La reflexión que vas a leer a continuación no es solamente un conjunto de palabras correctamente ordenado, sino la esencia de una meditación o de una experiencia.
Si la aprendes de memoria, estará bien, pero solamente surte su efecto si la lees con el corazón, y si la dejas que se repita dentro de ti para que la comprendas y la integres.
Déjala que peregrine dentro de ti… que se expanda… que te llene… que te hable más allá de lo condensado…
TODOS HEMOS SIDO HERIDOS, Y AUNQUE NO MERECÍAMOS ESE DOLOR, DE TODOS MODOS NOS HICIERON DAÑO. Y ES CASI SEGURO QUE NOSOTROS TAMBIÉN HEMOS HERIDO A OTROS. EL PROBLEMA NO CONSISTE EN QUE NOS HAYAN HERIDO, SINO EN NO PODER O NO QUERER OLVIDAR. ESAS SON LAS HERIDAS QUE CONTINÚAN DOLIENDO.