¿TE SIENTES DEPENDIENTE DE TU PAREJA?
El sentimiento de dependencia con la pareja es un tema muy presente en las relaciones. Es muy común la inclinación a querer descansar en el otro y esperar su soporte más allá de los niveles saludables. Pueden existir muchas razones para caer en esta tentación, sin embargo, ya sabemos que toda dependencia, siempre será algo desfavorable para cualquiera.
La dependencia se presenta cuando el afectado no se siente completo, no se siente satisfecho o no se siente capaz de sostenerse por sí mismo. En cualquiera de los casos, queda de manifiesto que requiere elevar su autoestima, reconocerse como un ser valioso y completo y saber que tiene la capacidad para compartir su vida con otra persona sin necesidad de preocuparse por su seguridad personal en la ausencia de ella.
Para llegar a este planteamiento se puede necesitar hacer muchos cambios internos y cambios muy profundos. Es posible que necesites hacer grandes transformaciones en aquellas ideas que sostienen esta necesidad y en forma muy especial, transmutar la gran cantidad de emociones que te atrapan en este tipo de situaciones. Seguramente, te esperan grandes aprendizajes que bien vale asumir como importantes.
Si te encuentras en este tipo de situación, comprenderás que no será posible, o al menos será muy difícil, que puedas disfrutar de una relación armoniosa, sincera y feliz, si por dentro estas contagiado con el virus de la dependencia. Todo lo que puedas crear al interior de la relación, será afectado por este miedo a que esa persona te deje algún día y quedes sin “eso” que te está dando y que resulta ser demasiado vital para ti.
No tendremos que confundir extrañar al ser querido porque le amamos genuinamente, con una dependencia. La dependencia te hace sentir en riesgo, va más allá de la tristeza o nostalgia por su ausencia o falta de soporte. Generalmente, la dependencia te hace sentir doblemente complicado, porque sientes la natural tristeza por la carencia que sientes, pero también sientes ese ingrediente de riesgo que se encubre bajo un intenso sentimiento de abandono y soledad, que se manifiesta como un profundo dolor que hasta puede invalidarte.
La mayor característica corresponde justamente a esa sensación de quedar detenido, impedido de avanzar, teniendo la sensación de no poder cuidarse y sostenerse por sí solo, recreando viejos patrones aprendidos en la infancia, posiblemente modelando las relaciones que tenían los padres o de otros adultos muy cercanos.
Para romper esos modelos de dependencia, será necesario volver a restablecer aquel valor intrínseco que tenías cuando eras un niño muy pequeño. No existen patrones que no podamos modificar y si son negativos tendremos un impulso adicional para desear hacer su transmutación. Cualquier patrón mental y/o emocional que no nos ayude a ser felices, puede ser modificado por medio de nuestra voluntad.
¿Por qué la dependencia es un patrón negativo? Porque ningún ser humano ha sido creado limitado o incompleto. Querer insistir en eso, es contradecir las leyes naturales y toda contradicción a estas leyes, nos creará sufrimiento. La naturaleza nos dice que cada persona es un ser único y completo en sí mismo y que solo está olvidado de lo que es. No puede necesitar que alguien le otorgue lo que ya posee, solo puede comenzar a recordar lo completo que es.
Cuando insistimos en que nuestra pareja tendría que acompañarnos en aquellas profundidades en las que solo nosotros podemos conducirnos, se manifestarán situaciones complicadas que pueden generar mucho sufrimiento y dolor.
¿Cuál es la solución?
La solución pasa por comenzar a ver con claridad el límite que existe entre la pareja y nosotros. Hasta dónde tenemos que esperar, hasta dónde somos nosotros los que debemos actuar y darnos lo que necesitamos tener. Cuando no vemos este margen con claridad, podemos invadir el terreno del otro o exigir que nos den lo que queremos tener.
Un buen atajo para aclarar estas líneas se hace oportuno cuando comprendemos que nuestra pareja nunca tiene la obligación de darnos algo, simplemente podemos llevar nuestros ojos a sí mismos para ver cómo podemos satisfacernos a nosotros mismos. Todo comienza allí.
¿Qué es lo que te hace bien?
¿Qué es lo que te podrías regalar?
¿Cómo puedes cuidar de ti?
Estas preguntas pueden parecer muy simples y fáciles de implementar, pero cuando no se han utilizado estos principios desde hace tiempo, es porque no se recuerdan o no se sabe cómo hacerlo.
Puedes comenzar por centrar la vista en ti. Al principio te podrá parecer abrumador hacerte cargo de ti mismo, pero con el tiempo y con la práctica, será posible que lo consigas.
No existe nada que no podamos alcanzar y con mayor razón cuando se trata de amarse a sí mismo.
Patricia González.
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