo. En los niños la tristeza se suele manifestar como irritabilidad y hay una mayor comorbilidad con otros trastornos.

Es importante estar atentos cuando un niño o adolescente presente alguna de las siguientes características:
Está triste o llora con facilidad.
Pierde el interés por sus juegos preferidos.
No desea ir a la escuela.
Se aleja de sus amigos.
Presenta una comunicación pobre.
Se cansa o se aburre con facilidad.
Presenta menos energía en las actividades diarias.
Le cuesta concentrarse.
Se muestra muy irritable ante pequeñas frustraciones.
Tiene rabietas con más facilidad y regularidad.
Expresa baja autoestima despreciando a otros o a él mismo.
Elige finales tristes para sus juegos.
Se comporta agresivamente.
Se lastima, lastima a otros o lastima a animales.
Se queja constantemente de dolores de cabeza.
Come mucho o muy poco.
Tiene problemas para dormir o desea dormir con los padres.
Tiene actitudes como si “regresara” a una etapa anterior de su desarrollo, como chuparse el dedo u orinarse en la cama.
Habla de muerte, de suicidio (esta característica no es habitual en niños).
Deterioro en los estudios y ausencias frecuentes de la escuela.
DESEO SEXUAL INHIBIDO

Se caracteriza por la falta de apetencia sexual, manifestándose en un descenso o nada de lubricación, en el caso de la mujer, dificultad para alcanzar la erección en el hombre, tensión a la hora de mantener la relación sexual y ausencia de fantasías eróticas. Este estado mantenido en el tiempo, dentro de la relación de pareja, puede derivar en sentimientos de culpa, distanciamiento afectivo y problemas de comunicación.

DISFUNCIÓN ERÉCTIL

Se habla de dos estados de impotencia:

Disfunción Eréctil Primaria: Imposibilidad de tener y mantener una erección estable como para que se de la penetración. No hay idisfunción primaria si al menos se ha mantenido una relación sexual con penetración, ya sea anal o vaginal.
Disfunción Eréctil Secundaria: El hombre con disfunción eréctil secundaria se ve imposibilitado para tener o mantener una erección durante la penetración, pero a diferencia de la impotencia primaria, al menos una vez ha mantenido una relación sexual con penetración vaginal o anal.
DISPAURENIA

Se trata de dolor durante la penetración. La causa puede ser fisiológica o psicológica. A menudo las causas son psicológicas, y están relacionadas con la ansiedad, por lo que se recomienda un tratamiento sexológico, una vez descartada causa orgánica. Se ha de tener en cuenta, que a veces veces tras un examen médico de los genitales no se encuentra un motivo orgánico. En dicho caso son varios los agentes que pueden influir:

La falta de lubricación, debido a la ansiedad, ya se deba ésta a la actitud de la mujer hacia la sexualidad, a algún miedo o tabú, a inseguridad con la pareja o simplemente por motivos relacionados con la edad, pueden hacer que el coito sea doloroso.
Infección vaginal, la vagina goza de un PH ácido que la protege de cualquier posible agente infeccioso. No obstante no es difícil que se de en alguna ocasión una alteración de dicho PH. Una de las causas de infección deriva de que durante la menstruación, la misma hemorragia, sobre todo cuando se utiliza tampón, puede alterar la acidez de este PH. Otras fuentes de infección vaginal suelen darse al realizar una penetración vaginal después de que se haya dado una penetración anal. De ser así,las bacterias del colon o el recto infectarán la vagina. Se dan también infecciones por protozoos (tricomonal) y por hongos (monilial). Las primeras se caracterizan por la secreción de un flujo de tono cremoso o sanguinolento, dolor y sensación de quemazón. Las infecciones monilianas provocan hinchazón y lagrimeo de los tejidos blandos, además de sensación de quemazón y picor intensos. Un correcto tratamiento de la infección permite mantener relaciones sexuales con penetración sin sensación de dolor.
Reacción alérgica al látex o sustancias químicas anticonceptivas (espermicidas): cuando existe irritación y quemazón durante la penetración, y se ha descartado una infección, muy probablemente nos encontremos ante una reacción de tipo alérgico.
ENURESIS

Véase Control de Esfínteres
La enuresis es la emisión no voluntaria de orina por el día o por la noche, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más tarde de los 3-4 años. Al igual que en la encopresis, se deben excluir las posibles causas orgánicas.

