Si rascas la realidad de tu existencia siempre te das cuenta que tienes más por lo que sonreír que por lo que llorar, pero aunque fuese al revés, que puede ser también porque el corazón siempre sangra, lo bueno es que también aprendes a sacar todo tu coraje, tu fuerza y tu luz, para poder seguir haciendo un camino menos pedregoso de lo que solemos hacer los seres humanos cuando al no entender, o no tener suficiente confianza, nos dedicamos a echar más tierra en la montaña , para creer que así vamos a solucionar todo.
Si rascas todos los caminos que has tenido que recorrer para llegar a donde estás, te darás cuenta que has sido perseverante, que te has equivocado, pero que también has sabido levantarte, has sabido intentarlo, y que todo lo que has ido sembrando con tu forma de actuar has logrado que lo que te rodea sea diferente a cuando te has dejado llevar por la corriente de aquellos que, al no saber cómo vivir, tratan de que tú tampoco sepas, pero has ido saltando los baches, porque te has planteado un rumbo, porque has aprendido a valorar lo que realmente es importante y lo que nunca lo será, porque has dejado atrás aquello que obstruye y has empezado a reaccionar como si cada día fuese algo nuevo, algo por lo que luchar, algo por lo que te tienes que mover, pues está en ello tu luz, tu fuerza y todo tu ser, porque eres tú la que te tienes que levantar, la que tienes que llorar, la que tienes que sacar hacia afuera eso que tanto te duele para buscar soluciones, motivos, y no caer en la desesperación del no saber qué hacer e inmovilizar tu ser, porque tú eres alguien importante que aunque no se te valora si estás aquí es por algo y no por un simple pasar.
Si rascas la vida te darás cuenta que nunca hay nada sencillo, que todo se vuelve oscuro cuando tú te niegas a vivirla y es ella la que te vive a ti, cuando te dejas arrastrar por lo yupi olvidándote de que lo importante lo llevas dentro, que todo es tan complicado como tú lo quieras hacer, porque siempre encontrarás puertas cerradas, sueños partidos, amores que se desvanecen, dificultades porque no llegas a final de mes, políticos corruptos que tratan de manipular ideologías… pero está en ti transformarlo con tu actitud, con tu manera de enfocar todo, que confiando, no dejando te arrastrar, puedes ir despacio, pero seguro porque siempre tendrás lo suficiente, para lograrlo, a lo mejor dejar atrás muchas cosas que tenías, pero volverás desde cero a comenzar, porque tú tienes lo que hay que tener, porque sabes que esto es una continua lucha, pero que siempre cuando confías y no te pierdes cerrando puertas, ventanas y destruyendo puedes llegar más lejos que lo que tú te piensas, pues aquí estás y lo has mostrado
Si rascas en tu interior y te das una oportunidad para dejarte de juzgar, para sentirte víctima de todo lo que te sucede, te das la opción de mirar con los ojos del corazón, dejar atrás la impotencia de la desconfianza, del desaliento, del no quererte lo suficiente, el de pensar que todo es negro, y todo el mundo es malo, que solo unos cuantos sí y otros no, te darás cuenta que abres un abanico de posibilidades , pues mirarás de otra manera, lucharás por lo que realmente vale la pena, no buscarás refugios en lo absurdo que solo tapa el problema pero no soluciona, te darás cuenta que tú eres importante para las personas que te rodean, que no eres un número entre más, que los fanatismos, los juicios temerarios, la violencia, el no respeto, solo conducen a poner más piedras y recovecos a la vida.
Si rascas tu día a día te darás cuenta que lo intentas, que estás, que lo cuentas, que tienes fuerza coraje y sabes o vas a prendiendo a estar cuando reconoces las cosas y que tienes mucho por aprender y más camino por andar y eso es algo que te da todo esto y lo conseguirás.
Esther Sánchez Orantos
