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 CHAMANISMO - 2ª parte



Febrero 09, 2013, 02:17:52 pm
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CHAMANISMO - 2ª parte
« en: Febrero 09, 2013, 02:17:52 pm »
El Gran Espíritu como fuente de energía renovadora

Hay un cuarto elemento más que no debemos olvidar y que normalmente se ha olvidado en las tradiciones y consiste precisamente en que ese Espíritu, que aún no tiene poder para expresarse en su totalidad necesita volver a las fuentes es decir al Gran Espíritu, al Gran Océano de la Vida, al Gran Fuego Cósmico, al Fuego Mayor porque nuestro Espíritu es una chispa ígnea del Fuego Mayor.

Pero está chispa ígnea al estar tanto tiempo, tantos siglos, tantos milenios apartada del Fuego Mayor, ha perdido fuerza y cuando yo hablo de la enfermedad del Espíritu, hablo precisamente de que nuestro Espíritu ya no tiene la destreza ni la capacidad de volver a la fuente, a la planta de energía y desde esa planta de energía regresar renovado para que nosotros continuemos aquí realizando un trabajo más fecundo en la labor del Espíritu, en el alma y en este vaso de alabastro o vaso de expresión, que es el cuerpo.

Este es otro punto que están notando los maestros y que seguirán notando con más vehemencia cada vez, porque no es suficiente decir que en nuestro interior está el Espíritu de Dios, si no que nuestro Espíritu, hoy por hoy, necesita fundirse con el Gran Espíritu; porque en esa unión del Espíritu con El Gran Espíritu es como nosotros vamos a adquirir otro tipo de fuerza, otro tipo de liberación de Energía para nuestro trabajo interior.

Esto, sin duda, es una técnica antiquísima, es una enseñanza antigua y está íntimamente ligada a lo que es la unión y la fusión de nuestro Espíritu Individual con el Espíritu Cósmico. Nuestro Espíritu individual se renueva, se actualiza, cobra fuerza y entonces tiene más poder para actuar y poder ganar más terreno en el alma, en nuestra mente, en nuestras emociones, en nuestras palabras y acciones; y por tanto, genera también una sana vibración en nuestro cuerpo físico, por tanto, si bien es cierto que hoy ya muchos estamos aceptando que Dios está en nuestro interior, necesitamos ahora una segunda etapa, necesitamos experimentar ese Dios Interior; y después viene la tercera etapa, unir nuestro Dios Interior con ese Gran Dios Cósmico, para poder volver a experimentar esa sana y agradable sensación que es gozar de una tranquilidad y de un amor y de una paz constantes para renovar nuestros propósitos en el trabajo Espiritual.

El firme propósito de consagrarse al autodescubrimiento

Tenemos tantas tentaciones en el mundo físico, tantas ocupaciones o preocupaciones que nos sacan fuertemente de lo que es nuestro propósito de trabajo interior, pero debemos hacernos un propósito y ese propósito debe ser inquebrantable.

Si no hay un propósito que nosotros consideremos como algo sagrado, sepan bien que nos morimos todos sin haber experimentado lo bello, sin haber experimentado el amor y aquí a la Tierra hemos venido a experimentar el amor .

Cuando en el chamanismo no se trabaja con estas pautas, entonces el chamán sólo podrá ver serpientes, sólo podrá ver jaguares, sólo podrá ver musas, pero no podrá ver la Esencia del Espíritu, no podrá realizar un excelente trabajo de autodescubrimiento.

Nuestro interés debe ser directamente el Espíritu, porque el Espíritu es la llave, es la clave, es como un ubicarse en un lugar estratégico y desde allí observar y desde esa observación, desde esa contemplación resolver, desde el Espíritu mismo, desde el corazón. Ese es nuestro ideal como seres humanos y a eso llegaremos tarde o temprano y si no es en esta existencia, no importa, llegaremos en otra, pero llegaremos. Esta noticia es una noticia que les servirá para todas sus existencias, es una noticia que ha sido dicha antiguamente y va a ser pronunciada continuamente. Seguro que lo han escuchado más de una vez, pero más de una vez no hemos escuchado realmente.

