ATIENDE TUS NECESIDADES
Nuestra naturaleza nos ha proporcionado todas las herramientas para desenvolvernos felizmente en esta vida, si no nos sentimos vivos, plenos y satisfechos o si estamos manifestando cualquier enfermedad física, es porque nos hemos alejado de nuestro centro y es cuando necesitamos asistencia.
Esta asistencia puede provenir de los planos físicos al proporcionarnos alimentos nutritivos, ejercicios adecuados u otras condiciones necesarias.
Sin embargo, es seguramente necesario también asistirnos en los planos mentales, emocionales y espirituales, porque nuestra falta de bienestar tiene sus raíces en estos planos. Nuestro cuerpo físico solo está reflejando lo que estamos “siendo” en los planos invisibles.
Evidentemente necesitaremos recibir información para nuestra realidad mental, esta información nos dará asistencia en este plano específico.
Cada vez que comprendemos una idea, adquirimos nuevos conocimientos o cambiamos algunas ideas erróneas preconcebidas por mucho tiempo, vamos ganado asistencia en esta área.
Es absolutamente imprescindible comprender que nosotros no somos nuestra mente, que ella más bien se encuentra disponible para nuestra utilidad y que nos puede ayudar, estorbar o destruir según el tipo de información que almacenemos en ella.
Todo pensamiento es generado en nuestra mente y nuestros pensamientos son absolutamente modificables para nuestro bien superior.
Así mismo, cuando aprendemos a prestar atención a nuestras emociones y acogemos el mensaje que nos entregan, ellas se convierten en una gran ayuda que nos darán asistencia en este plano.
Saber qué mensaje personal nos trae la rabia, el miedo, la angustia y otras emociones será de gran ayuda a nuestra existencia.
Cada uno de nosotros tiene su propia experiencia y cada emoción percibida nos trae información valiosísima para nuestra propia y personal guía.
Tenemos la capacidad maravillosa de auto-guiarnos, porque podemos reconocer lo que nos hace sentir bien y lo que nos hace sentir mal, porque en el fondo de nuestro corazón algo nos habla y por mas que queramos acallar esa voz, ella sigue reclamando siempre y cada vez con mas intensidad hasta que se hace demasiada obvia para no considerarla.
Personalmente les digo, que mi vida ha cambiado mucho desde que me detuve y comencé a escucharme y darme la asistencia necesaria para dejar viejos paradigmas, que lejos de ayudarnos, solo nos hacen sufrir.
Me he dado cuenta que los caminos son absolutamente distintos para cada uno de nosotros, cada cual es un propio mundo y cada cual deberá recorrer su propio camino y que lo que sirve para unos a veces es inútil para otros.
Cada cual requiere adentrarse en sus propias carencias, observar su existencia y decidir qué quiere o necesita mejorar.
Es un camino maravilloso, lleno de aventuras, de aciertos y desaciertos que nos señalan la ruta, un camino fascinante, el camino a nuestro total bienestar y seguramente es la única finalidad de estar aquí, en esta vida.
Quiero ayudarles a comprender que internamente tenemos todo lo necesario para nuestro bien, nada de lo que está en nuestra realidad física externa tiene este poder.
Nuestro poder de sanar cualquier aspecto de nuestra existencia se encuentra dentro de nosotros y es necesario parar, mirar allí, observar y auto asistirse en todos los planos que se requiera.
Nuestra auto-asistencia comienza con el simple hecho de reconocer si nos sentimos bien o nos sentimos mal.
Esta simple observación puede desplegar frente a nosotros algunos monstruos que pueden asustarnos, pero les digo, todos ellos son imaginarios.
No existe ningún impedimento real que nos pueda privar de nuestro bienestar.
Con un poco de entrenamiento este ejercicio puede aplicarse a todas las áreas de nuestra vida y absolutamente en todo momento, las 24 horas del día.
Procedimiento:
Durante un día completo, cada cierto intervalo de tiempo, por ejemplo una hora ( puedes asistirte con una alarma), detente, pregúntate como estás, háblate con aprecio y comprende que eres libre para cambiar esos pensamientos, sentimientos y emociones que te hacen sentir no tan bien, por otros que te hagan sentir bien.
El proceso está en ti.
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