SEIS CONSEJOS PARA AFRONTAR LAS PELEAS DE PAREJA
Por Ana Muñoz
Aunque siempre es positivo resolver las diferencias, problemas o frustraciones dentro de una relación, las discusiones pueden acabar produciendo malestar y resentimiento, por lo que es importante encontrar un modo de resolver conflictos sin discutir de manera excesiva ni decir cosas que resulten destructivas y no sirvan para arreglar las cosas. Estos son algunos consejos que pueden serviros de ayuda si tú y tu pareja tendéis a discutir más de la cuenta.
1. Piensa bien lo que vas a decir y cómo vas a decirlo cuando tengas que decirle a tu pareja algo que te ha molestado. Cuando dejas pasar unas horas o un día puedes calmarte y ver las cosas desde un punto de vista diferente. Si algo te molesta y sientes una gran ira, es muy posible que tu forma de expresarte no sea la más apropiada. Por tanto, espera a calmarte y luego piensa en el modo más constructivo de decir lo que deseas decir.
2. Déjalo para mañana. Cuando estéis discutiendo y veas que la discusión no va a ninguna parte, sino que lo está empeorando todo, acordad dejarlo para el día siguiente. Iros a la cama, aunque estéis enfadados, y volved a hablar del tema al día siguiente, tratando de llegar a un acuerdo.
3. Mira el problema desde fuera, como si fuera de otra persona. Tómate un tiempo para ver el conflicto como si no fuera tuyo sino un problema de un amigo y piensa qué le aconsejarías a ese amigo. Hay estudios que demuestran que las personas que saben distanciarse así de sus problemas, los ven desde un punto de vista más sabio que cuando están totalmente sumergidos en ellos. También puede servirte de ayuda utilizar la tercera persona y decir tu nombre cuando hables de ti mientras piensas en tu problema, en vez de hablar en primera persona. Por ejemplo, en vez de pensar: “me siento como si no importara mi opinión”, puedes pensar: “(tu nombre) dice sentirse como si su opinión no importara”.
4. Admite tu parte de culpa. En las discusiones no suele haber un culpable, sino que ambas personas pueden haber dicho algo que hiera los sentimientos de su pareja. Por ejemplo, tal vez tengas toda la razón al pedirle a tu pareja que haga algo que prometió hacer, pero si se lo dices de un modo que le resulta insultante o despreciativo, puede reaccionar con defensividad y rechazo. Será mucho más fácil si admites que no te expresaste del mejor modo y le pidas disculpas y luego le expliques de un modo más empático lo que te ha molestado.
5. Abraza a tu pareja. A veces, cuando las cosas se han puesto demasiado feas, la discusión está escalando y no parece salir nada bueno de ella, sino que os está separando y haciendo que estéis cada vez más enfadados, puede servir de gran ayuda detenerte, no decir nada durante unos segundos y luego proponerle a tu pareja dejar la discusión para más tarde y abrazaros para reavivar la conexión y sentimientos positivos que existen entre vosotros. Esto hará que ambos recordéis lo bueno que os aporta la relación y hará que podáis seguir tratando el tema en cuestión de un modo más calmado, intentado llegar a un acuerdo en vez de discutir, reprochar o insultar.
6. Pregúntate qué es lo mejor para la relación. A veces, durante una discusión, cada miembro de la pareja se está centrando en lo que es importante para él o ella o lo que quiere o espera de la otra persona. Pero a veces, en vez de preguntarse qué es lo mejor para uno u otro miembro de la pareja, es preferible preguntarse qué es lo mejor para la relación, puesto que la respuesta puede ser diferente, aunque es una respuesta en la que ambos tenéis más probabilidades de estar de acuerdo.