La fortuna de iniciarse en el autodescubrimiento

Tenemos hoy una gran oportunidad como dicen los maestro budistas, cuando van a realizar alguna ceremonia, dicen "Ustedes que están hoy aquí, son muy afortunados"; y te lo dicen otra vez: "No olvidéis que el hecho de estar aquí habla de la gran fortuna de ustedes como hijos de Dios"; y vuelven a repetir: "Vuestro karma está suficientemente maduro y vosotros tenéis el tiempo y el coraje como para poder venir aquí a recibir una iniciación. Una iniciación que está basada en una transmisión espiritual de siglos y de milenios y yo -dice el monje tibetano-, soy uno de esos monjes que ha recibido el poder para darles a ustedes esa iniciación". Por tanto desde la visión budista, una iniciación, o asistir a un trabajo de naturaleza espiritual es realmente un premio, es el resultado de un karma virtuoso practicado ancestralmente. Si ustedes están asistiendo a cursos, a ceremonias, a iniciaciones, etcétera, deben considerarse personas afortunadas.

Ahora mismo estoy viajando por muchos lugares del mundo y veo gente que no es tan afortunada. Sobre todo en los países de tercer mundo se puede ver gente que trabajan más de las ocho horas convencionales, hasta doce, hasta quince horas, que no tienen domingos, no tienen sábados, que tienen un sueldo miserable, tienen ocho hijos, están enfermos o están alcohólicos, no tienen fortuna. Por eso los lamas tibetanos afirman que tener la oportunidad maravillosa de asistir a un trabajo espiritual, es realmente una fortuna.

Ustedes deben considerarlo como tal, como un premio que se dan a sí mismos, pero también el resultado de un gran karma, que está orientado hacia lo que es el interés, el trabajo y el compromiso espiritual que ustedes adquirieron en algún momento de su vida en el pasado o en esta existencia.

Cristo dice: "Donde esté tu tesoro, esté tu corazón". Nuestro corazón en esta Era, independientemente del trabajo que desarrollemos en nuestra existencia cotidiana, debe estar en el Espíritu.

El trabajo cotidiano con el Espíritu

El Espíritu nos puede influir y ayudar en lo que son nuestras labores cotidianas. El Espíritu integrado en el ama de casa cocinando, limpiando, trabajando, en la oficina, en la fábrica, en la industria o en la terapia. El Espíritu debe estar presente porque nuestro cuerpo está hecho precisamente para recibir y expresar al Espíritu.

Una amiga me decia hace poco, en una experiencia que tenia con el Espíritu: "Esta experiencia es muy arrolladora, quiero decir que en estos momentos tengo al Espíritu expresándose en mí, pero yo no lo puedo soportar, es demasiada fuerza, demasiado Amor, ¿qué debo hacer?" Lo que debes hacer, le dije, es simplemente relajarte, porque estás tensa, eso en primer lugar, y en segundo lugar desde esa relajación, observa que en ese diálogo y en esas palabras que estás diciendo no vengan de lo más profundo de tu corazón, sino que vengan del Ego rebelde que no es capaz de soportar el amor y que no es capaz de abandonar tu mente para poder dejarte percibir en su totalidad lo que es el Amor de Dios, asi que relájate y si hoy sientes y sabes que tienes mucho Amor, pues también lo que puedes hacer es dar ese Amor a tu pareja, a los que están en el grupo, a los que viven en esta ciudad, a los que viven en este país, y a los que viven en todo el planeta; porque hay mucha gente que necesita de esa energía de Amor, que tu consideras y tú crees que no puedes aceptar porque el cuerpo físico no está hecho, no ha sido construido para contener tanto Amor. Esto es una falacia del Ego, el cuerpo físico es perfecto y está hecho para contener a Dios y manifestarle a Él.

Pero quiero decirles también que esta amiga es una gran experimentadora y una gran trabajadora y antiguamente se asustaba, pero ahora no se asusta. Al principio ella se preguntaba, "¿Pero qué es lo que me está pasando, por qué esta fuerza tan grandiosa?" Aunque ella la ha recibido muchas veces y en un principio se asustaba, porque esa energía de Amor se le pasaba inmediatamente, rápidamente, quería rechazarla. Ahora la acepta, ahora ya se relaja. Ahora ya finalmente se relaja, vive la experiencia del Espíritu, se alimenta del Espíritu. Necesitamos considerar al Espíritu como un alimento, así como necesitamos el desayuno, la comida y la cena, también necesitamos acostumbrar a nuestra mente, adiestrar a nuestra mente a solicitar la presencia sagrada de nuestro Espíritu.

