“LOS TIEMPOS DIFÍCILES SON LOS DE MAYOR CRECIMIENTO EN NUESTRAS VIDAS”
Lorena Lacaille
“La vida sin obstáculos no tendría razón de ser, sería demasiado aburrida”…
Todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas nos enfrentamos a situaciones difíciles y dolorosas. De repente, nos sobrevienen reveses financieros, enfermedades, problemas sentimentales y otras formas de adversidad que nos hacen caer de rodillas, que nos cimbran las estructuras y nuestro mundo simplemente se viene abajo. Nos sentimos desorientados, sin brújula y pareciera que la providencia nos ha abandonado. En la mayoría de los casos solemos ver estas situaciones desde un enfoque negativo, y automáticamente etiquetamos estas experiencias como una forma de castigo, otras veces pensamos que son injustas o producto del mal karma. En nuestra desesperación y frustración no vemos que justamente los momentos más difíciles son los que nos hacen crecer como personas, son estos obstáculos los mejores profesores que podemos tener. Elizabeth Clare nos dice al respecto: “Bendice todo, todo, todo, lo negativo, el karma, los problemas: porque son tus instructores; todos ellos son lecciones”. Pues gracias a ellos, es que corregimos la dirección, reemplazamos viejos paradigmas, eliminamos creencias erróneas que precisamente nos estaban desviando del camino, alejándonos de nuestras metas y sueños. Y recuerda también que: “Una forma de aprender a hacer algo correctamente, es hacer algo erróneamente. Aprendemos tanto de los fracasos, como de los éxitos. El fracaso nos debe enseñar o de lo contrario no encontraríamos el éxito. Los fracasos y errores del pasado, hacen que corrijamos nuestra conducta actual, para que el presente y el futuro no sean un duplicado del pasado”, Jim Rhon. Y al hacer estos cambios estamos enriqueciendo y desarrollando una filosofía de vida poderosa con nueva información, ya que renovamos nuestra mentalidad y tenemos un nuevo enfoque de la misma con mucha más madurez y sabiduría.
¿Qué hacer en esos momentos de desafío? Primeramente, aceptar los altibajos de la vida, la aceptaciones clave en este tipo de circunstancias; sin embargo, hay que tener cuidado de no caer en la dramatización y mucho menos amplificar el problemas con más pensamientos negativos que nos llevan a acciones equivocas y por ende empeoramos las cosas. Es importante moverse, no quedarse inactivo de lo contrario nuestros miedos aparecen y ralentizan este proceso de aprendizaje. Pues no perdamos de vista que lo que estamos viviendo en una enseñanza. “…y no te quedes en el suelo cuando te caigas o tropieces. ¡Levántate de inmediato y sigue hacia delante!”(Maestro Ascendido el Morya).
Segundo, una vez que aceptamos la situación, y dejamos de nadar contra la corriente, pasamos a la acción. ¿Por qué? Porque en base a la rapidez y a la disciplina con que reaccionemos frente al problema que nos aqueja, de ello dependerá el tiempo de la lección. Nosotros determinamos con nuestros pensamientos y actitud hasta cuando dejaremos de sufrir y por fin ser parte de la solución, y ya no continuar enfrascados en el problema. Pues si continuamos en un estado de negatividad, de depresión y de preocupación no podemos avanzar, estamos bloqueados. Entonces, la solución(es) del problema(s) son pensamientos y acciones positivas que transformarán nuestras vidas pese a los desafíos adversos. La respuesta es fácil. Pero, cuando tenemos que pasar a la acción es cuando viene el verdadero reto, pues necesitamos llenarnos de coraje, de voluntad y disciplina. Para ello, es primordial hacer una limpieza interna, sacar la basura emocional que nos está mermando la energía y bajando nuestra vibración. Luego perdonar a todas aquellas personas por las cuales guardamos sentimientos tales como odio u rencor. Perdonarnos y amarnos a nosotros mismo eleva nuestra autoestima, nos fortalece. Y no olvidemos que el amor es el sentimiento que todo lo borra y nos da nueva vida y las fuerzas para continuar nuestro peregrinar en este mundo. Una vez que realizamos esta introspección, y que nos hemos reencontrado con nosotros mismos, nos será más fácil adoptar y albergar pensamientos y acciones positivas y entonces sí, sacarles el máximo provecho. Estas experiencias difíciles nos ayudan para aterrizarnos y llevarnos por el buen camino, y además una vez superada la prueba pasamos a otro nivel, llegan nuevas personas, nuevas oportunidades de crecimiento personal, profesional, en fin, todos los cambios siempre traen algo bueno. El universo simplemente nos da todo lo que necesitamos para que sigamos luchando y consigamos nuestro bienestar y felicidad. Y en la medida en que seamos personas más plenas, seremos cada vez más felices y como consecuencia haremos más dichosas a las personas que forman parte de nuestra vida.
¡Ánimo! Y nuestra mejor cara y actitud ante la tormenta…
Námaste
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