Inventario Interior
En la vida tendemos a asumir con gran naturalidad la tarea de realizar inventario de nuestras posesiones, cuanta comida tenemos almacenada, de cuantos discos compactos y de cuantos géneros musicales distintos consta nuestra colección, los muebles en nuestro hogar, nuestro vestuario, y así tantas otras cosas. Pero, ¿Cuántas veces hemos realizado un inventario de los tesoros que llevamos dentro?.
Tal vez el concepto parezca ajeno, pero no lo es tanto cuando consideramos que nuestra vida es nuestra primera empresa, recuerde que empresa es todo lo que se emprende. Y desde este punto de vista es importante conocer que impide que nuestra capacidad pueda expresarse plenamente.
En esta ocasión vamos a concentrarnos en unos detalles que nos impiden ver claramente las maravillas que existen dentro de nosotros en la forma de rasgos de personalidad, capacidades, y fortalezas entre otros.
Aunque las causas que nos impiden ver la luz (y de allí el refrán "Un ciego guiando a otro ciego") pueden ser variadas, sus raíces son comunes. Entre las principales podemos citar las apariencias, el deseo y el miedo,
De alguna manera podríamos considerar que cada una de estas es una dimensión que existe dentro de nosotros, y puede resultarnos útil para conocernos mejor y expandir nuestra consciencia. El detalle está en que, en ocasiones, podemos considerar que "somos" esas dimensiones, y entonces podemos tender a perder contacto con lo que realmente somos, con nuestro ser interno.
Para recuperar la consciencia del contacto con nuestro ser interno (solo nos convencemos que perdimos el contacto, todo lo que somos y hacemos es un reflejo, distorsionado o no, de nuestro ser interno) podemos ayudarnos volviéndonos conscientes de la imagen que proyectamos, y de aquello con lo que nos identificamos en lugar de nuestro ser interno. Analicemos cada una de estas dimensiones.
Apariencias
La manera más sencilla de identificar aquello que no es real en nuestras vidas es preguntándonos: ¿Quién quiero aparentar ser?. En ocasiones pudiéramos sumergirnos tanto en lo que pensamos que somos, o lo que otros piensan que somos, que perdemos contacto con lo que realmente somos, y comenzamos a identificarnos con el disfraz que elegimos vestir en esta obra de teatro que es la vida.
Lo anterior es de suma importancia, pues si nos convencemos que somos el disfraz que vestimos opacamos a nuestro ser interno, y en el proceso de identificarnos con el disfraz, perdemos conciencia de la conexión con nuestro ser interno y a través de él, de nuestra interconexión con todo lo que nos rodea, con la consecuencia de sentirnos de alguna manera alienados, extraños en nuestro propio ambiente.
Tal vez se pregunte ¿Cómo detectar si estoy aparentando ser alguien que no soy en realidad?. Veamos unas de las situaciones más comunes que pueden ayudarnos a identificar esta situación.
¿Acepta asumir más responsabilidades de las que le corresponden solo por complacer a otros, y lo hace con una sonrisa?. ¿Constantemente se siente resentido, o se critica y se queja de si mismo?.
Si se siente triste, con miedo, o deprimido, ¿Aparenta estar alegre e interesado en los demás?.
¿Pretende ser una persona insensible cuando en el fondo le importan mucho sus seres queridos, por temor a que sean heridos sus sentimientos?
En situaciones en las cuales desea obtener resultados positivos, ¿Evita dar a conocer su punto de vista optimista por temor a que pudiera perjudicar el desenlace?.
Cada una de las situaciones anteriores describe una apariencia externa, quien se pretende ser, con la cual puede identificarse y creer que realmente es ese disfraz que usa para representar ese papel. A su vez también describen el contraste con la realidad que se vive interiormente, el enfrentamiento entre lo aparente y lo real, ¿Con cuál prefiere identificarse?.
Las anteriores situaciones son solo algunas de las más comunes, pero pueden existir tantas y tan variadas como seres hay en este planeta, para encontrar con facilidad las que se aplican en nuestra vida podemos ayudarnos asumiendo una actitud de "testigo" ante nuestros actos cotidianos, manteniéndonos alertas a nuestras actitudes ante las situaciones.
Al identificar lo que aparentamos ser y nuestra verdadera motivación interna, estamos en mejor posición de identificar que deseamos lograr mediante esas situaciones.