El mundo visible y el mundo invisible

Cuando trabajamos en los Andes y hacemos las Caminatas de Poder hacia Machu-Pichu, empezamos a andar con el pie izquierdo y decimos en quechua yoque, a continuación el pie derecho y decimos en quechua paña. Continuamos andando repitiendo, yoque, paña; yoque, paña, despacito porque estamos caminando a mucha altura, yoque, paña; yoque, paña; y después la traducción: realidad no ordinaria, realidad ordinaria; realidad no ordinaria, realidad ordinaria; y después: mundo invisible, mundo visible; mundo invisible, mundo visible, etcétera. Para intentar que de alguna manera en nuestro caminar, nosotros vayamos obteniendo la conciencia de que este mundo no sólo es material, sino también Espiritual y al finalizar el trabajo en una tercera o cuarta etapa del trabajo de la Caminata de Poder, entonces la izquierda es Dios y la derecha es Ego y así combinando el caminar y el mantralizar, se genera la sensación de mucho Poder, de mucha tranquilidad y uno es capaz en esas alturas de no cansarse, porque nuestra mente está siendo disciplinada, está siendo orientada en un trabajo chamánico.

También quiero decir que una conexión con el Espíritu nos es suficiente, necesitamos estar en comunicación con el Espíritu, continuamente.

El verdadero chamanismo y su decadencia

En realidad es una aventura, una preciosa aventura y cuando uno logra realmente el contacto con el Espíritu, cuando tiene esa certeza, entonces hay una organización interior, hay una educación interna, hay un desarrollo de nuestra nobleza interior que proviene precisamente de esa experiencia constante del Espíritu. Entonces el Espíritu es transformador, el Espíritu es sanador y eso es el verdadero chamanismo y eso fue el chamanismo antiguamente.

Cuando el hombre abandona la práctica del autodescubrimiento, entonces las sociedades, culturas y civilizaciones del pasado se deterioran. ¿Qué pasó con el antiguo Egipto? Se deterioró, ya no están aquí los faraones sabios. ¿Qué paso con los antiguos reyes y maestros mayas? ¿Qué paso con los antiguos amautas incas?

Como todo en la vida, estando en la rueda del Samsara, todo tiene un proceso de nacimiento, desarrollo y decadencia. Cuando viene ese proceso de decadencia o de involución, el que no está sostenido por el Espíritu, se precipita definitivamente en el Ego.

No puedo negar que las invasiones de las sociedades antiguas, no sólo América y Tibet, sino las invasiones en todas las sociedades del pasado, correspondían curiosamente al deterioro de la parte espiritual; y también ya estaba ausente el trabajo del autodescubrimiento. Quiero decir que si no hay un verdadero cultivo de la espiritualidad y un trabajo escrupuloso de nuestra mente, de nuestras emociones, un trabajo de construcción y edificación de nuestra alma, entonces nuestras cosas externas, nuestro mundo exterior se cae, se rompe y obviamente nuestro subimiento es mayor y nos preguntaremos: "¿Por qué sufro?".

La única causa del sufrimeinto: el ego

Yo tenia una abuela que siempre me decía: "¿Dios mío, por qué sufro?" Yo creo que ustedes también tienen una abuela, una madre, un amigo, un tío, una tía, y todos se preguntarán por qué sufren. Porque todos abandonaron la experiencia del Espíritu. Y no sólo la abandonaron, sino lo que es peor, nadie fue capaz de enseñarnos de una manera sana, porque hasta en eso hay karma. Y arrastramos un karma y nos lo mostraron de una manera traumática.

Pero hay sociedades como Shambala o como el Paititi u otras sociedades que por ejemplo existen en el Lago Titicaca, aunque no físicamente, que son sociedades iluminadas, son sociedades en las que hay felicidad constante, hay armonía, hay fraternidad, hay Amor. Y nosotros somos testimonio de eso, no nos mostramos muchas veces amorosos, cariñosos con los demás y no nos gusta estar en ese ambiente. Pero después hay algo que surge y nos dice "¿por qué estás bien si se puede estar mal?". La filosofía del Ego es acabar con toda señal de bienestar, pero cuando uno trabaja y descubre la acción y las trampas y la inteligencia del Ego, éste se ve descubierto. Nuestros estados de Amor y de bienestar serán más constantes, más prolongados, más intensos. Y tengan la seguridad de que nuestra sed del Espíritu, también será más grande y nuestra experiencia de Dios será también más grandiosa y habrá una transformación interna. Aunque tengamos el mismo cuerpo físico, aunque tengamos el mismo nombre, aunque tengamos una vida anterior muy traumática, es posible la transformación, es posible el cambio, pero necesitamos estar constantemente orientando nuestra mente y nuestras emociones y nuestra vida al Espíritu.

