La Necesidad de Cambiar
El Universo entero, y todo lo que se encuentra dentro de él (incluyéndonos), tiende a oscilar entre el orden y el caos. Y la manera más sencilla de establecer un nuevo orden desde el caos es simplemente realizando los ajustes necesarios en nuestras vidas, que nos permitan asimilar la experiencia adquirida, para traducirla en nuevas habilidades y destrezas, que nos coloquen en la ventajosa posición de interpretar el nuevo orden superior que se encuentra intrínseco en el caos aparente por el que atravesamos.
Si bien es cierto que el ser humano promedio de este planeta ha vivido experiencias que no fueron apropiadas ni productivas, como por ejemplo: abuso físico, verbal, emocional o psicológico, que les provocó sentir miedo, dolor o afectó su autoestima; no es menos cierto que esas experiencias también fueron pasajeras y ahora pertenecen al pasado.
Si las experiencias fueron pasajeras, y quedaron en el pasado, ¿Cómo puede ser posible entonces que algunas personas elijan construir sus vidas, o la imagen que tienen de si mismas alrededor de esos eventos?, ¿Cómo puede ser posible que elijan recrear constantemente esas experiencias en vez de vivir en el presente y continuar con sus vidas?. La respuesta es muy sencilla: esas personas se resisten a los cambios.
Resistencia
En la medida en que permitimos que una experiencia, o experiencias, traumática del pasado se convierta en la vara con la cual medimos nuestras vidas, y/o a nosotros mismos, de alguna manera nos encadenamos al pasado y nos negamos una oportunidad real de cambiar nuestras vidas.
Todo esto porque nos resistimos a modificar nuestras creencias que son las que pueden lograr el cambio en nuestras vidas, y porque adoptamos la percepción de que ese evento que ocurrió en el pasado nos ha "marcado" de alguna manera, y tendemos a definirnos desde lo que experimentamos.
Nos identificamos con eso que nos sucedió, y nos resistimos a cambiar nuestra percepción de los eventos para permitirnos ser libres.
Tal vez se pregunte ¿Qué sucede entonces?. Simple, puesto que elegimos ver la vida de esa manera, permanecemos emocionalmente anclados en un punto del pasado y las percepciones que hemos elegido alimentar de ese evento, y en consecuencia tendemos a repetir la misma experiencia una y otra vez.
Pero, ¿Necesariamente tiene que ser así?. Eso depende de su elección, la vida se encuentra llena de opciones y oportunidades para aprovecharlas.
Por eso, simplemente al elegir soltar el pasado, y decidir comenzar a vivir el resto de nuestra vida basada en una información diferente, nuestra percepción del mundo que nos rodea se transforma, y en consecuencia nuestra vida también. La palabra clave aquí es "soltar".
Soltar
Para facilitarnos soltar y liberarnos de nuestras obsoletas percepciones, podemos ayudarnos reconociendo que nuestra vida tiene menos que ver con cómo nos trata el mundo en que vivimos, y más con cómo elegimos reaccionar ante los eventos que encontramos a nuestro paso, Eso realmente puede hacer la diferencia en nuestras vidas.
Aunque difícilmente una persona puede volver a vivir el mismo día repetidamente, en ocasiones tendemos a hacerlo de manera figurada, al recrear repetidamente las mismas situaciones una y otra vez, hasta que decidimos soltarlas y continuar adelante con nuestras vidas.
Es importante recordar que aunque la vida se basa en hechos, muchas veces tendemos a basar nuestras vidas en creencias.
Pero, ¿Acaso son irreconciliables estas tendencias?. En realidad se complementan, veamos.
Nuestras creencias están basadas en la percepción que elegimos tener de los hechos. Es por eso que lograr cualquier cambio en nuestras vidas es sumamente sencillo. Si simplemente nos permitimos percibirnos (a nosotros mismos y nuestras vidas) de manera diferente, entonces estaremos generando y adoptando nuevas creencias, que a su vez crearán nuevos valores y en conjunto permitirán manifestarse a una nueva vida para nosotros.
