ESTRATEGIAS PARA QUERERTE MÁS
Vivir en consonancia con los propios valores y principios fortalece nuestra autoestima. Pero hay otros trucos que también pueden ayudarnos…
Rocío y trabaja de redactora en un periódico. Su falta de autoestima la ha llevado a psicoterapia. En su charla con el psicólogo le cuenta que, en las reuniones con sus compañeros, no puede por menos que participar en sus chismes e intrigas, aunque sabe que son injustos y malsanos. Pero acaba riéndose e incluso aporta su poquito de cizaña. “Cuando me doy cuenta de mi cobardía, me detesto”. Ahí está el quid de la cuestión, le dice el psicoterapeuta: confundimos conducta con identidad. “Es posible reconocer los errores, los fracasos, esa parte oscura de uno mismo, sin tener que identificarse con ellos. Aunque hagas cosas que no te gustan, eres valioso, capaz de aprender y digno de gozar de la felicidad”.
APÓYATE EN TUS VALORES SIN TRAICIONARLOS.
Convéncete de que puedes reaccionar de forma diferente si algo no te gusta. Es lo que se llama aceptarse y vivir en conformidad con los propios valores. Todos tenemos unos principios, conscientes o no, que corresponden al mundo ideal que nos representamos y que guían nuestras elecciones y nuestro modo de vida. Para unos, lo importante es el respeto; para otros la libertad. Unos valoran el amor, compartir; otros, la independencia… Actuar de acuerdo con los propios principios y no con los ajenos contribuye al fortalecimiento de la autoestima. Porque si traicionáramos los valores que consideramos importantes, dejaríamos de respetarnos. Rocío recuerda que, cuando era pequeña, le quitó a su madre un poco de dinero para comprar caramelos. Sus padres le llamaron ladrona. Sintió una terrible vergüenza y empezó a creer que era una persona poco digna de confianza. Una vez pintó una reproducción de un cuadro de Velázquez. Le había llevado unos meses y se sentía muy orgullosa de la proeza. Al verlo, su profesora le dijo que felicitara a su padre y lo tiró a la papelera. En ese preciso instante, renunció a la pintura para siempre.
Restaura tu ego.
1. Conócete mejor. La regla de oro es ser consciente de las propias capacidades y de los límites.
2. Acéptate tal como eres. Tener una buena autoestima no significa carecer por completo de defectos, sino reconocer que se tienen y aceptarlos como lo que son.
3. Sé honesto contigo mismo y con los demás. Asume tus responsabilidades, tus exigencias, tus miedos. No te engañes.
4. Actúa. Los actos son la gimnasia que mantiene en forma la autoestima. Fíjate objetivos y comprométete con ellos.
5. Silencia la crítica interior. Suele tratarse de reproches oídos a los padres. Hazte consciente de cuándo surge en tu interior esa voz y ponla en su justo lugar.
6. Acepta la idea del fracaso. Está implícito en el actuar. La próxima vez que te salga mal algo, haz lo posible por desdramatizarlo.
7. Afírmate. Aprende a decir no sin agresividad. Pide las cosas sin falsas excusas. Responde con calma a la crítica.
8. Practica la empatía. Es bueno para ti saber escuchar los puntos de vista de los otros, incluso aunque no te convenzan.
Autor desconocido