SON SUEÑOS, SON REALIDADES.
Son sueños, son realidades, son lo que son, pero están ahí, esperando a que tú te decidas para actuar y hacer de lo imposible lo posible, y avanzar en la vida un poquito más, porque es tu forma, tu manera de mirar las cosas y enfrentar la vida, es ser consecuente con tu pensamiento, es no dejarte vencer por lo que acontece sino echarle ganas y coraje y decidir siempre poder conseguirlo dando lo que tienes dentro, y luchando sin pisar ni hacer daño gratuitamente.
Son pequeños detalles, que van haciendo que tu vida sea cada vez diferente y que no te pase desapercibido que la vida es un sentir, un expresar, una forma de girar cuando es necesario, es algo como el que sabe coger las frutas día a día cuando están maduras y no se pierde entre la maleza, porque sabe que perderá todo lo que es y tiene, es como empezar cada día de una manera diferente, sabiendo que no va a ser fácil, pero que con esos detalles van a nacer dentro de ti las fuerzas, la luz, y el coraje suficiente para salir a flote y para que no te aplasten los que nunca sabrán qué es la vida, pues no tienen el valor suficiente para afrontarla y entonces utilizar las cosas menos bellas, como son la violencia, los gritos, el pisar, el humillar y el no dejar vivir. Pero tú sabes que la vida es mucho más que eso y que merece ser vivida dignamente.
Son esas cosas que te hacen levantarte día a día con una sonrisa, son los motivos que te hacen respirar y no dejar de hacerlo, porque sabes qué es importante, pues te ayudan a resurgir, a no caerte más de la cuenta, a no ser una marioneta en manos de gente veleta que se pierde de tanto dar vueltas, es sentirte con la libertad necesaria para moverte, para expresar, para sentir y avanzar , es aprender a no juzgar ni juzgarte más de la cuenta, es a poder mirar a los ojos a todos los que se ponen enfrente y a tu lado, es valorar lo que eres, cómo eres, y el por qué aun no entendiendo muchas cosas, pero sabiendo que hay que tener los pies en la tierra y no dejarte vencer por las pecatas minutas de la vida, porque siempre hay cosas que te pueden superar sí, pero las hay también que te ayudan a ser fuerte y a llenarte de paz cuando le das un sentido y caminas sin importar mucho si eres valorada o no, porque puedes ampliar tu horizonte y no perderte en el valle de lágrimas de los que se hacen victimas de su propia incoherencia.
Son esos momentos en los que te quitas el miedo, en los que te haces responsable, en los que te das cuenta que la vida es algo más que un estar o un pasar, o jajay o un jejey, es ese momento cuando te toca afrontar tú sola la adversidad, crees no poder y luego ves la luz al final del túnel dándote cuenta que siempre hay un antes y un después, que siempre puedes aprender, que siempre tiene un sentido, que siempre podrás elegir el camino fácil o el difícil, pero que en ti esta lo más grande, que es lo que llevas dentro, y eso es lo que has ido trabajando, ganándote con tu esfuerzo, con tu manera, con tu sabiduría, siempre que va aumentando cada vez que sonríes, das y te despreocupas de ser el centro del universo.
Son esos valores, esas cicatrices, esos llantos, esos enfados sin sentido, esas lágrimas de alegría cuando sabes el esfuerzo y lo has conseguido, son esos nudos de amistad que muchos confunden con otras cosas, porque solo ven materia y no espíritu, son caminos que se van construyendo poco a poco paso a paso y que hacen que dentro de ti se remueva algo y te haga sentir que puedes volar, aterrizar y volver a levantar las alas.
Son los sentimientos que hacen poder decir hoy lo he intentado, lo he hecho posible y lo estás contando, y son las cosas por las que agradecer a la vida y a sus horizontes que estás.
Esther Sánchez Orantos