Fíjese como los hechos continuaron siendo los hechos, no se modificaron para nada, simplemente la manera que elegimos percibirlos hizo la diferencia que nos permitió soltar nuestro pasado para vivir plenamente nuestro presente. Simplemente porque nos permitimos la oportunidad de aprender una nueva forma de ver la vida.
Aprendizaje
Como dijimos al inicio, el cambio forma parte del Universo, y cada vez que lo que conocemos como orden parece desaparecer ante un aparente caos, es una oportunidad que nos brinda la vida para digerir la experiencia adquirida durante el periodo de orden, aprender de ella y emplear las nuevas habilidades y destrezas adquiridas para adaptarnos a un nuevo orden superior.
De otra manera la vida se tornaría aburrida, pues de no existir los periodos de caos que nos estimularan a crecer, un orden perpetuo terminaría convirtiéndose en monotonía. Y puesto que en el Universo nada permanece estático, nos capturaría la inercia, lo cual es contrario al plan natural de evolución.
Por eso la necesidad del cambio, y por eso el Universo nos provee con el mecanismo de ciclos de orden y caos, para estimularnos a crecer continuamente y permitirnos recrearnos constantemente manifestando cada vez un mayor nivel de realidad de todo ese potencial que llevamos dentro.
A Thomas Alva Edison le tomó 10.001 intentos inventar la bombilla eléctrica que hoy damos por sentada. Al poco tiempo de hacer público su descubrimiento un reportero le preguntó: "Sr. Edición, ¿Qué se siente fallar 10.000 veces?".
Thomas Alva Edison le respondió: "Hijo, yo nunca fallé. Yo tuve 10.000 oportunidades para aprender algo nuevo. En cada intento aprendí algo nuevo que pude aplicar al siguiente intento".
La de Edison realmente es una actitud maravillosa para adoptar, pues mucho en la vida, nuestra vida, depende de la actitud con la cual decidimos encararla.
Actitud
Recordemos nuestros días de infancia en los cuales prácticamente todo en nuestra existencia involucraba cambios, y recordemos la actitud con la cual asumíamos la vida y los cambios que se nos presentaban.
Recordemos cuanto más persistentes éramos en ese entonces, con apenas unos pocos años de experiencia a nuestro favor, cuando descubríamos el mundo, y lo que podíamos hacer en él.
Cuando éramos niños y queríamos aprender a montar bicicleta o correr con patines, cada vez que nos caíamos nos levantábamos y continuábamos intentándolo hasta adquirir la habilidad que nos habíamos propuesto aprender.
Ahora de adultos tal vez hemos olvidado un poco como se siente ser niños, y prestamos demasiada atención a los resultados y lo que pudieran pensar los demás sobre nosotros, la primera vez que intentamos hacer algo nuevo olvidamos cuanto nos divertíamos simplemente intentándolo.
La tendencia ahora es a abandonarlo todo si sentimos que no obtenemos el máximo beneficio la primera vez que lo intentamos. Puesto que no funcionó "correctamente" en el primer intento, tendemos a considerar que "fallamos" nuevamente, y abandonamos el proyecto.
Por supuesto una vez más todo está en como percibimos los hechos, y ya sabemos que es nuestra elección el valor que deseamos otorgarles a nuestras creencias.
Crecimiento
Aunque algunas oportunidades de aprendizaje pueden ser mejores que otras, de igual manera aprendemos, y eso es parte de nuestro crecimiento.
Recuerde que para fallar necesita alcanzar un estado más allá del cual nada más pasará, y nada cambiará. Mientras permanecemos vivos realmente se presenta como complicado alcanzar un estado parecido a ese.
Si nos permitimos aprender, cambiar y crecer, por medio de las experiencias que se presentan en nuestras vidas, entonces podremos adoptar una actitud proactiva ante el cambio que nos permita manifestar toda nuestra capacidad para obtener el mayor nivel de bienestar posible.
¡Que disfrute sus cambios!
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