La reflexión que vas a leer a continuación no es solamente un conjunto de palabras correctamente ordenado, sino la esencia de una reflexión o de una experiencia.
Si la aprendes de memoria, estará bien; pero solamente surte su efecto si la lees con el corazón, y si la dejas que se repita dentro de ti para que la comprendas y la integres.
Déjala que peregrine dentro de ti… que se expanda… que te llene… que te hable más allá de lo condensado…
CADA VEZ QUE ESTÉS CON ALGUIEN O PIENSES EN ALGUIEN, DEBES DECIRTE A TI MISMO: “YO ESTOY MURIENDO, Y TAMBIÉN ESA PERSONA ESTÁ MURIENDO”, TRATANDO AL MISMO TIEMPO DE EXPERIMENTAR LA VERDAD DE LO QUE ESTÁS DICIENDO. SI TODOS VOSOTROS OS PONÉIS DE ACUERDO PARA PONERLO EN PRÁCTICA, DESAPARECERÁ LA AMARGURA Y BROTARÁ LA ARMONÍA.