Creo que te explicaste perfectamente, María Laura, no sólo en esta última intervención, sino también en la primera. Suponía por dónde ibas, pero siguiendo uno de los acuerdos Toltecas
, no dí nada por supuesto,..... y te sugerí una mayor explicación.
Supongo que al hacerlo te ha servido para tomar aún más conciencia de la discrepancia que comentas. Lo has explicado muy bien, mezclando, como si entretejieras hilos, los aspectos técnicos con los personales.
Bueno, es sabido que ciertas actitudes que desarrollamos en el trabajo, sin querer, y a fuerza de tener que convivir con ellas durante un largo período de nuestra vida, terminan o pueden terminar influyéndonos. Así que, por este lado, sería normal ser determinista para la vida misma.
Por otro lado, está la tendencia "controlar" o conocer lo que nos va a ocurrir. Ello nos hace sentirnos un poco dueños de nuestro destino, de nuestra vida, y, si eliminamos las incertidumbres, nos mantenemos en un estado psicológico de "seguridad", ya que la previsión nos hace estar tranquilos frente a posibles acontecimientos, llamémosle "alteradores" del equilibrio que tenemos montado alrededor. Ésto ya no tiene que ver con la profesión, sino con nuestra naturaleza humana. Los cambios, los imprevistos, normalmente tienden a generarnos sensación de pérdida de control, y por tanto, vulnerables y frágiles.
Por otra parte, y dado que no tenemos memoria o conciencia de nuestro punto cero en esta vida, digamos que no tenemos el sentimiento de haber tenido un origen, con lo que, parejamente, tampoco tenemos conciencia de nuestro posible final. Es decir, y paradójicamente, tenemos dudas sobre la inmortalidad de la vida en general, y no somos conscientes que la podemos experimentar desde nuestra propia singularidad, todos y cada uno de nosotros. Desde este punto de vista, es normal y comprensible que tendamos a prever las cosas, pues sentimos que -retomando el concepto de inmortalidad expresado- seguirán sucediendo cosas, ya sea mañana, el mes que viene o dentro de dos años.
Y bien. Hasta aquí, el desear o contar con el determinismo es fácil de comprender.
Pero, si como comentas, te perturba, entonces deberíamos pensar en cómo solucionar o evitar sentirte afectada por él, si es que el no determinismo es invariable, o bien conseguir que todo sea previsible.
Esta última opción es imposible. Así que queda un cambio de perspectivas para que cuando las cosas no salgan como teníamos prevista, nos afecte lo menos posible.
Supongo que es ya cosa de cada uno. Es decir, lo que para unos valen, no lo harán para otros.
Se puede leer mucho, recibir muchas ideas,...... pero llegado el momento nada de ésto servirá si no ha habido una interiorización emocional de alguna de esas ideas.
Vas aun entierro y siempre, durante un mes aproximadamente, vas con la intención de vivir cada día como si fuera el último, pues has "visto" lo que le ha ocurrido al que falleció, cuando menos lo esperaba. Pero no dura más de un mes, porque sólo ha sido una idea. En cambio, cuando te llevas un susto con un accidente, o con una enfermedad de la que puedes milagrosamente escapar, la idea a pasado a ser una vivencia interna. En este caso, es más duradera.
Otro punto de apoyo es comprobar que muchas cosas no tienen realmente importancia, salgan como salgan. Si estamos pendientes, veremos que muchas pequeñas e intranscendentes acciones en cada día no salen como esperábamos y en cambio no nos afectan. Vas a desayunar con la idea de tomarte un café con un croissant y, cuando te toca pedir, no quedan croissantes, pero sí unos ricos pasteles llenos de crema que, casualmente, los han traído por primera vez ese día. Y como te resulta agradable, ni tomas conciencia que un plan más no ha salido como habías diseñado. Si te das cuenta de estos pequeños contratiempos, vas fortaleciendo el entrenamiento en encajar bien un mayor número de ellos.
Más profundo tal vez, es haber llegado a "creerse" que casi viene a dar todo igual, en el tipo de cosas que estamos hablando, ya que en este mundo estamos de paso y estamos condenados a la Felicidad eterna. Te permite una perspectiva bastante relativizadora.
Bueno, ya acabo, no si expresar mi temor de que no me haya sabido explicar adecuadamente, así como que este tema da para mucho.
Agradezco tu sinceridad, pues lejos de hablar de temas objetivos te has atrevido a expresar de tu interior.
Un saludete.