Desafíos que aparecen como aquello que no se pueden llegar a cumplir, que te hacen mirar hacia atrás cuando sabes que no debes hacerlo más que para impulsar y valorar todos los pasos con los que has ido aprendiendo a ser como eres, desafíos que te llegan a herir a veces cuando no sabes cómo encauzar el camino, cuando no confías lo suficiente o no te crees que tienes los dones suficientes para vencerlos; que te llevan al desaliento cuando sigues la corriente por el miedo a no enfrentar lo que te rodea, por escuchar a aquellos que ni sienten ni padecen, pero que de cada uno de ellos te vas dando cuenta que dentro de ti existe algo que te impulsa, que te ayuda a sacar lo mejor y conseguir acercarte y superar todo cuando tu alma no tiene que luchar contigo misma para abrir puertas a las oportunidades que te da la vida para superarlos.
Desafíos que pueden durar toda una vida cuando en vez de afrontarlos huyes de ellos, o buscas camuflarlos con otras cosas en vez de sincerarte y construir las vías necesarias para salir a flote, desafíos que muerden el corazón cuando éste no da sentido ni digiere las cosas más cercanas y busca lo más lejano para evadir la realidad más cercana a ti; pero la vida es un borrón y cuenta nueva en la que tienes que ir paso a paso probándote , confiando, amando, expresando, quitando las vergüenzas, los temores, la falta de esperanza, y en la que cada día tienes que hacer lo posible para superarte a ti misma y decirte que sí puedes, a pesar de las equivocaciones, a pesar de no ser entendida ni valorada, porque lo importante no es lo que piensen los otros, si no lo que pienses tú, y así podrás siempre pedir esa ayuda cuando la necesitas, dar gracias cuando sea necesario, aplaudir y llorar si es necesario, pero siempre intentándolo porque quieres vivir la vida y no que la vida te viva a ti.
Desafíos que te ayudan a acercarte más a ti misma, a conocerte, a sacar tu coraje, tu fuerza, tu luz, y te ayudan a sacar al principio lo más rudo de tu ser , pero a medida que el tiempo va pasando te hacen reaccionar y dar lo mejor , pues es otra manera diferente de mirar, es otra manera de poder hacer que merezca la pena, es un camino con espinas, pero que aun así sabes dar sentido y buscar opciones porque el objetivo está claro que es tu fin, tu motivo, tu sensación de ir haciendo algo por poco que sea, aun cuando el corazón esté ardiendo y sangrando, pero es lo que te enseña a ser como eres, y mostrarte a ti y los que te rodean que si se está aquí es para algo más que un pasar como un duende sin escrúpulos.
Desafíos que hacen que cada día tenga un color, unas veces negro, otras gris, otras rosa, pero que te hacen darte cuenta que todos los días sale el sol, que puede haber muchas nubes, muchos huracanes, pero que siempre está ahí dando su luz cueste lo que cueste, pues es vital para todos, porque buscando la luz siempre llegas al final de ese túnel, porque buscando ese sol siempre podrás tener la oportunidad de renovar y evolucionar, con esfuerzo , pero será más llevadero que si solo buscas los tonos más arduos de la vida, no te lo mereces , pues has estado y estás luchando por lo que crees, estás abriendo caminos, o ayudando a expresar sentimientos ocultos, que no son solo vanos, sino que sirven para sacarlos hacia afuera y así dejar dentro solo lo más bueno de la vida que es más que suficiente.
Desafíos que nunca creías superar y encontrar, pero que hacen de la vida algo bello cuando no te dan miedo, cuando lo intentas, cuando abres puertas y ventanas y construyes lo que es un mundo lleno de senderos diferentes, para que todos los que lo deseen puedan caminar por ellos de muchas maneras, a pesar de las desigualdades, a pesar de no ser como tú , y no poniendo fronteras por razas, religiones o ideologías, porque todos somos seres humanos, todos poseemos la vida, los dones y lo suficiente para hacerlo posible, porque al igual que vinimos sin nada nos iremos igual , pero los que quedan sabrás que si lo han hecho otros ellos también podrán.
Y toda la vida será un gran desafío en el que nos tendremos que enfrentar con nosotros mismos, y a los que más dañaremos si no lo superamos no será al vecino sino a nosotros, pero lo conseguiremos despacito, pero sin pausa, y eso es bello.
Esther Sánchez Orantos
