UNA VOZ EN LA OSCURIDAD
El discípulo inquirió a su sabio maestro:
- ¿Por qué muchas veces Dios parece generoso con unos e injusto con otros?
El maestro le contestó:
- Te contaré la siguiente historia para que puedas entenderlo con facilidad.
Un caballero comentó a su amigo:
- Vamos hasta la montaña en la que mora Dios. Quiero demostrar que Él sólo sabe exigir, y que no hace nada por aliviar nuestras cargas.
El amigo le respondió:
- Vamos, yo te demostraré mi fe.
Llegaron por la noche a lo alto del monte y escucharon una voz en la oscuridad que les decía:
- ¡Cargad vuestros caballos con las piedras del suelo!
El primer caballero dijo:
- ¿Ves? Después de subir tanto y estar tan cansados, aún nos hace cargar con más peso. ¡Jamás obedeceré!
El segundo caballero hizo lo que le voz decía:
- Bajó de su caballo, y recogió algunas piedras.
Cuando acabaron de bajar el monte, llegó la aurora y el alba trajo los primeros rayos de sol que iluminaron las piedras que el caballero piadoso había recogido. Eran diamantes puros de kilates incalculables.
Dice el maestro: Las decisiones de Dios son misteriosas, pero aunque no lo comprendamos ahora, siempre resultan a nuestro favor.
Mi querido amigo, cuando se te presente por la vida muchas adversidades, y sientas que Dios te carga aún más en vez de aliviarte, no debes desesperar, ni quejarte por los golpes que recibes. Aún cuando no llegues a entenderlos, no pierdas la esperanza, pues la decisiones de Dios siempre juegan a favor de sus hijos que le aman.
Dra. Gladys Bessi