- ¿Homo sapiens u "Homo perdidus"?
Convencido de que a la muerte le sigue la vida y al revés, y entendiendo el invierno como una especie de muerte (o cesación de manifestaciones de vida), con mucha ilusión, como cada año, esperaba la llegada de la vida, de la primavera.
Cada día, para ir al trabajo, tengo la gran suerte desde hace dos años de poder ir andando, sin necesidad de usar vehículo alguno. Son unos veinte minutos y si bien al principio iba más bien pendiente de los coches, el reloj o la gente, desde el último año, y sin darme cuenta, la atención se me ha ido desviando hacia el cielo, la Luna cuando está visible a primera hora de la mañana, los trinos de los mirlos a finales del invierno y sobre todo, ahora, en ir reconociendo el nacimiento de la vida. También aprovecho para hablar con quien ya sabéis, fundamentalmente para ponerme al servicio de su voluntad, desde mis grandes limitaciones.
En el recorrido hay árboles en las aceras, así como jardines dentro de recintos de edificios. Y me siento como si fuera por pleno bosque, ya que mis sentidos van pendientes de todo lo que es flora y fauna. Es realmente curioso.
El otro día, al salir de la oficina a fumar, tengo un gran árbol en el que se suelen posar palomas torcaces, que parecen estar esperando algo, ya que simplemente "están". Pero había un mirlo, que desplegaba sus alas y no paraba de cantar, supongo que para atraer a alguna hembra o para defender ese territorio como suyo. Y de pronto pensé que el mirlo estaba haciendo lo propio de un mirlo, lo que corresponde hacer a un mirlo vivo en el mes de marzo, al posarse sobre un árbol. Y lo mismo las palomas,cuyo número rondaba la docena.
Y ese árbol, del que estaban empezando a brotar hojas, exactamente igual que otro que hay unas decenas de metros más alejado, hacían lo mismo que el mirlo y las palomas, sólo que a su nivel: Al llegar la primavera, echan hojas crecen sus ramas, salen flores....... Y pensé en toda la vegetación que encuentro en mi camino y..... más de lo mismo.
Con este gran "descubrimiento", el planteamiento se me fue, de golpe, al hombre. Bien, si un mirlo o un cocodrilo, desde que nace hasta que muere, vive y hace lo propio de un cocodrilo, ¿qué sería lo equivalente en el ser humano?. ¿Podríamos definir nuestras pautas directrices de vida, igual que para el resto de seres vivos?. Y me sorprendí pensando que no es posible.
Según la orientación de quiénes nos respondieran, podríamos tener cientos de posibles modelos de vida apropiados o naturales para el ser humano. Tal vez todos pudieran ser válidos, pero posiblemente bastantes de ellos, pensé, no.
Alguien podría responder que éso no existe, ya que lo mejor que tiene el hombre es la libertad para elegir el guión de su propia vida. Y bueno, a priori lo encontraría cuando menos sugerente. Pero tampoco me vale, pues andamos por esta web intentando avanzar a base de quitarnos lastres adquiridos a través de la cultura y del ambiente, así que tal vez lo que querríamos ver como el ejercicio de nuestra libertad podría no ser más que la práctica de nuestro gran condicionamiento.
Dejé este planteamiento así, sin resolver. No sentí que hiciera falta llegar a una VERDAD. Pero sí que, siguiendo con un círculo concéntrico más pequeño, pensé entonces en dos cosas: la primera que quién soy yo realmente y la segunda, cómo soy.
Ésto da para mucho, sin duda. Pero lo primero que se me ocurrió fue intentar verme a mi mismo como sin nombre, es decir, yo no soy Tuareg, simplemente soy. Y después, bueno, intenté no sentirme padre, ni esposo, ni empleado de mi trabajo, ni vecino de mi vecindario,........ tal vez descubriendo si realmente quien creo que soy no es más que la suma de roles que me ha ido tocando desempeñar. También dejé este sentimiento así, sin responder por no serme necesario.
Y por último, a la pregunta de cómo soy, creo que podría llenar un folio con descripción de actitudes, defectos, cualidades y rasgos de personalidad.
Y bien.....¿realmente soy yo así?, ¿O es la imagen que me he formado de mi?. Y de ser así, una serie de conceptos adquiridos,........¿quién soy yo realmente?.
El mirlo, si pudiera hablar, lo mismo que la hormiga, creo que tendrían mucho más fácil responder a la pregunta de a qué ha de dedicar su vida o qué sentido tiene su existencia. Y terminé pensando que se puede llegar a estar mucho más perdido de lo que realmente uno cree, y que a veces todo podría ser una simple fabricación de la mente, sin conexión alguna con la realidad.
Intuí, además, que en el cómo soy, es decir, en los conceptos que constituyen mi propia definición de cómo soy o me gustaría ser, pudiera estar formado el ego. Así que me quedó esta tarea pendiente para trabajarla con más detenimiento.
Como veis, un cigarrillo da mucho de sí, eh???, jejejeje......
No hay motivo de preocupación por mi, os lo digo. Pero sí que lo cuento porque me pareció un ejercicio muy sano, el acercarse a la propia realidad de uno mismo. Y todo gracias a un árbol muy grande, unas cuantas palomas posadas sobre unas ramas y un mirlo cantando alegre y vivazmente.