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 INTELIGENCIA EMOCIONAL



Mayo 01, 2013, 11:17:50 pm
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INTELIGENCIA EMOCIONAL
« en: Mayo 01, 2013, 11:17:50 pm »
Inteligencia Emocional


 
El tema de la Inteligencia Emocional ha cobrado relevancia desde el reconocimiento y validación de las emociones, y como las administramos, como un factor fundamental para alcanzar el éxito en nuestras vidas.

Siempre se había considerado al cociente de inteligencia (C. I.), o I. Q. por sus siglas en Inglés, como indicador de la capacidad que tienen las personas de alcanzar el éxito. Pero considerando exclusivamente ese factor. no se encontraba explicación a por qué algunas personas con un C. I. alto, eran aventajados por otros de un C. I. menor, en igualdad de condiciones, en situaciones de conflictos sociales.

La razón es muy sencilla, se encontró que las personas que manejaban mejor las situaciones en las cuales se involucraban varias otras personas, eran más conscientes de si mismas y de las necesidades de los involucrados.

Estaban conscientes de la existencia de sus emociones y de cómo matizan su comportamiento. Y a su vez del efecto que tienen sobre las demás personas.

Pero, ¿Cómo podemos definir la Inteligencia Emocional?. Como con cualquier concepto nuevo, esta definición está aun evolucionando para ajustarte más fielmente a los resultados de las más recientes investigaciones, pero podemos decir con seguridad que se encuentra relacionada con la manera en que Identificamos, Usamos, Entendemos y Administramos nuestras emociones.

Es correcto, aun, y principalmente, con cómo las administramos. Desde este punto de vista, las emociones se consideran un recurso valioso a nuestra disposición, y de allí la importancia de prestarles la atención adecuada y administrarlas eficazmente.

Partiendo de esas consideraciones podríamos decir que la Inteligencia Emocional es la capacidad que tiene, o puede desarrollar, cada ser humano para crear resultados positivos en sus relaciones consigo mismo y con los demás.

Estos resultados positivos pueden ser tan variados como sensación de bienestar, optimismo, éxito en lo que se proponga lograr, etc. Y por supuesto tiene repercusiones en todas las áreas de nuestra vida como lo son rendimiento académico o profesional, relaciones de amistad y de pareja, nuestra salud, entre otros.

Tal vez se sorprenda al leer que la Inteligencia Emocional se puede desarrollar, pero las investigaciones y la experiencia demuestran que cada ser humano tiene la potestad de elegir como expresar cada una de las cualidades de su personalidad.

Y tal vez le sorprenda más aun lo sencillo que puede ser desarrollarla conociendo unos simples factores que en su conjunto forman la base para que la Inteligencia Emocional pueda expresarse armónicamente.

Factores

Entre los factores que entran en juego al considerar la Inteligencia Emocional podemos citar principalmente a la consciencia de si mismo.

Estar conscientes de, y comprender profundamente nuestros sentimientos y emociones, nuestras debilidades y fortalezas, y nuestras necesidades y deseos, es el paso fundamental para desarrollar la Inteligencia Emocional.

Una persona que tenga una clara apreciación, aceptación, y comprensión de lo anterior se encuentra en situación de ventaja para emplear los mismos a su favor.

De esta manera se transforman a si mismos en personas capaces de evaluar las situaciones claramente sin llegar a ser demasiado críticos, ni tener expectativas irrealistas. Encuentran el equilibrio que les permite ser honestos consigo mismos y con los demás, y salir adelante ante cualquier situación que se les presente.

Las personas que desarrollan un alto grado de consciencia de si mismos, son capaces de reconocer sus sentimientos y como les afectan, a la vez que están conscientes del efecto de su comportamiento (matizado por sus sentimientos) sobre las demás personas y su desempeño.

Puede reconocerse a las personas que tienen estas características por su alto grado de confianza en si mismas. Están muy conscientes de su capacidad, y saben cuando necesitan pedir ayuda.

Una vez desarrollada la consciencia de si mismos, se reconocen las habilidades naturales, el potencial por desarrollar y la capacidad para lograrlo, aunado a las emociones involucradas.

El siguiente paso natural es administrar estas emociones de una manera constructiva.

