CÓMO ELIMINAR LAS CREENCIAS TÓXICAS QUE NOS LIMITAN
Alguna vez has sentido paralizado, atrapado, sin poder cumplir tus objetivos, tus sueños? Tienes claro el paso que debes dar en tu vida pero algo irracional dentro de ti te lo impide? Sabes lo que quieres y qué hacer para conseguirlo pero, a la hora de la verdad, parece que una fuerza irracional no te lo permite y te dejas dirigir como un muñeco. ¿Qué pasa? Pues que los estereotipos que te han inculcado desde la infancia te están poniendo la zancadilla y es muy probable que estas creencias erróneas acerca de quién eres te mantengan atrapado.
En este artículo te cuento qué son las creencias tóxicas, de donde proceden, cuáles son sus consecuencias, como liberarte de ellas por sacarlas de tu mente, y como puedes modificarlas porque sientas el bienestar que desde hace tiempo estás buscando.
¿QUÉ SON?
Las creencias son un conjunto de representaciones internas de la realidad que actúan como filtros colocados delante de nuestros sentidos. A través de ellas percibimos lo que vivimos, estructuramos nuestro modelo del mundo y configuramos nuestra vida.
Algunas son fuente de recursos, estimulan a la acción y nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos. Otros son paralizantes y nos frenan, dificultan o impiden que avanzamos. La prueba es que, si nos creemos capaces de lograr un objetivo, la conseguiremos, sino, será muy difícil.
¿Cómo las adquirimos?
La mayoría de nuestras creencias proceden de la infancia: en esta etapa se arraigaron firmemente en nuestra mente porque no teníamos personal criterio. Necesitábamos una brújula interior para no perdernos en el inmenso mundo de las realidades infantiles. Las asimilamos enteras y las aceptamos como propias sin cuestionarlas, y así permanecen desde entonces, implantadas por la autoridad de los adultos en forma de convicciones personales.
¿Has revisado tus?
Muchas veces no somos conscientes de tener una creencia distorsionada porque la llevamos puesta. Por eso es tan importante el autoconocimiento: revisar nuestro pasado, la educación recibida, los modelos imitados ...
Según crecemos, debemos ir adaptando nuestras ideas fijas en nuestra nueva realidad: sometiéndolas a un juicio crítico y adulto, por no ir chocando con el mundo y creyendo que es éste el que choca contra nosotros. A continuación veremos las cuatro creencias erróneas que más paralizan nuestro desarrollo personal. Vigilar con ellas!
1 ª CREENCIA
"Si me quedo solo, no lo podré soportar"
Desecho, abandono y miedo a la soledad
LA CAUSA: Todos, al nacer, somos seres indefensos y dependientes, sin capacidad de sobrevivir por nosotros mismos. La necesidad de cuidado, aceptación, compañía y atenciones, fueron vitales para nuestra supervivencia en el mundo. Por tanto, esta creencia tiene una base real el problema surge cuando, llegada la madurez, la seguiremos manteniéndose.
LA CONSECUENCIA: Esta creencia perjudica nuestras relaciones después en hacernos adultos nos hace caer en dependencias y en afecciones muy dañinas para nuestra salud emocional. Sí nos obsesionamos con tener compañía y atención a cualquier precio, tal vez debamos pagar un coste demasiado alto: el de nuestro bienestar personal y nuestra autoestima.
COMO desactivarla: Las otras personas son importantes para ti, sí, pero convéncete de que de ellas depende sólo una parte del tu bienestar personal, del resto, sólo tú eres responsable. Aprende disfrutar de ti mismo: quizá ahora no seas capaz de pasar una tarde solo en casa porque pienses que te aburrirás que te pondrás triste. Afronta poco a poco la ansiedad que te produce la soledad y entretente en cosas que te gusten: lee, cocina, escribe ... Dedícate a conocer ya gustarte ti mismo. Recuerda que si te sientes mal, los demás pueden ayudarte, pero la solución a tus problemas sólo la tienes tú.
2 ª CREENCIA
"El mundo es peligroso"
Vulnerabilidad y debilidad
La causa: La base de esta creencia se encuentra en la idea: "El mundo exterior está lleno de peligros. Me he de mantener junto con mis padres porque soy frágil débil y vulnerable".
LA CONSECUENCIA: Como consecuencia, ya de adultos, esta creencia nos impulsa a buscar seguridad y protección a toda costa. Nos hace mantener anclados lo que nos es conocido, temer el cambio, no arriesgar. La consecuencia de esta creencia limitante es que nos perdemos muchas experiencias de la vida, nos aislamos y dificultaremos nuestro crecimiento personal, ya que nuestro inconsciente ha grabado que todo lo que es desconocido puede dañarnos. Esta creencia es el origen de fobias ataques de pánico y varios tipos de ansiedad y angustia.
