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http://www.zazen.es/libros/sea%20lo%20que%20usted%20es.pdf“Sea lo que usted es”: Las enseñanzas de Sri Ramana Maharshi
Ramana Maharshi (30 de diciembre de 1879 - 14 de abril de 1950) fue uno de los sabios más reconocidos de la India del siglo veinte. Después de su despertar a los 16 años, fue a vivir de forma definitiva al monte Arunachala, en el estado sureño de Tamil Nadu. El núcleo de sus enseñanzas fue el atma-vichara, la indagación del Alma.
El despertar
Corría el año 1896. Venkataraman, un joven de dieciséis años, estaba solo en una habitación de la planta superior de la casa de su tío en Madurai (cerca de la punta austral de la India). Allí vivía desde los doce años, tras la muerte de su padre. Repentinamente fue oprimido por un intenso sentimiento de que iba a morir. En los minutos siguientes pasó por una experiencia de muerte simulada: se acostó en el suelo, retuvo la respiración y se dijo a sí mismo: “Mi cuerpo está inerte, pero yo aún vivo”. Así alcanzó un espontáneo Atma jnana, se dio cuenta de que no era el cuerpo, la mente o la personalidad, sino el Ser imperecedero. Algunos autores sostuvieron que había hecho severas penitencias previas, pero Ramana lo negó rotundamente: “No tuve período preparatorio o purgativo de ningún tipo (…) no tenía idea de lo que era la meditación (…) El Ser no es realizado por la acción de nadie, sino precisamente cuando contenemos nuestro deseo de actuar, nos quedamos quietos y silenciosos y somos lo que realmente somos”.
En el caso de Venkataraman, este descubrimiento fue permanente e irreversible. Desde aquella noche en adelante, la creencia de ser una persona no volvió a aparecer.
Venkataraman no habló a nadie sobre su experiencia y durante seis semanas mantuvo la apariencia de ser un muchacho común. Sin embargo, era una postura cada vez más difícil de mantener y al final de este período abandonó a su familia y se fue al sagrado monte de Arunachala, en Tiruvanamalai, un pueblo del estado de Tamil Nadu, donde permaneció hasta el día de su muerte.
La vida en el Ashram
Después de vivir unos cuantos años en la falda del Arunachala, su presencia interior comenzó a manifestarse como una irradiación exterior. Esta irradiación atrajo a un pequeño círculo de seguidores y, aunque él permanecía silencioso la mayor parte del tiempo, de vez en cuando hablaba. Uno de sus más tempranos discípulos decidió renombrarlo Bhagavan Sri Ramana Maharshi. El nombre fue bien acogido entre sus otros seguidores y pronto fue el título por el que llegó a ser conocido en el mundo. A medida que pasaban los años se hacía cada vez más famoso y se fue formando una comunidad en torno a él, que devino en un Ashram al pie del Arunachala, cuyo centro era la pequeña sala donde Sri Ramana vivía, dormía y recibía a la gente.
A lo largo del período de 1925 a 1950, Ramana pasaba la mayor parte del día sentado en un rincón irradiando su poder silencioso y respondiendo las preguntas del constante flujo de visitantes desde todos los rincones del mundo. Raramente encomendaba sus ideas al papel y las respuestas dadas durante este período (el mejor documentado de su vida) representan la más amplia fuente superviviente de sus enseñanzas, que muchos devotos reprodujeron en distintos libros.
Su enseñanza
El Gurú no puede darles nada que ustedes ya no tengan. Todo lo que necesitan es deshacerse de la noción de que no realizaron el Ser. Somos siempre el Ser.
- Ramana Maharshi (Día a Día con Bhagavan, 16-9-45 a la tarde).
Sri Ramana enseñaba que sólo existe el Ser y que puede ser experimentado directa y conscientemente dejando de prestar atención a las ideas erróneas que tenemos sobre nosotros mismos. A estas ideas las llamaba colectivamente el «no-Sí mismo» porque que son un conjunto de nociones y de percepciones que velan la experiencia del Ser en el nivel fenoménico. La principal percepción errónea es la idea de que el Ser está limitado al cuerpo y a la mente: “yo existo” es sólo un pensamiento en el mar de la Conciencia.