Nuestra relación con el Espíritu

Arjuna le dice a Krishna: "¿Pero por qué me estás diciendo todo el tiempo exactamente lo mismo?" Y le contesta Krisna: "Yo te tengo que estar diciendo exactamente lo mismo porque mi deseo es impresionar tu mente, deseo que entiendas de una vez".

Pero para que entienda el hombre de una vez, es decir, en ese proceso de eliminación en el cual uno entiende de una vez y para siempre, se necesita estar empujando al discípulo. También hay otra parte, donde Arjuna se siente desorientado, se siente triste y le dice: "Señor ¿qué debo hacer para salir de este estado de tristeza? Me siento mal, el Ego me invade, tengo miedo, tengo problemas". Y Krishna le da una receta muy sencilla: "Piensa en mí, concéntrate en mí y no te olvides jamás que te amo tiernamente".

Esa relación de nosotros con el Espíritu, debemos entenderla y está muy bien expresada en el Bhagavad-Gita, con la historia de Krishna y Arjuna. Hay un amor infinito de Dios y hay una etapa de esperanza y de fe en el hombre, en esa fuerza espiritual. El problema humano es que nosotros queremos ver, tocar, palpar las cosas para poder creer. Si no las palpamos o las tocamos no creemos y sin embargo dónde quedaría entonces la palabra esperanza. La esperanza no está en función de lo que vemos. La palabra esperanza la ideó el hombre para expresar realmente aquello que esperamos, pero que no podemos ver y tocar. Es una espera amorosa. En eso consiste en realidad.


La esperanza

Nosotros hoy mismo esperamos lo que no vemos. ¿Y qué es lo que no vemos? Lo que pretendemos ver. ¿Y qué pretendemos ver? Nuestro cambio, nuestra transformación ya y con ese poder ayudar a los demás y crear un Shamballa ideal en todo el planeta. Pero la naturaleza no da saltos y todo es un proceso gradual que nos conduce a la iluminación. Pero mientras vamos por el camino, por el proceso, necesitamos esperanzas y esas esperanzas, vuelvo a repetir, están en función de aquello que no vemos. Y todos tenemos esperanzas. Pero hay dos tipos de Esperanzas: la esperanza que emana de la mente y la esperanza que emana del corazón.

Yo no quiero, por ejemplo, tener la esperanza de no enfermar. La medicina nos hace ver que el cuerpo se deteriora y se enferma, más bien, digamos yo no quisiera acelerar mi enfermedad. Por tanto voy a revisar estos aspectos sicológicos o estas malas costumbres que precipitan mi enfermedad, entonces cuando la esperanza es del Ego siempre está mal enfocada.

Pero también tenemos muy buenas esperanzas, queremos ser felices, queremos que nuestro hijo sea feliz, queremos que nuestro padre deje el alcohol si es alcohólico, que nuestra madre nos ame si no nos ama, que nuestro hermano deje las drogas si se droga. Todos siempre deseamos algo que no estamos viviendo, algo que se debe realizar, y todo es posible y todo es realizable, pero la mayor esperanza en el ser humano debe ser la experiencia del Espíritu y prolongar esa experiencia en nuestra existencia porque a eso tenemos derecho, así como hemos prolongado la experiencia del Ego en nuestra mente, a la que no tenemos derecho. Dice Buda: "La experiencia del Ego que engendra dolor tiene un principio y tiene un fin y hay un camino para acabar con ese dolor y con ese sufrimiento". Entonces quiere decir que no es algo natural, es algo artificial que ha sido puesto como un gran entrenador, como un gran maestro para poner a prueba nuestra inteligencia. Pero lo que sí es natural, tan natural como un lago o como un pajarillo es precisamente el Espíritu.

Si hoy, por ejemplo, nos encontramos en una situación alimenticia en la que estamos consumiendo alimentos transgénicos, contaminados y todo ese tipo de alimentos que no son sanos, esto viene a ser un ejemplo de cómo nos alimentamos con ese otro alimento mental, emocional que es el Ego y tenemos muy poco contacto con el alimento biológico, con el alimento natural, con el alimento sano, con aquel alimento espiritual y natural que está en nuestro interior.

Pero es sólo una primera etapa, después sigue el trabajo de sostenerse en el Espíritu y ese trabajo de sostenimiento en el trabajo espiritual, es un trabajo grupal. El trabajo grupal es fundamental, es muy importante y será muy importante en la cultura, en el futuro tiempo que nos toca vivir.

 

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