SOÑAR ES…
Soñar es poder hacer lo que se debe, teniendo en cuenta la luz que llevas dentro, sabiendo que no todo va a ser sencillo, pero que si te das la oportunidad de ser tú misma, puedes conseguir avanzar en el camino de la vida; es no cerrar esas puertas, que has abierto y has encontrado, porque las cosas no vayan como a ti te gustan, y pierdas lo más bello, como puede ser una amistad por las necesidades de tus circunstancias; es poder dialogar y hablar siempre sin perder los papeles y respetando lo que acontece, pero siempre buscando un acuerdo o una manera de solucionar las cosas.
Soñar es sentir que estás viva cada día, que puedes con las adversidades sin dejarte vencer por el tiempo o las circunstancias, pues sabes analizar y elegir siempre esos senderos que te ayudan a encontrar las soluciones que son necesarias para que tu sendero de la vida no se quede en un reducido mundo de comparaciones, dimes y diretes; es saber que siempre habrá baches, y montañas , pero que dentro de ti tienes lo suficiente para valorar lo que haces sin necesidad de tener tantas ocupaciones que ni si quiera te dejen ver lo que realmente es importante, y así siempre tendrás lo que ganaste con tanto esfuerzo; es no cerrarte las puertas creándote murallas que solo te van a llevar a la oscuridad de aquello que al no encontrar la forma se cierran y se ponen ellos mismos obstáculos, para refugiarse y disculpar lo que nunca tendrá disculpas.
Soñar es poder expresar lo que llevas dentro, no con palabras perfectas y llenas de significados de libros, pero sí cargadas de sentimientos, desde el corazón, y dando siempre la oportunidad de no renegar antes de tiempo, de no dejar que las cosas menos favorables te llenen de amargura por no entender lo que sucede, sino que vas aprendiendo a dar sentido y vas localizando todo aquello que te da fortaleza, sin buscar tres pies al gato, para buscar soluciones, que a corto plazo puedes que las veas, pero a largo plazo te llevarán a perder cosas que nunca se pueden recuperar tan fácilmente como creías.
Soñar es querer tener oportunidades, querer dialogar, querer compartir, y no desconfiar de todo, porque lo único que muestras es lo poco que tú te quieres, o tu forma de impotencia; es seguir ese sendero que has ido creando, y si te has equivocado saber rectificar pero no con agresividad, sino con la cabeza y teniendo en cuenta que siempre hay personas suficientes que están ahí, que esperan de ti que saques el coraje, la fortaleza, y te sepas levantar aun costándote muchas lágrimas que se podían ahorrar cuando el rumbo le conoces y no te dejas vencer por aquellos agentes externos que nunca se miran a ellos, sino que ante la sombra quieren apagarte para salirse con la suya.
Soñar es ser capaz de reaccionar, es ser capaz de vivir la vida y no que la vida te viva a ti, es saber localizar el mal o el daño y buscar soluciones serenamente, para así poder mirar con los ojos del corazón de una manera objetiva y no echando a perder toda una trayectoria que has ido construyendo con tu manera y tu forma, y es la que te hace ser como eres y sentirte orgullosa de tu realidad.
Soñar es ser capaz de confiar, de no caer en las rutinas, en aprovechar las oportunidades, en no solo llorar si no caminar; sí es necesario llorar para soltar lo que sientes, hacerlo, pero nunca olvidar que el sentido de la vida lo das tú con tu sentido común y con las ganas que tengas de resurgir en tu día a día.
Soñar es vivir, es realzar, es no tirar la toalla por muy difícil que se ponga todo, es ser feliz a tu manera y hacer posible a los que te rodean también que lo puedan llegar a ser, pues de ti depende que se pueda hacer posible.
Soñar y soñar.
Somos realistas y hoy lo hemos hecho posible con nuestra manera, estando y contándolo y eso es lo grande.
Esther Sánchez Orantos