Sobre este falso “yo” se adhieren el resto de las creencias: relaciones, pasado, presente, mundo, etc., que se desarrollan a partir de la identificación con el cuerpo. Cuando la imaginación de que uno es una persona que habita en un cuerpo particular termina, toda la superestructura de las ideas falsas colapsa y solo queda lo que siempre estuvo: la presencia, el espacio entre dos pensamientos, el ser consciente en el cual se superpone “la persona”. El único requisito es que la creencia en el yo individual desaparezca, es decir, sea vista como tal, de la misma forma en que el oasis desaparece apenas nos damos cuenta de que era un espejismo.
En este nivel de la enseñanza ya no se trata de realizar ningún esfuerzo o práctica. La práctica refuerza el sentido de un yo separado que practica para obtener algo en el futuro, la Iluminación. Ésta, a su vez, se imagina como un estado o experiencia, cuando en realidad los estados y experiencias tienen principio y fin, y aparecen y desaparecen sobre un fondo permanente. Todo lo que se requiere es una comprensión de que el Ser no es una meta que hay que alcanzar, es meramente la presencia consciente que prevalece cuando se han abandonado todas las ideas limitantes. En este sentido, el término “desidentificación” es más acertado que iluminación o incluso liberación, porque estas últimas suponen un “yo” a ser liberado o iluminado (a obtener un estado), mientras que la primera se refiere al cese de una creencia superpuesta (“yo”) sobre la realidad siempre estable.
Esta enseñanza tampoco se contradice con la devoción, sino más bien la comprende en su totalidad. Si todo es Dios (Ser-Conciencia-Bienaventuranza)… ¿qué seré yo?
Los diálogos (extraídos del libro “Sea lo que Usted es”)
Pregunta: ¿Qué es esta presencia consciente y cómo puede obtenerse y cultivarse?
Respuesta: Usted es presencia consciente. Presencia consciente es otro nombre para usted. Puesto que usted es presencia consciente no hay ninguna necesidad de obtenerla o cultivarla. Todo lo que usted tiene que hacer es desestimar ser consciente de las demás cosas, es decir del no-Sí mismo. Si se desestima el ser consciente de ellas entonces sólo queda la pura presencia consciente, y eso es el Ser.
Pregunta: Si el Ser es presencia consciente, ¿por qué no soy consciente (aware) de ello ahora?
Respuesta: No hay ninguna dualidad. Su conocimiento presente se debe al ego y es sólo relativo. El conocimiento relativo requiere un sujeto y un objeto, mientras que la presencia consciente (awareness) es absoluta y no requiere ningún objeto.
El recuerdo también es similarmente relativo, requiere un objeto que recordar y un sujeto que recuerde. Cuando no hay ninguna dualidad, ¿quién va a recordar a quién?
El Ser está siempre presente. Cada uno quiere conocer al Ser. ¿Qué tipo de ayuda se requiere para conocerse a uno mismo? Las gentes quieren ver el Ser como algo nuevo. Pero es eterno y permanece el mismo siempre. Desean verle como una luz deslumbradora, etc. ¿Cómo puede ello ser así? No es luz, no es obscuridad. Es solamente como es. No puede ser definido. La mejor definición es «Yo soy lo que yo soy». Las srutis [escrituras] hablan del Ser como del tamaño de un pulgar, como la punta de un cabello, como una chispa eléctrica, vasto, más sutil que lo más sutil, etc. Esto no tiene ningún fundamento de hecho. Es solamente ser, pero diferente de lo real y lo irreal; es conocimiento, pero diferente del conocimiento y la ignorancia. ¿Cómo puede ser definido en absoluto? Es simplemente ser.
Pregunta: Cuando un hombre realiza el Sí mismo, ¿qué ve?
