EL DÍA DE LA MARMOTA.
Eckhart Tolle.
Hace varias semanas descubrí un vídeo interesante, se trata de una amena charla pública que mantuvieron con Eckhart Tolle en la Universidad de Standford (California) con motivo de unas Jornadas sobre la Compasión a las que Eckhart fue invitado como conferenciante el año pasado.
La charla en sí es genial, considero bastante sustancioso todo lo que en ella se trata, pero me ha gustado especialmente su parte final en la que Eckhart habla sobre una de sus películas favoritas, “Groundhog day”, titulado en España como “Atrapado en el tiempo” y en Latinoamérica como “Hechizo del tiempo” o “El día de la marmota”, un filme del año 1993, del que este autor extrae una interesante lectura.
A continuación mi transcripción (no es literal, la he adaptado en ciertos momentos para que se comprenda mejor al ser leída).
Para refrescaos la memoria a los que la habéis visto y poder explicar por qué me gusta tanto esta película y por qué pienso que su mensaje es tan importante, os diré que trata sobre un hombre, su protagonista, un meteorólogo (interpretado por el actor Bill Murray) que tiende a pensar siempre lo peor en cada situación, es una persona muy negativa, que no para de quejarse, que odia su trabajo, a la mayoría de la gente y los lugares que encuentra dondequiera que va; realmente es una persona muy infeliz; ése es su sentido de identidad y como él vive.
Así que un día ha de viajar a ese pequeño pueblo de Pennsylvania, Punxsutawney, donde tiene lugar una de esas conocidas ceremonias invernales en la que sacan de su guarida a una marmota para ver si se queda fuera o vuelve a refugiarse en ella, y es que se supone su comportamiento tiene la capacidad de predecir cómo de largo será ese determinado invierno.
Así que el protagonista, al ser meteorólogo, ha de acudir, a ese pueblecito con su equipo (un cámara y su compañera reportera) pero él es tan infeliz y negativo que enseguida odia el lugar, le parece horrible y está deseando desde el mismo momento en el que llega, poder marcharse de allí tan pronto como le sea posible, y piensa: “Qué lugar tan horrible para vivir! qué estercolero!”, esos son sus pensamientos, son tan sólo eso, pensamientos, pero él lo vive como si fueran reales y se convierten por eso en su realidad.
Tras haber grabado e informado acerca del evento, el protagonista se ve obligado a pernoctar en un hotel de ese pueblo porque le informan de que una nevada ha cortado los caminos y nadie se puede marchar ese día, cosa que le horripila y le pone aún de peor humor, y le hace quejarse del lugar todavía más.
A la mañana siguiente, se despierta deseoso de escapar del pueblo, pero siente algo extraño, percibe las mismas sensaciones y situaciones que el día anterior, y poco a poco se comienza a dar cuenta de que está reviviendo el día de ayer, el día de la marmota.
La película continúa, y podemos ir viendo que el meteorólogo es forzado a revivir una y otra vez ése mismo día y en todo ese tiempo nunca puede salir del pueblo porque la nieve mantiene cortados los caminos; cada mañana la radio-alarma del despertador suena puntualmente, con la misma canción cantada por Cher, “I got you baby, I got you baby” (te tengo, cariño; te tengo, cariño)
Y la cosa continúa así, y no sabemos el número de veces que el protagonista vuelve a revivir ese día, posiblemente cientos de veces, tantas que incluso llega a estar tan desesperado que intenta cometer suicidio, y lo consigue, pero, a la mañana siguiente se vuelve a despertar una vez más en la cama del hotel.
Curiosamente, en algún punto de la película, su comportamiento comienza a cambiar, en vez de ser antipático, cruel y despreciable con la gente, empieza a ayudarles, a pasear por el pueblo y ser una persona que intenta hacer mejor la vida de la gente que le rodea; personalmente yo opino que se aburrió tanto de odiar y de sufrir por todo que decidió probar otra manera de comportarse, y desde entonces, cada vez que repite ese mismo día se puede ver que se divierte más, ya que dedica su día a día a ayudar a la gente; lógicamente esa gente se sorprende muy gratamente, para ellos ese día es tan sólo un día más, la primera vez que pasa.
Según lo veo yo, él comienza a cooperar cada vez más con el momento presente, esto, afortunadamente, nunca es aclarado en la película, porque en las buenas películas el mensaje nunca se explica, ha de ser mostrado en vez de explicado, de tal forma que cada espectador saque sus propias conclusiones. Así que al final, la última escena se produce cuando él se levanta una vez más pero esta vez es al fin el día siguiente (al día de la marmota) y puede salir del pueblo y continuar su vida; aunque ahora ama tanto el momento presente que le comenta a su compañera: “quedémonos”.
El protagonista ha sido liberado de la rueda del sufrimiento tan pronto como se rinde y acepta el momento presente, cuando se convierte en una fuerza beneficiosa para el momento presente. Y ese es el mensaje que reside en lo más profundo de la película.
Y es que yo diría, básicamente, que todo aquel que está completamente identificado con su mente condicionada, está viviendo en su propio “día de la marmota” porque, aunque no lo hace literalmente, la mente condicionada tiende a repetir las situaciones que vive, y si estamos totalmente identificados con ella, lo que incluye patrones de reacción (la forma en que reaccionamos ante las mismas situaciones) tenderemos a repetir situaciones de vida similares a causa de estas reacciones; y por supuesto ello incluye también el repetir casi idénticamente, situaciones de pareja o sentimentales. Seguramente alguno de vosotros os hayáis percatado ya de ello, que solemos a veces atraer al mismo tipo de personas y luego nos preguntamos: “¿Qué diablos pasa? ¿Cómo puede ser posible que atraiga siempre al mismo tipo de gente?”… es extraño, pero así ocurre, porque básicamente, casi todo el mundo tiene su propio “día de la marmota” en la cabeza hasta el momento en el que toma consciencia de ello y puede entonces trascenderlo, liberarse de él.
Eckhart Tolle.