Al reconocer que somos seres sensibles, validamos nuestras emociones y nos permitimos encontrar maneras constructivas y creativas de canalizarlas. Nos sentimos libres de expresarlas y lo hacemos de una manera que nos beneficie, y a la vez contribuya al bienestar común.

Esto nos permite crear un ambiente de confianza y equidad a nuestro alrededor, reduciendo así el roce en el trato, y permitiendo que florezca la armonía. Lo cual contribuye al aumento del rendimiento en todas las áreas de nuestra vida, pues al sentirnos mejor realizamos las tareas que nos corresponden con agrado. Esto nos lleva a considerar la motivación como un efecto secundario de cultivar las anteriores cualidades.

Cualquier persona que esté consciente de si misma, y administre favorablemente sus emociones, por el bienestar que esto aporta a su vida y a la de los que le rodean, se sentirá inevitablemente motivada.

Motivada para alcanzar logros que superen sus propias expectativas y las de extraños. Motivada no por factores externos como pueden ser un mayor salario, reconocimiento o aprobación, pero motivada por alcanzar metas más altas por el simple hecho de lograrlo.

Tal vez se pregunte ¿Qué podría motivar así a una persona?. En este caso la motivación viene de una entusiasmo profundo por la vida, y la mística aplicada a lo que hace.

Es así como se forman los ganadores en la vida. La administración de las emociones se combina con la motivación por los logros, para facilitarles sobreponerse ante los tropiezos que algunas veces se encuentran en la vida, y levantarse fortalecidos con mayores deseos de continuar adelante.

Todas estas destrezas adquiridas nos ponen en contacto, por exponerlo de una manera figurativa, con otra dimensión. La dimensión de la empatía. Desde esta dimensión así como reconocemos, y administramos eficientemente nuestros sentimientos y emociones, aprendemos a reconocer y validar los de las personas que se encuentran a nuestro alrededor.

Esto nos permite tomar en consideración los sentimientos de las demás personas involucradas en las situaciones que se nos presentan a diario, y nos coloca en una posición ventajosa al brindarnos una perspectiva más amplia de las consecuencias de nuestras acciones, y nos permite tomar decisiones más inteligentes.

La empatía también es una herramienta maravillosa que nos muestra sus bondades en situaciones donde ocurren malos entendidos. Las personas que la desarrollan adquieren la capacidad de reconocer las sutilezas del lenguaje corporal, y son capaces de percibir el mensaje real detrás de las palabras.

Si sumamos todo lo anteriormente expuesto, y lo condensamos en un individuo, obtendremos una persona con un alto grado de inteligencia emocional que como consecuencia ha adquirido la capacidad de socializarse más armónicamente.

Un ejemplo (y sus consecuencias) de una persona con este comportamiento fue citado en el anterior artículo Crecimiento en las Relaciones. En ese ejemplo podemos ver claramente que contribuir al bienestar común es solo cuestión de estar dispuesto a ofrecer oportunidades a quienes nos rodean. Las mismas oportunidades que deseamos para nosotros.

Una vez comprendido lo anterior es sencillo comprender como la Inteligencia Emocional juega también un papel importante en nuestra preparación para permitir que el éxito se manifieste en nuestras vidas, y sus beneficios exceden ampliamente la dedicación que requiere para alcanzarla.

Resultados

Ya antes mencionamos algunos de los beneficios que nos brinda la Inteligencia Emocional. Una vida más saludable y Feliz. Una carrera más satisfactoria y rentable. Mayor Paz y Tranquilidad solo por el hecho de existir, son algunos de los que podemos citar.

El camino ha quedado señalado en las anteriores líneas, pero ¿Cuánto cuesta alcanzar la meta?. En este caso el costo se traduce en la intención de lograrlo, y el primer paso puede ser tan sencillo como sonreírle a la Vida.

Recuerde que aunque aparentemente no escogemos algunos de los eventos que se presentan en nuestras vidas, siempre conservamos la potestad de elegir como reaccionamos ante ellos, y disfrutar cada instante es siempre una opción.

¡Que lo disfrute!


http://www.helios3000.net/desarrollo/inteligencia_emocional.shtml

 

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