La reflexión que vas a leer a continuación no es solamente un conjunto de palabras correctamente ordenado, sino la esencia de una meditación o de una experiencia.
Si la aprendes de memoria, estará bien, pero solamente surte su efecto si la lees con el corazón, y si la dejas que se repita dentro de ti para que la comprendas y la integres.
Déjala que peregrine dentro de ti, que se expanda, que te llene, que te hable más allá de lo condensado…
ES INÚTIL LAMENTARSE; ES INÚTIL PERDER EL TURNO RECLAMANDO; INÚTIL ES TRATAR DE JUGAR NO CON LAS CARTAS QUE LE REPARTIEON, SINO CON LAS QUE UNO HABRÍA QUERIDO TENER, O SOÑÓ TENER, U OPINA QUE DEBIERON SER LAS SUYAS.