Las alabanzas, especialmente cuando se hacen de corazón, nos ayudan a mejorar nuestra autoestima y a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Un estudio de la Universidad de Staffordshire (Gran Bretaña) presentado recientemente en una conferencia en la British Psychological Society, sostiene que cuando dos personas hablan bien de una tercera, se produce un efecto beneficioso para quienes mantienen esa conversación.
Reconocer los valores de otra persona nos conecta con los nuestros y nos proporciona una mayor satisfacción con nuestra vida.