TODOS TENEMOS LO NECESARIO
Todos tenemos lo necesario, todos tenemos dudas, tenemos incertidumbres, adversidades… tenemos tantas y tantas cosas que no hay forma de parar la ruleta sin quitarnos la impotencia de encontrar esa luz que necesitamos.
Inconscientemente buscamos la salida fácil que es el pensar que no podemos, que somos los únicos, que solo nosotros tenemos, pero la realidad muestra que no es así, que somos todos y somos uno, que nuestra forma, nuestras conductas, nuestras maneras de juzgar o no juzgar, nuestras maneras de reaccionar, son las que nos hacen formar parte de un mundo que quizás estemos convirtiendo en algo no bello, siendo lo contrario, pero poco a poco aprendemos que si no queremos formar parte de esa oscuridad tendremos que dejar atrás y olvidarnos de todo eso, que tendremos que poner lo más bello que tenemos y olvidar la oscuridad del camino, para poder confiar y tener otra forma de responder ante todo.
Todos podemos poner algo más de lo que ponemos, todos sabemos hacerlo -también sabemos gritar y vociferar todo lo que no está bien-, pero a veces nos ofuscamos tanto que en vez de buscar soluciones y tirar hacia adelante nos ponemos grandes murallas para no respetar, para no tolerar y cortamos por el camino del medio utilizando todos los recursos que debían de estar prohibidos porque nunca llegan a ninguna parte más que a la destrucción, a la derrota, al desequilibrio, y a no saber formar parte de un mundo lleno de altos y bajos, pero que está ahí, nos ha sido regalado para algo más que para lo que se está haciendo.
Todos caminamos hacia algo que no sabemos cuándo hemos aprendido a infravalorar lo que somos , lo que llevamos dentro, cuando la vida se vive por vivirla sin ningún fin , ni proyecto ni rumbo, esperando sentado a que otro lo haga, cuando todo ha perdido valor, y se pierde el rumbo pues no se tiene nada por lo que seguir, pero la vida es algo que te ayuda a tener un antes y un después, te alimenta el alma para ingeniártelas y no dejar de enfrentarte a lo que debes de una manera positiva, porque si no lo haces así, solo habrá tinieblas dentro de ti, te ayuda a reaccionar pues cuando crees que ya no puedes mas siempre surge algo o alguien que te da esa pista para canalizar tu rabia, tu impotencia y evolucionar hacia esa lucha del bien y dejar el mal atrás.
Todos dependemos de todos, todos somos lo que somos, pero a veces apagamos de tal manera el interruptor de la vida que nos dejamos llevar por el fanatismo, por las corrientes que se dirigen al remolino pensando que es esa la solución, en vez de buscar el remanso tranquilo de aquellos que a través del dialogo, la tolerancia, el amor, el cariño, el respeto van sembrando luz y van intentado dar lo mejor para poder cambiar todo lo que no les gusta: es más sencillo lo que se ve en lo superficial que el tenerte que tirar al rio para encontrar tu forma de ser, lo que verdaderamente llevas dentro, y dejar de ser una hipócrita más en el camino de la vida, que todo lo arrastra y no deja admisión ninguna.
Todos sabemos qué hacer cuando las posibilidades nos son favorables, pero a veces, o casi siempre, no las tenemos todos, y por eso hay que ir más allá de lo que se ve, pues es fácil juzgar, y hay que buscar soluciones que no llevan a ninguna parte cuando tú estás bien, siempre hay que ir mas allá, pues cada uno tiene sus circunstancias y nadie hace nada malo porque si, siempre hay un por qué, siempre hay un motivo para que una persona deje de serlo y se convierta en un monstruo, aunque nos duela, pero en vez de convertirnos en ello se pueden abrir puertas, vías, soluciones… mostrarles que la vida es algo más, que una vez haces mal las cosas, pero que el fin no justifica los medios, que hay mas cosas, que hay que valorar, que no todo es jejejeje, que no todo se consigue por que sí: que la vida cuesta pero no solo a los que no han visto más que incertidumbre, sino a todo ser humano que se precie de serlo.
Todos somos, todos estamos, todos lo intentamos y todos vivimos, porque siempre tendremos la oportunidad de cambiarlo o de hacernos posible la existencia y eso es lo bello.
Esther Sánchez Orantos