La reflexión que vas a leer a continuación no es solamente un conjunto de palabras correctamente ordenado, sino la esencia de una reflexión o de una experiencia.
Si la aprendes de memoria, estará bien; pero solamente surte su efecto si la lees con el corazón, y si la dejas que se repita dentro de ti para que la comprendas y la integres.
Déjala que peregrine dentro de ti… que se expanda… que te llene… que te hable más allá de lo condensado…
LO MÁS IMPORTANTE QUE SE PUEDE DECIR A UNA PERSONA QUE SUFRE ES: “ESTOY AQUÍ Y TE QUIERO”. NO SE TRATA DE QUE ESTO RESUELVA LA EXPERIENCIA DEL OTRO, SINO DE ESTAR CON ÉL EN SU DOLOR.