Deseos
La obtención de lo que deseamos juega un papel importante en nuestra percepción de lo que consideramos es nuestro bienestar, pues hasta que nos conectamos con quienes realmente somos, tendemos a valorarnos desde lo que tenemos u obtenemos.
Nuevamente ayuda hacernos preguntas como ¿Qué deseo en la vida?, ¿Las situaciones que logré identificar en el punto anterior son la manera en que realmente deseo vivir mi vida?. ¿Cuáles son mis aspiraciones fundamentales en la vida?. ¿Estoy consciente de las consecuencias de mantener apariencias sin estar alerta?.
Evaluar las anteriores interrogantes nos lleva a cuestionarnos sobre lo que realmente deseamos obtener en la vida. Indiferentemente de cuales sean sus deseos en la vida, perder peso, ganar más dinero, comprar un carro nuevo, o unos más amplios como salvar a las especies en extinción, la paz mundial, lograr la iluminación (logro individual que indirectamente incide en el bienestar común), luego de evaluar sus deseos pregúntese, Si pudiera satisfacer todos mis deseos, entonces, ¿Qué desearía?.
Y para comprendernos mejor aun, ¿Qué tan importante es para nosotros desear algo?. Si lo obtenemos, ¿Nos hará eso felices?, y si no lo obtenemos, ¿Nos hará eso diferentes?.
Si prestamos atención y nos mantenemos alertas encontraremos que detrás de cada situación en la que aparentábamos ser algo diferente a lo que realmente somos hay un deseo que nos impulsa a actuar de esa manera. Esto nos lleva a considerar entonces qué nos impulsa a desear todo lo que hemos podido identificar.
Miedos
Una vez llegado a este punto estamos en condiciones de identificar las causas que están causando discordia en nuestras vidas.
Reconocer y aceptar nuestros miedos nos permite ponernos en contacto con nuestros sentimientos y emociones, nuestra vulnerabilidad, y nuestra fortaleza. Si es correcto, reconocer nuestros miedos nos hace sentir fuertes, hace falta valor para admitir que se es vulnerable.
Adelante, elabore una lista de cosas y / o situaciones que le hagan sentir miedo. Pueden ser cosas como miedo a los insectos, miedo a perder sus pertenencias, miedo a vida (si, a la muerte no se le teme, se le teme a la vida).
Una vez terminada su lista felicítese, respire profundo y reconozca cuanta fortaleza hay en usted, porque apenas acaba de destapar el frasco.
Luego trate de identificar cuales miedos generan los deseos que encontró en el punto anterior, esto le permitirá recuperar el poder que había descargado sobre esas situaciones para con cada paso recuperar las riendas de su vida.
Por ejemplo, si tiene miedo de perder sus pertenencias, tal vez desee ganar más dinero para compensar.
A medida que avanza con este proceso se vuelve más consciente de los tesoros que hay en su interior, estos son absolutos, y al conectarse con uno los demás le siguen, y comienza a sentirse pleno, feliz, en Paz y agradecido con la vida, al punto de preguntarse como pudo alguna vez vivir de otra manera.
Esto nos hace ver lo ilusorio de nuestra anterior percepción de la vida, y nos hace preguntarnos que es lo que realmente necesitamos para vivir.
Necesidades
Desde un punto de vista estricto podríamos decir que el ser humano no necesita más que el aire para respirar y así poder vivir, pues al estar vivo puede proveerse de toda el agua y alimento necesarios, y lograr lo que se proponga.
Pero contemplemos aquí otro panorama, uno desde lo creemos que necesitamos en nuestras vidas y preguntémonos si necesitamos que algo o alguien nos lo provea, o podemos hacerlo solos. ¿Por qué necesitamos esas cosas?, ¿Es diferente esta lista de nuestra anterior lista de deseos?.
Esto gradualmente nos conectará con la abundancia que hay dentro de nosotros y proviene de nuestro ser interno y entonces sentiremos que tenemos todo lo que necesitamos.
Una vez logrado esto, realizar un inventario interno será tarea sencilla, y el balance seguramente resultará favorable.
Como efecto secundario de este proceso seremos capaces de sincerarnos cada vez más con nosotros mismos, de ver claramente como nuestras convicciones influyen determinantemente en nuestras vidas, y elegiremos conscientemente los pensamientos que nos conducirán hacia el éxito.
Saber que no necesitamos nada, pero podemos tenerlo todo es una sensación sumamente satisfactoria, ¡Que la disfrute!
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