SÓLO POR HOY. Trata de mantener la mente en el presente, aquí y ahora, que es lo verdaderamente real. El pasado es un sueño y el futuro depende del presente.
NO ME PREOCUPO. Vive la vida sin preocuparte de lo que todavía no ha llegado. Ocúpate de las cosas en su momento. Donde está el pensamiento está la energía.
NO ME IRRITO. Los enfados y la ira suelen tener su origen en las ganas de tenerlo todo controlado. Debes aprender a relajarte y a confiar en los demás.
CON GRATITUD. La vida es todo un don, y debemos darla sin esperar recibir nada a cambio. Si nos acostumbramos a hacerlo, los que nos rodean y el universo se complacen y nos entregan aún más cosas.
DEDICO TIEMPO A MÍ MISMO. En todo momento debes dar lo mejor de ti, tanto en tu vida laboral como personal, dedicándote tiempo al estudio de las propias emociones y la mente. La honestidad debe guiar siempre tus pasos.
SOY AMABLE Y RESPETUOSO. Un rostro amable y feliz irradia luz, mientras que uno enfadado e irascible crea mal ambiente a su alrededor. Hay que cultivar el hábito de sonreír a pesar de las adversidades.