COMO DESACTIVAR-LA: Es cierto que no somos invulnerables y que tenemos unos límites físicos, pero en realidad son tan estrechos? Plantéate cuantas veces a lo largo de tu vida tienes sentido un peligro inminente y en cuántas de estas situaciones el peligro era real. Piensa que estas llamadas de alarma quizá sólo las produce tu mente. Y, ante situaciones de peligro real, hay que darse cuenta de que en realidad tienes mucha más capacidad emocional de la que creías.
3 ª CREENCIA
"No valgo lo suficiente"
Carencia de cualidades y capacidades
LA CAUSA: De niñas nos costaba aprendió, y en este aprendizaje a veces acertábamos ya veces cometíamos errores. Y nuestra mente infantil, que observaba la eficacia de este adulto educador de que todo lo hacía bien, iba grabando una idea: "No sé hacerlo, no valgo". Especialmente cuando este educador no comprendía que la ignorancia, la confusión y la escasez de habilidades son propias de la infancia y que nunca se deben castigar con abandono o la falta de amor.
La consecuencia: Los registros de pensamientos nocivos: "No soy importante", "Soy un fracaso", "Todo hago mal" ... serán causa frecuente de angustia y ocasionan sensación ridículo, vergüenza tristeza, depresión y enojo. También tienen como consecuencia una baja autoestima, ya que su origen el su error esta en considerar la valía personal según lo que dicen los demás, según lo que se hace o se posee. Están en el origen del complejo de inferioridad, la timidez o el desprecio, la falta de respeto y la sensación de insignificancia, problemas basados en el miedo que los demás noten nuestra falta de valía.
COMO DESACTIVAR-LA: Aprendiendo lo que es la valía por ser, el valor lo tenemos como seres humanos. Por haber nacido ya lo tenemos. Empieza a darse cuenta de que es permanente. No confundas tus éxitos con tu valía personal y tus errores con tu falta de ésta. Recuerda: no necesitas ser perfecto para vivir, sino vivir para seguir intentando alcanzar este objetivo de que retrasas por miedo a fallar.
Haz un inventario de aquellas cualidades en las que sabes que destacan, y elige el lugar, trabajo o relaciones en las que puedas practicar y demostrarte todo lo que vales.
4 ª CREENCIA
"Soy una mala personas"
Sentimientos de culpa y maldad
LA CAUSA: De pequeño podíamos romper nuestro mejor juguete sólo para satisfacer nuestra curiosidad, o despertar al padre poniéndose a cantar llamando la última canción que aprendimos en la escuela, o ensuciar toda la casa para hacerle a la madre un dibujo Especial. De entonces nuestra madre o padre nos decían: "Nen, eres malo eres tonta, eres sucio, eres un desastre ...!" Y en nuestra ingenuidad, algunos lo hicimos creer.
LA CONSECUENCIA: "Soy culpable porque, siendo libre, hago cosas incorrectas por maldad, y merezco un castigo". Esta creencia es el origen de la culpa, o bien del pensamiento de venganza, cuando creemos que lo trato que nos dan no es merecido. Ocasiona el sentimiento de injusticia, de enojo y de venganza.
COMO desactivarla: La creencia maldad es la más peligrosa de todas porque, según te cruces, así piensas, y, según piensas, así actúas. Retrocede en el tiempo y explora tus frustraciones infantiles: encontrarás la causa. Para recuperar tus sentimientos de bondad, lo mejor es que empieces a trabajar ya tu propia autoestima.
Resumiendo, como norma general, para desmontar un una creencia perjudicial hay que seguir los siguientes pasos:
1 - Remontar-a la causa.
2 - Observar que aquel niño que fuimos ya ha crecido y es una persona completo autónoma.
3 - Trabajar con esta idea mental sintiendo nuestro poder.
4 - Rechazar las dependencias y afecciones para convencerse de nuestra autonomía.
5 - Rodearse nos de estas personas que nos hacen crecer.
6 - Alegrarnos y disfrutar por ser las personas valiosas que ya somos.
Ahora que ya sabes cómo potenciar tu autoestima, tomar conciencia y gestionar las creencias tóxicas, es el momento de valorarte y hacer de estas herramientas un hábito para que tus pensamientos estén siempre en positivo y puedas desarrollar la creatividad en todas las actividades que te planteado en cualquier aspecto de tu vida.
Todos tenemos la fuerza suficiente para poder ser lo que queramos ser, pero si necesitas en algún momento de tu vida alguien que te dé el impulso necesario para hacerlo posible acuerda que como profesional del coaching y el crecimiento personal te puedo dar el empuje necesario para que puedas alcanzar tus sueños.
¿Y tú? Qué creencias tóxicas crees que te impiden ser feliz? Tienes fuertes sentimientos de culpa, miedo o depresión?
Como siempre estaré encantada de recibir tus comentarios.
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