IDEAS PARA UN BUEN PLAN DE VIDA
Te prevengo que, cuando decidas hacer un cambio para mejorar tu vida, se activan una serie de saboteadores que llevas incorporados, que van a hacer todo lo posible para que sigas estancado en la comodidad de “más vale malo conocido que bueno por conocer”, y en la rutina de la rendición y la aceptación, y de tener un motivo por el que lamentarte. (Todos llevamos agregado un masoquista).
Pero, al mismo tiempo, un afán de superación, y un agrado por mejorar en todos los aspectos, nos animan a emprender acciones que puedan revertir en una mejora de la vida.
Desde pequeños nos han sugerido que es mejor evitar los riesgos, y nos han inculcado el miedo al fracaso, al error, a la equivocación, y cualquier acción puede llevar aparejada la opción de que suceda alguna de esas cosas.
Sólo desde una decisión consciente tenemos posibilidades reales de efectuar mejoramientos en nuestro modo de vivir, y con un Plan bien diseñado se multiplican las posibilidades de alcanzar una vida que cumpla nuestras más sinceras y positivas expectativas.
Piensa detenidamente en tu vida actual.
¿Ya lo has hecho?
Si has respondido que sí, sigamos; si has respondido que no, vuelve atrás y hazlo.
¿Podemos seguir?
Posiblemente el resultado, en su conjunto, no sea muy satisfactorio. Habrás encontrado cosas agradables, momentos de los que te sientes orgulloso, aspectos que te gustan de ti, y… cosas que no te agradan.
Ahora, juega a imaginar… ¿Cómo sería tu tipo de vida ideal?
¿Crees que tienes derecho a una vida plena, llena de significado, que cumpla tus expectativas realizables, que te aporte sensación de felicidad, y la creencia en que estás haciendo lo que quieres hacer?
Si crees que tienes derecho, empieza ya a diseñar tu Plan de Vida, y cumple con tu compromiso.
Antes de ponerte a planificar, revisa estos aspectos:
- Toma conciencia de ti, reflexiona acerca de ti, sobre tu pasado y tu presente.
- Reconoce cuáles son tus necesidades, tus limitaciones, y aprende el oficio de manejarlas y manejarte correctamente.
- Averigua tu potencial y descubre tu verdadera vocación.
- Piensa clara y detalladamente en el futuro que deseas para ti y cómo quieres que sea cada área de tu vida.
- Mejora tu autoestima y fomenta el amor propio –amor hacia uno mismo-.
- Adquiere un compromiso serio e ineludible de realizar los acuerdos que compongan tu Plan de Vida.
- Aprende a aprender, porque es algo que vas a hacer continuamente a partir de ahora.
- Proponte que todo el proceso sea placentero, enriquecedor.
- Acumula ánimos para los momentos en que baje un poco tu moral, cosa que puede pasar.
- Toma el compromiso de atención y dedicación al Plan, de darle la prioridad que necesita y merece, de ser generoso en dedicarle tiempo y cuidado. De hacer de ello tu objetivo primordial en este momento.
A partir de terminar con el paso anterior, comienza ya con el proyecto del Plan.
Recuerda que ha de ser perfectamente factible, aunque requiera un esfuerzo lograrlo. Pero que se pueda lograr.
Hazte preguntas y más preguntas, preferiblemente con el corazón. Voltea las preguntas, hazlas desde todos los puntos posibles, y haz todas las que se te ocurran. Ten paciencia con las respuestas, y cuando tengas alguna, si no te satisface plenamente, vuelve a preguntártela. Hazlas y deja que se respondan solas; ten cuidado de no forzar la respuesta metiéndole prisa, o de utilizar la misma que llevas años utilizando. Se trata de cambiar todo lo que sea necesario cambiar, incluidas las respuestas.
Y no te conformes con la primera que aparezca, puede que detrás, escondida, esté la verdadera, que es la que toca de modo directo lo que es central y más cierto en ti.
Este es el mayor acto de amor que puedas dedicarte a ti. Es el egoísmo más sano y más perfecto.
Es el cuidado óptimo de ti, como padre, hacia ti, como hijo.
Aquí tienes algunas ideas para componerlo.
REVISA CÓMO Y DÓNDE ESTÁS EN CADA UNO DE ESTOS ASPECTOS:
- Tú.
- Tu escala de valores.
- La familia.
- Los amigos.
- El amor.
- El entorno.
- El ocio.
- El dinero.
- El trabajo.
- La salud.
- El Crecimiento Personal.
Tienes que conseguir que lo que aparezca sea en positivo.
Pon lo que quieres, y no lo que no quieres. O sea, “quiero cambiar de trabajo”, y no “no quiero seguir en el trabajo actual”.
A muchas personas les sirve la visualización creativa y positiva. O sea, imaginar y “ver” que ya es real lo que se quiere que sea real.
Sé consciente de tus recursos actuales, pero sé consciente también de que, con tu voluntad, los puedes incrementar.
Aléjate de quienes puedan boicotear tu Plan desanimándote o poniéndote trabas.
Sé fiel al compromiso que vas a adquirir contigo. Permítete alguna pequeña parada, un pequeño decaimiento, pero que sea sólo para tomar aire y seguir.
Ponte objetivos y fechas que habrás de cumplir, y verifica que se cumplan.
Pero, al mismo tiempo, encuentra el equilibrio entre ser realmente exigente con su cumplimiento y comprender que eres humano y puedes tener momentos de debilidad. No te conviertas en tu tirano: sé amable y comprensivo contigo. Sobre todo, ámate.
Recuerda: una buena planificación es casi una garantía de éxito.
(Inspirado en un artículo de María Carmen Rayos Sánchez)