Bueno Francisco, lo más sincero que se puede pedir, eh?. Da un poco de corte, conforme iba leyendo, pues me ha parecido irrumpir en la intimidad de otro. Pero supongo que si lo has escrito es porque querías expresarte y que te leamos.
Me ha parecido que valoras el hacer, el aprovechar, el obtener resultados, conseguir objetivos. Sin duda, ésto es importante, pero me permito dejar en el aire la idea de que a lo mejor pudiera ser debido a un esquema arrastrado de otra faceta de tu vida, ya sea laboral, u otra. Fijar objetivos, alcanzar resultados, hacer cosas, programar, decidir,.... No quiero decir que ésto no sea necesario, tan sólo apuntar la idea de que a lo mejor, sin darte cuenta, utilizas para aprovechar la Vida, los mismos esquemas que para otras cosas que sean más materiales, por entendernos.
Hablábamos por aquí hace unos días de la paz. En mi caso, ignoro casi todo, puedes creerme, pero cada día que pasa voy teniendo sólo un poco más claro que mis objetivos -sólo válidos para mí, que quede ésto claro- son cada vez menores en cuanto a acciones terrenales o conceptos a atesorar. Percibo que lo que es un comodín para cualquier situación y que a la vez me genera una sensación de paz interior, y por ello, estar a gusto y tranquilo, es tener el mayor tiempo posible diálogo interior con Dios, o con Cristo. Y ésto no significa que esté metido en un cascarón, aislado del mundo. Pero éste ha dejado de ser una agenda abierta en la que he de anotar las cosas que yo entiendo que han de pasar en mi vida. Me levanto cada día y, procurando no dejar mi corazón alejado de Dios, aunque sólo sea en idea, veo que cada día es todo un mundo. Aún cuando parezca una repetición de lo acontecido en el día anterior. Para nada.
Todos terminaremos en Dios. O con Dios. No sé cuál es la expresión correcta, aunque tampoco me preocupa. Y de que estamos condenados a la divinidad, también es un convencimiento con el que convivo, aunque ni pueda demostrarlo ni saber por qué lo siento así. Por tanto, no pasa nada. Fuera impaciencias, metas estresantes a conseguir, agendas repletas de cosas para hacer,...... Tenemos todo el tiempo del mundo para llegar a Él. Y llegaremos.
Aunque nos pueda parecer que no encontramos el rumbo que necesitamos, vamos con el rumbo adecuado. Sólo que no es en línea recta, o simplemente no es a la velocidad que nos gustaría, o por donde nos gustaría.
Calma, paz,..... que nuestro interior hable y le podamos escuchar.
Por otra parte, estoy de acuerdo contigo en que nadie nos enseña a ser padres, buenos hijos, esposos o simplemente a tener una autoestima adecuada, como tú has podido comprobar en tus lectura de manos.
Pero...... dudo que ésto sea posible. En España, si alguien te hubiera enseñado a ser padre hace 50 años, no lo habría hecho del mismo modo que lo haría quien te enseñara ahora. Y ésto habría sido un inconveniente, sin duda. Quiero decir que el momento cultural, social o histórico, determina los valores y las normas por los que una sociedad se rige en un momento determinado. Y ésto es cambiante. Toda sociedad o grupo social se rige por normas y valores, algunos explícitos y otros implícitos. Y cambian.
Aspectos personales como el esfuerzo, la tenacidad, la honradez, la autoestima y muchos otros, también creo que podrían verse del mismo modo. Y ya no hablemos del sentido de la vida, el despertar de la conciencia y cosas así. En una ocasión planteé a un conocido, en una charla familiar, qué pensaba de los OVNIS, y me dijo que éso era una chorrada, que lo importante era hablar de cómo iba la banca, hacia donde desvió la conversación.
Por último, y respecto a las ideas propias, las que son de oídas, o producto de la propia vivencia, mi modesto entender es que es necesario recibir información del exterior, sin duda. Leer libros, escuchar opiniones, fijarte y analizar las cosas que ves en el exterior o sientes en tu interior,..... pero que mientras a esa idea no se le asocie la emoción o el sentimiento en nuestro interior, no dejará de ser un pensamiento en lugar de ser una "creencia", una verdad internalizada como tal dentro de nosotros.
Así, creer que estaré más cerca de la espiritualidad por leer y saber mucho sobre la espiritualidad, no tiene que ser necesariamente verdadero. Puede incluso acallar la verdadera y auténtica voz que debemos escuchar, la de nuestro interior. Y ésto no lo digo para nada en relación a ti, créeme, sino en general. Creo que hay que saber encontrar el propio ritmo entre asimilación de conceptos y vivencias, entre arrancadas y paradas, entre el exterior y el interior. Y unas veces asimilaremos a nuestra vivencia alguna idea de fuera, mientras que en otras, podremos expresar ideas producto de nuestras vivencias experimentadas personalmente.
Bueno, me he puesto a hablar y ya no sé si tiene conexión con lo que tú has escrito, se me ha ido completamente la pinza. Tal vez debería haber abierto un nuevo post titulado como Presentación-Confesión de Tuareg, eh??, jejeje....
Ya acabo. Y siento el "tocho" que acabo de soltar.
Estoy a tu lado. Un abrazo.