Respuesta: No hay ningún ver. Ver es ser. El estado de realización de Sí mismo, como nosotros lo llamamos, no es obtener algo nuevo o alcanzar alguna meta remota, sino simplemente ser eso que usted siempre es y que usted siempre ha sido. Todo lo que se necesita es que usted abandone su aceptación de lo no-verdadero como verdadero. Todos ustedes están considerando como real lo que no es real. Nosotros sólo tenemos que abandonar esta práctica por nuestra parte. Entonces realizaremos el Sí mismo como el Sí mismo; en otras palabras, «Sea el Sí mismo». En una cierta etapa usted se reirá de usted mismo por intentar descubrir el Sí mismo, el cual es tan auto-evidente. Así pues, ¿qué podemos decir a esta pregunta?
Esa etapa trasciende al veedor y lo visto. No hay ningún veedor ahí para ver nada. El veedor que está viendo todo esto cesa ahora de existir y sólo queda el Ser, lo que es.
Pregunta: ¿Cuál considera usted que es la causa del sufrimiento del mundo? ¿Y cómo podemos ayudar a cambiarlo, (a) como individuos, o (b) colectivamente?
Respuesta: Realice el Ser real. Es todo lo que se necesita.
Pregunta: ¿En esta vida rodeada de limitaciones podemos realizar alguna vez la felicidad del Ser?
Respuesta: Esa felicidad del Ser está siempre con usted, y usted la encontrará por usted mismo, si la busca asiduamente. La causa de su miseria no está en la vida fuera de usted, está en usted como el ego. Usted se impone limitaciones a usted mismo y después pugna vanamente por transcenderlas. Toda la infelicidad se debe al ego; con él vienen todos sus trastornos. ¿De qué le sirve a usted atribuir a los aconteceres de la vida la causa de la miseria, la cual está en realidad dentro de usted? ¿Qué felicidad puede usted obtener de las cosas exteriores a usted mismo? Y cuando usted la obtiene, ¿cuánto puede durar?
Si usted niega el ego y lo abrasa ignorándole, usted será libre. Si usted le acepta, él le impondrá limitaciones y le arrojará a usted en una vana lucha para transcenderlas. Ser el Sí mismo, que usted realmente es, es el único medio de realizar la felicidad que es siempre suya.
Pregunta: Si de verdad no hay ni esclavitud ni liberación, ¿cuál es la razón de la experiencia actual de alegrías y aflicciones?
Respuesta: Parecen ser reales solamente cuando uno se aleja de su naturaleza real. No existen realmente.
Pregunta: ¿Cómo alcanzaré el Ser?
Respuesta: No hay ningún alcanzar el Ser. Si el Ser tuviera que ser alcanzado, ello significaría que el Ser no está aquí y ahora y que todavía hay que obtenerlo. Todo lo que se obtiene alguna vez ser perderá otra. De modo que será pasajera. Lo que no es permanente no merece ningún esfuerzo. Así pues, digo que el Ser no se alcanza. Usted es el Ser, usted es ya eso.
La consciencia está en verdad siempre con nosotros. Todo el mundo sabe «Yo soy». Nadie puede negar su propio ser. El hombre en el sueño profundo no es consciente (aware); mientras está despierto parece ser consciente. Pero es la misma persona. No hay ningún cambio en el que duerme y el que está ahora despierto. En el sueño profundo él no era consciente de su cuerpo y así no había ninguna consciencia corporal. En el estado de vigilia él es consciente de su cuerpo y así hay consciencia corporal. Por lo tanto la diferencia se encuentra en la emergencia de la consciencia corporal y no en algún cambio en la consciencia real.
El cuerpo y la consciencia corporal surgen juntos y se sumergen juntos. Todo esto equivale a decir que no hay ninguna limitación en el sueño profundo, mientras que hay limitaciones en el estado de vigilia. El sentimiento «El cuerpo es yo» es el error. Este falso sentido de «yo» debe partir. El «Yo» real está siempre aquí. Está aquí y ahora. Nunca aparece de nuevas ni desaparece después.
Eso que es, debe también persistir siempre. Eso que aparece de nuevas también se perderá. Compare el sueño profundo y la vigilia. El cuerpo aparece en un estado pero no en el otro. Por lo tanto, el cuerpo se perderá. La consciencia era pre-existente y sobrevivirá al cuerpo.
L.G.M.