La Enuresis puede ser:
primaria: si el niño nunca ha conseguido controlar su pipí.
secundaria: si, después de un período de control, no consigue volver a él.
diurna
nocturna
mixta: en ambos momentos del día
ENCOPRESIS

Este trastorno de la eliminación consiste en la evacuación de las heces en lugares inapropiados, tanto si es involuntario como intencionado. Este patrón conductual debe estar presente al menos durante tres meses y la edad evolutiva del niño no debe ser inferior a 4 años.

Es necesario excluir las causas orgánicas de la encopresis, por lo tanto, debe obtenerse una evaluación médica de las anomalías no funcionales antes de etiquetarla como funcional.

EYACULACIÓN PRECOZ

Son muchas y variadas las definiciones que se dan a la eyaculación precoz. Lo que sí está claro, y es común en todas ellas, es que hace referencia a una eyaculación percibida por ambos miembros de la pareja, como precipitada o dada antes de lo deseado. Algunos autores estiman un tiempo de 30 segundos desde la penetración hasta la eyaculación, otros hablan de un minuto. Teniendo en cuenta que este tiempo puede ser suficiente para que una mujer, si bien antes ha sido estimulada, llegue al orgasmo, vemos que el tiempo puede ser una variable relativa en función de la pareja. Por ello, para entendernos, decimos que cuando durante la penetración no hay un control para retardar la eyaculación el tiempo suficiente como para que ambos miembros de la pareja se sientan satisfechos, consideramos que se trata de eyaculación precoz. Puede ocurrir que pese a la capacidad para controlar la eyaculación, la pareja tarde mucho tiempo o no alcance el orgasmo, estaremos hablando entonces de una alteración orgásmica de la pareja. Durante el tratamiento sexológico, se aprende a controlar la eyaculación y a disminuir la ansiedad durante las relaciones sexuales.

FOBIA

La fobia es una reacción de miedo desproporcionado ante la presentación o anticipación de estímulos o situaciones concretas. Mientras que el miedo es una respuesta innata y adaptativa, ante un peligro real, la fobia es aprendida normalmente a raíz de algún acontecimiento pasado, sin que el objeto causante del miedo suponga un peligro real. Estas son algunas de las características indicativas de miedo fóbico:

La reacción de miedo es desproporcionada con relación al peligro que el estímulo en concreto puede desencadenar
Aún cuando la persona es consciente de que no se trata de un peligro real, no puede controlar su reacción.
La persona tiende a evitar el estímulo o situación temida.
El miedo persiste a lo largo del tiempo.
La respuesta no es específica de una determinada edad.
Otros síntomas más importantes:

Síntomas fisiológicos: Aumento de la actividad del sistema nervioso autónomo con un aumento de la tasa cardiaca y respiratoria, sudoración, boca seca, nudo en el estómago, naúseas, diarrea, elevación de la presión arterial, hormigueo en las extremidades, mareo, vértigo...
Síntomas psicológicos: Se dan numerosos pensamientos o creencias sobre la situación o estímulo temido y sobre la capacidad para afrontarlo. Hacer interpretaciones subjetivas sobre cómo son sus reacciones fisiológicas, junto con la aparición de imágenes negativas sobre lo que le puede ocurrir.
Síntomas conductuales: Huir del estímulo o situación temida. Evitar ir a lugares o contextos donde el causante del miedo pueda aparecer la persona aquejada de este tipo de fobia va reduciendo el número de lugares por los que solía moverse, evitando sentir el malestar que le provocan.
Fobias simples o focales:

A animales o insectos: arañas, pájaros, ratones...
A estimulos relacionados con la enfermedad: sangre, inyecciones, heridas, dolor...
A transportes públicos: avión, metro, túneles, puentes, coches…
Existen también fobias simples relacionadas con el miedo al ahogamiento, al vómito, al contagio de enfermedades, al polvo, etc. A consecuencia de esto sus relaciones sociales, hobbies, trabajo, etc, también se ven reducidos. Esto implica que sea muy fácil caer en una depresión y desarrollar un bajo autoconcepto.

 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020